La próxima semana comienza el rodaje de "El Angel", película de Luis Ortega que retrata a uno de los asesinos seriales que más ríos de tinta generó en los medios argentinos, Carlos Robledo Puch, autor de una decena larga de homicidios, y calificado por los medios locales hace más de cuatro décadas como "El Ángel Negro" o "El Ángel de la Muerte", por su rostro aniñado y su larga y enmarañada melena castaña. El desconocido Lorenzo "Toto" Ferro, hijo mayor del actor Rafael Ferro, y de gran parecido físico con el delincuente juvenil, será el protagonista, con Peter Lanzani y Ricardo "Chino" Darín como sus cómplices, junto a Cecilia Roth, Mercedes Moran y Daniel Fanego.

Escrita por el propio director junto al periodista Rodolfo Palacios, autor del libro "El ángel negro", la película contará las andanzas de Robledo Puch, quien lleva más de 40 años encarcelado a perpetuidad y no respondió a los intentos de Ortega de entrevistarse con él. En los años 70, la detención del joven psicópata conmocionó a la opinión pública y dejó la sensación que se había tratado de una de las aventuras criminales más siniestras que hayan ocurrido en tierras australes. Con tan sólo 18 años, el "Angel" contaba 11 muertes en su haber, varios intentos de robo, una tentativa de violación, robos y varios crímenes más, que lo convirtieron en uno de los asesinos más crueles de la historia criminal.

"Voy a dar una versión de su lado. Voy a mostrar toda la gente que mató, pero voy a ir más allá del morbo que generó la prensa en su momento porque hay que preguntarse qué lleva a un pibe a hacer todo lo que él hizo", dijo Ortega a La Nación. "No soy de los guiones de hierro. Junto toda la información que tengo y me manejo por intuición. Si yo matase a alguien, no podría dormir de la culpa y me entregaría a la policía, pero para algunas personas matar es una abstracción. Robledo vivía una película. No van a ver un monstruo. La historia que cuento es la de un nene que no sabe lo que está haciendo", añadió.

El cineasta, responsable del proyecto televisivo paralelo (pero por completo independiente) al cinematográfico de Trapero "El clan", sobre la criminal y burguesa familia Puccio "Historia de un clan", contó que lo que le inspiró la necesidad de hacer la película fue uno de sus crímenes, "cuando Puch asesina a José Bianchi, el sereno de una casa de repuestos, y le dispara a su mujer y a su bebé de diez meses, que dormía en una cuna. Cuando leí que había hecho eso, pensé: acá hay una película. Es lo más descabellado que escuché en mi vida. No conozco a nadie que pueda hacer algo así. Detrás de un pibe que le dispara a un bebé, hay un mundo".

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