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Hablamos con María Rodríguez Soto, mejor actriz en Málaga por "Los días que vendrán"

por © Jon Apaolaza (Málaga)-NOTICINE.com
María Rodríguez Soto
A la española María Rodríguez Soto, su trabajo en el drama de Carlos Marques-Marcet "Los días que vendrán / Els dies que vindran", le ha facilitado una buena colección de nuevas experiencias: protagonizar una película junto a su pareja real, David Verdaguer; hacerlo embarazada interpretando a una embarazada, y ganar con ella la Biznaga de Plata a mejor actriz en el Festival de Málaga. Su personaje, Virginia, es "una mujer muy impulsiva, valiente, poco reflexiva, que tiene muchas ganas de comerse el mundo, vivir y sentir la vida", según describió a NOTICINE.com en entrevista exclusiva.

- ¿Que le dieran el premio a mejor actriz ha sido la guinda de este pastel?  
Indudablemente. Y espero que también sea rentable, eso siempre te abre puertas. Ha sido maravilloso, aunque no tuve tiempo de ver las demás películas y no pensaba estar en ninguna quiniela, podía pasar de todo.

- Pese a que David y usted son pareja en la vida real y ese embarazo era el suyo propio, aseguran que son bastantes diferentes a sus personajes...
Sí, somos diferentes. Lo hemos tenido que hacer así. La única condición que pusimos a la hora de hacer la película fue que no queríamos hacer ningún documental ni ningún reality. Realmente un documental habría sido grabar a una mujer embarazada haciendo una película. Creamos personajes e historias que fueran radicalmente opuestas a nosotros para que nos ayudaran a hablar de este tema sin pudor ni tapujos, porque si hablas de ti mismo a una cámara, inevitablemente hay cosas que te guardas para ti. Sin embargo, desde un personaje al cual tú no juzgas ni tienes predeterminado, que quieres que juzgue el espectador, lo entregas todo. Entonces sí, hay diferencias. Yo, por ejemplo, soy una mujer bastante reflexiva.

- Su experiencia ha sido mucho más en teatro y TV que en cine. ¿Cómo se ha sentido trabajando, no solo en una película, sino además en una de tantos meses?
Me he sentido súper bien, la verdad. He estado muy cuidada porque David es un excelente actor y me ha enseñado muchas cosas y Carlos es un gran director de actores que también me ha enseñado mucho, sobre todo en cuanto a las claves y la manera de hacerlo, ya que el teatro toca un tono físico y emocional mucho más elevado. En ocasiones cuando empezábamos a rodar me decía: "No María, menos. Esto yo ya lo sé, no hace falta que me lo expliques". Con él he aprendido a ser suave y delicada, es otro lenguaje. Me costó un poco pero bueno, lo hemos sacado.

- ¿Se hubiera atrevido a hacer este personaje sin estar embarazada de verdad?
Sí, yo me atrevo a todo.

- ¿Cómo se imagina que su hija vea la película el día de mañana?
Me perturba mucho, porque no sé qué va a pensar. Yo tengo la suerte de que mis padres hicieron esa película (que aparece en el film) cuando yo nací. Entonces, había esa mentalidad en mí de hacer esta película para que mi hija pudiera ver la evolución de ella misma dentro de mi barriga. Creo que me dejaron un legado que me apetecía que ella viviera. Pero claro, no sé cómo lo va a vivir, porque es una película en la que por suerte sus padres en la vida real no están así de mal, es una ficción en la que ella es la única realidad. Está dentro y vemos como va creciendo.

- De alguna manera, aunque diga que los personajes son muy diferentes, no deja de ser algo muy íntimo para usted...  
Sí, eso es indiscutible. Evidentemente es algo íntimo de mi vida, pero en el fondo es un cuerpo. Nunca tuve ningún momento de pudor y siempre tuve claro que mi parto no quería que se grabara, quería vivirlo con David tranquilamente, sin ningún tipo de cámara. Y esa fue la única condición. Todo lo otro, el cómo evolucionaba mi cuerpo, no me daba pudor ninguno, incluso me pareció bonito poder dejar un momento así.

- Tuvo la oportunidad de estar en Rotterdam con la película en su primer estreno. ¿Cómo fue?
Muy bien la verdad. Además, era la primera vez que la veía en pantalla grande y estaba súper nerviosa, pero el público reaccionó súper bien. Había muchísimas preguntas, la gente estaba súper interesada, se reía, se emocionaba. Tuvimos muy buena recepción y las críticas también fueron muy buenas. Fue una gran experiencia.

- ¿Cómo compararía esa experiencia con la que ha tenido en Málaga?
Es diferente. El Festival de Rotterdam es maravilloso pero es un festival más sencillo en el sentido de que no hay alfombras rojas, etc. Es un festival más de autor en el que lo que se valúa más son directores y proyectos y no tanto el mundo de actores y actrices. Es más la industria cinematográfica lo que ahí se muestra. Aquí es maravilloso porque estás en esta ciudad, en la que estarías en manga corta todo el rato, todo el mundo ha visto tu película y te quiere hacer entrevistas, quiere saber,… La experiencia aquí es más extensa y abierta, te abrazan más. Pero ambos son maravillosos.

- Qué tipo de personajes le gustaría interpretar en cine? ¿Y en teatro?
En cine no lo he pensado, puedo tener referentes pero no es algo que haya meditado. Lo que me va viniendo lo voy aceptando si me gusta el personaje y la historia. Pero lo que sí que quiero hacer son personajes que tengan una entidad y una potencia equiparable a la de personajes masculinos, que siempre nos cuesta más a nosotras tener personajes en los cuales se puedan reflejar. Eso sí que me gustaría, equipararlo. Además, yo creo que eso va a avanzando. La gente embarazada no trabaja y yo estoy aquí trabajando, esto se puede ver como una esperanza de que las cosas van cambiando.

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