Dos de los más atractivos rostros del cine mundial, Jennifer Lawrence y Robert Pattinson, se pusieron en cuerpo y alma a las órdenes de Lynne Ramsay ("Tenemos que hablar de Kevin / We Need to Talk About Kevin"), para protagonizar el drama sobre maternidad y pareja "Die, My Love", y los tres comparecieron este domingo ante la prensa en el marco del Festival de Cannes. El film, producido por Martin Scorsese, es un matrimonio entre la realidad y lo simbólico. Sigue la historia de Grace (Jennifer Lawrence, "La gran estafa americana / Escándalo americano / American Hustle"), una madre que experimenta una depresión posparto, mientras intenta sobrepasar un bloqueo creativo, personal, y emocional, y rescatar su relación con su esposo, Jackson (Robert Pattinson, "El faro / The Lighthouse").

Sissy Spacek ("Carrie") y Lakeith Stanfield ("Déjame salir / ¡Huye! / Get Out"), completan el elenco.

"Cuando leí el libro, vi una historia de amor que podía desarrollar", empezó Ramsay, pues se trata de una adaptación de la novela Matate amor de la argentina Ariana Harwicz. "Fue desgarrador leer el libro por primera vez, fue devastador pero poderoso", continuó Lawrence, mientras Stanfield recordaba su decisión al aceptar el papel: "cuando lo leí, por primera vez vi un espejo de lo que significaba estar realmente vivo como creador, tenía que formar parte de ello".

Durante la conversación, tomó protagonismo una discusión acerca de la maternidad, con la estrella de "Joy" reflexionando en su vida personal: "Como madre, era muy difícil separar lo que yo haría de lo que haría mi personaje. No sabía que podía sentir tanto y mi trabajo tiene mucho que ver con las emociones, me ha abierto el mundo".



"El posparto -agregó Lawrence- es extremadamente solitario. Aunque la historia sitúa a la pareja en Montana, sin comunidad, la ansiedad y la depresión te aíslan sin importar dónde estés. Te sientes como un alienígena".

Pattinson, quien dio la bienvenida a su primera hija el año pasado, corroboró este pensamiento: "tener hijos ha revitalizado mi forma de trabajar". Lawrence se refirió a la prensa entre risas: "Recomiendo mucho tener hijos hombres si quieren ser actores".

"Intentar entender tu rol en la relación después de tener un hijo es increíblemente difícil", añadió sobre su personaje. "El no tiene las herramientas para apoyar. Solo espera que todo vuelva a ser como antes, sin entender por qué este 'intruso' llegó a sus vidas".

Asimismo, la actriz de 34 años acreditó parte de su inspiración al momento de explorar su personaje a "Sandra Bullock saliendo del agua en 'Gravity' y renaciendo", especialmente al abordar la transformación de este durante el transcurso de la película. El actor inglés, por su lado, agradeció el rol de Ramsay en crear un proceso fluido de trabajo: "cuando confías tanto en tu director, se hace fácil".

El elenco recordó su experiencia viendo la cinta por primera vez en el famoso teatro Lumière la noche anterior. Spacek compartió su interpretación al evidenciar su trabajo: "Me sentí esperanzada con la historia y con el final de la película, sentí una luz al final del túnel". Finalmente, Stanfield explicó que lo evidenciado fue el resultado de "liberarse en las experiencias", pues, "era la mejor manera de explorarlas y quizás también es la mejor forma de explorar la vida".

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