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Hablamos con Leonardo Barbuy, doble ganador en Málaga con "Diógenes"

por © Julio Borrero (Málaga)-NOTICINE.com
Leonardo Barbuy (J.B.)
Leonardo Barbuy (J.B.)
Leonardo Barbuy La Torre, autor de la cinta peruana "Diógenes"no pudo tener mejor estreno mundial, ya que obtuvo el sábado dos Biznagas de Plata en la sección ZonaCine: Mejor Película Iberoamericana y Mejor Dirección. Ha narrado en ella una historia que se desarrolla en los Andes peruanos, donde dos hermanos son criados en el más puro aislamiento por su padre, un pintor de Tablas de Sarhua. NOTICINE.com hablo con Barbuy en exclusiva sobre su experiencia.

- Premios aparte, ¿cómo se sintió en Málaga?
Es mi segunda vez aquí; feliz, tranquilo. Está más caliente que la vez anterior... Es una ciudad muy amable.

- ¿Qué balance hace de su debut en el largometraje, como director?
Han sido siete años desde la idea original. Siento que en general hemos tenido un recorrido muy privilegiado. Hemos tenido la posibilidad de contar con buenos asesores, hemos podido viajar por distintos laboratorios y mercados, hemos logrado coproducción con Colombia y Francia, levantar el fondo peruano e iberoamericano, el alemán, el francés... Hemos tenido un lindo rodaje, una preciosa relación con el pueblo durante cinco años en el proceso de escritura y luego de realización... un buen proceso de montaje también, de edición de sonido... De verdad que cuando lo veo de manera retrospectiva, siento que ha sido un proceso muy fluido y privilegiado, de mucho crecimiento.

- Ahora tiene que volver a  Perú para dar a conocer su película. ¿Qué expectativas tiene después de este estreno mundial en Europa?
Ya hay interés en parte de la prensa peruana, específicamente en la prensa más vinculada a la crítica, que es lo que más nos interesa. De hecho, ésta no es una película que nos interese en términos de difusión comercial, sino que nos interesa que enraíce en términos de diálogo y discusión entre las personas que la vean; que se aviven discusiones en torno al despojo, la desaprensión, la reconstitución de la identidad a partir de la identificación de los muertos, la violencia, la postviolencia... y mucho más aún teniendo en cuenta que ahora hay un contexto político de mucho abuso, racismo sistemático, violencia directa... y siento que en Perú hay interés en eso aunque la peli no se haya estrenado aún. En relación a Europa, siento que la película se sitúa como una mirada particular de la forma en que América se representa frente a Europa. Todavía es pronto para saber qué significa eso, pero estoy recibiendo respuestas gratamente sorprendidas.

- ¿Tuvo alguna inspiración o referencia para la historia, o incluso en el abordaje de la imagen por Mateo Guzmán?
Con Mateo Guzmán ha habido un trabajo muy profundo, desde 2017. Hemos consultado alguna referencia cinematográfica tanto latinoamericana como de fuera, pero algo muy interesante a nivel fotográfico es que la fotografía tiene dos directores: Mateo y Musuk Nolte. Esto ha sido bien particular porque Musuk Nolte no es director de fotografía, sino fotógrafo documental, y ha fotografiado mucho la sierra peruana. Entonces, Mateo entendió que esta película buscaba nutrirse de la fotografía documental de Musuk, y Musuk entendió que su fotografía requería un desarrollo diferente para hacerse cinematográfica. Así que la colaboración entre ambos ha sido nutrida, valiosa y muy pertinente.

