La directora y guionista española Carla Simón, que alcanzó fama internacional con su opera prima "Verano 1993 / Estiu 1993" se ha visto obligada a retrasar un año el rodaje de su segunda película, "Alcarràs", como consecuencia de la pandemia del COVID-19. "Nuestra energía estaba puesta en 'Alcarràs'. Estábamos en ese maravilloso momento en que la película se concreta día tras día. A punto de cerrar el casting y las localizaciones, las ideas fluían entre los miembros del equipo. Y llegó el coronavirus. 'Alcarràs' es una película coral, con muchos personajes en cada escena, con tres generaciones conviviendo juntas, incluidos niños y ancianos. Rodar este año sería ir en contra de la realidad que estamos viviendo", expresó la cineasta.

En un comunicado, Simón detalla que aunque ya están iniciándose -o retomándonse- algunas filmaciones en España, su película posee elementos marcadamente estacionales y solo se puede rodar entre los meses de junio y agosto.

"Queremos hacer la película que escribimos, la que imaginamos todos juntos, sin renuncias,  preservando su espíritu, su esencia. Por eso, después de darle muchas vueltas, hemos decidido posponer el rodaje al año que viene. Cuando una historia te toca de cerca, como es el caso, la energía y el deseo de contarla perduran. Estamos convencidos de que rodando el año que viene, Alcarràs será una mejor película, o al menos, será la película que queremos hacer".

Con un elenco de actores no profesionales, y tras un año de castings, los tres meses de ensayos previos al originalmente previsto rodaje de "Alcarràs" se vieron interrumpidos por la crisis sanitaria, el estado de alarma y el confinamiento.

La segunda película de la directora premiada en los Goya, la Berlinale, el BAFICI, Málaga, los Platino y los Fénix recoge la última cosecha de melocotones que realiza una familia de agricultores en una zona muy concreta de Cataluña, Alcarràs, como el propio título de la cinta indica y la recogida de esta fruta solo tiene lugar entre junio y agosto. Por tanto, no sería posible iniciar la preproducción y rodar la película en el momento óptimo de la cosecha.

"Mi abuelo y sus dos hijos cultivaban melocotones en Alcarràs. Esas tierras han sido como mi segunda casa, pues voy en Navidades y en verano. Hace unos 10 años, mi familia perdió el 80% de los terrenos. De la noche a la mañana, pasaron de tener un negocio agrícola importante a verse forzados a empezar de cero", dijo Carla Simón.

En febrero del año pasado este proyecto obtuvo el principal galardón del Mercado de Coproducciones de la Berlinale, el Premio al Desarrollo de la Coproducción Eurimages, dotado con un premio en efectivo de 20 000 euros. Antes, había conseguido en el TorinoFilmLab 2018 otros 8000 euros.

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