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Alice Waddington escribe sobre "Paradise Hills"

por © NOTICINE.com
Alice Waddington
Alice Waddington
Por Alice Waddington    

En 2015, comencé a trabajar con la guionista Sofía Cuenca en el tratamiento y las primeras piezas de arte conceptual para Paradise Hills. Intenté imaginar algo más narrativo que mi corto Disco Inferno: una historia gótica pero futurista, sobre temores femeninos universales (soledad, edaísmo, codependencia) ambientada en nuestro propio mundo, dentro de unas cuantas décadas.

Andaba también preocupada por el uso que mis primas y primos más jóvenes hacían de sus redes sociales. Sentía que tenían en la mano una ventana al mundo que les decía que nunca iban a ser lo suficientemente guapas, atractivas o populares. Sentía que los adultos estábamos reciclando las presiones del instituto y validándolas o alargándolas demasiado.

Quería también regalarle a mi yo de trece años, ese que se escondía en los baños del instituto a leer literatura fantástica, un cuento de hadas que hiciera de manzana venenosa. Lleno de todas las delicias visuales y narrativas que me fascinaban cuando era adolescente y veía "El señor de los anillos" o "La historia Interminable": fantasía, manga shôjo de los 90, ciencia ficción y pelis históricas. Sobre chicas jóvenes que se atreven a habitar mundos excéntricos, reales o imaginarios. Algo que nos hubiera motivado a mí y mis amigas a realizar nuestros sueños.

Nuestras chicas están bastante marginadas porque se niegan a adaptarse a las normas sociales. Algunas no desean un matrimonio concertado, otras buscan la libertad de amar a otro género, o tienen mentes o cuerpos no normativos.

Tampoco quieren gustarse entre sí al principio, pero terminan uniéndose, porque personifican la idea de mujeres "rotas" que necesitan ser reparadas. Ellas ya andaban "encerradas" juntas antes de poner pie en la Residencia.

En "Paradise Hills", veo una cápsula de mi propia inocencia, el mundo sin el cinismo de la edad adulta. Como ser una mujer joven, es imperfecta, peligrosa y a ratos reta a lo establecido.

El principal desafío fue hacer parábola sin sermonear, a través de un género único. "Paradise Hills" tuvo que convertirse en un thriller de ciencia ficción refrescante y tropical, rindiendo homenaje al idealismo de "La Fuga de Logan", el retro-futurismo folk de "El prisionero" o las valientes princesas de Guillermo del Toro, a cargo de sus propios destinos.   

Me empeñé tanto en mantener los elementos más femeninos del diseño como para tener escenas de acción, en un thriller femenino poco convencional que todos y todas pudieran disfrutar a su manera.

Cuando de adolescente descubría mi propia orientación como persona LGTBQ+, pensaba que eventualmente llegaría a una comprensión repentina de mi identidad. Que vería mágicamente todas las piezas caer en su lugar.

Ahora, estoy empezando a entender que nuestros destinos, al igual que el final de nuestra peli, son tan abiertos como cada viaje que el futuro nos trae.

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