- ¿Y sobre sus referencias cinematográficas, qué puede decirnos?
Recuerdo que la peli "La tierra y la sombra" de César Acevedo, colombiana, fue interesante e importante para mí en relación al tejido de una familia, el desconocimiento dentro de una casa, las relaciones familiares... "El caballo de Turín" de Bela Tárr, sin duda ha sido una referencia importante; "Érase una vez en Anatolia", de Nuri Bilge Ceylan; "Wiñaypacha" de Óscar Catacora, puneño, sobre el aislamiento de dos ancianos aimaras; "Chuva é cantoria na aldeia dos mortos" (Joao Salaviza, 2018), que es una película brasilera muy potente también, en relación con una comunidad y la transformación; recuerdo "Miel", de Semih Kaplanoglu... No son referencias directas pero siento que son cinematografías que me han ido formando en el proceso.




- ¿Por qué eligió el nombre de "Diógenes"?
La sierra peruana tiene una tradición que hay muchas personas con nombres romanos y griegos: Aristóteles, Cayo, Rómulo... Entonces, no es raro. Pero, además de eso, está la figura de Diógenes de Sinope, filósofo griego que repudia la sociedad, como está constituida; se aísla a partir de sus ideas y sus discursos... además, lo empiezan a relacionar con los perros; le llaman "Diógenes, el perro"... dice que no necesita más que sus manos, para poder beber el agua del río... En fin, es una figura muy importante a nivel filosófico y que habla justamente de esa distancia con la sociedad, entonces casaba perfecto desde muchos lugares el nombre.

- La película hace pensar sobre la memoria y la desaparición de ciertas formas de vida con la industrialización y la globalización. ¿Qué podría decir de esto?
Sin duda. Es muy extraño que esta película sea tan actual; es decir, todo este imaginario que vemos en el pueblo es algo que podríamos observar directamente este año si viajáramos de Málaga a Ayacucho, y al pueblo de la película y pueblos anexos también. Aún existen tradiciones y formas de vincularse (políticamente, económicamente...) que pueden tener una data de cientos de años. Es muy extraño cómo ciertas cuestiones no desaparecen. Creo que, culturalmente, no se da necesariamente un proceso de desaparición, pero quizás sí de mutación, enajenamiento, alienación... La desaparición que me parece más potente es la de algo más particular como el propio cuerpo, la propia identidad, la propia vida... que pone en juego la desaparición de esa forma particular de manifestarse la existencia en un cuerpo específico. En Perú tenemos una historia de desapariciones, de menosprecio de la vida a distintos niveles que sigue evidenciándose en los eventos actuales. Entonces, esa desaparición de la particularidad identitaria es puntual y profunda, y en ella se resumen también otras dimensiones culturales.

- Ya tiene un nuevo proyecto en marcha... ¿Qué se puede saber de "Toro mata"?
"Toro mata" es una ficción histórica situada en la segunda mitad del siglo XIX, en las relaciones de poder en las haciendas italianas del sur de Perú. Justamente en el proceso en el que negros esclavizados viven esa esclavización 10 o 15 años después de haberse abolido la esclavitud, sin haberse enterado. Hay esta circunstancia de supuestamente ser libre pero no tener idea de cómo reclamar esa libertad. Ese momento puede resumir muchos conflictos a distintos niveles; claramente en esa película tenemos presencia italiana, francesa, española, andina, afrodescendiente tanto de Perú como de Cartagena (Colombia), que fue el último puerto en el que había migración de esta población esclavizada. Es una película compleja pero creo que interesante de filmar.

- ¿Y de dónde viene el interés por este contexto histórico?
De niño aprendí música de la comunidad afroperuana y una de las canciones más importantes es "Toro mata". En esta canción hay un momento que dice: "Ese negro no es de aquí / ¿Quién trajo ese negro aquí? / Hay que matar a ese negro / Ese negro es de Acarí". Y yo, de grande, después de haber tocado y cantado esa canción muchas veces, me puse pensar: ¿por qué una canción cantada por negros dice "Hay que matar a ese negro"? Y empecé a averiguar sobre la historia de la canción, y ese negro es un cimarrón; un negro que huye de la hacienda para hacerse libre por su propio ejercicio de libertad en el escapar. La película es la historia de ese cimarrón, situada en 1860.

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