Guillermo del Toro explica en Cannes porqué casi todos sus discos son bandas sonoras: "Soy mexicano y extremadamente sentimental"
- por © Michelle Dassum (Cannes)-NOTICINE.com

En una masterclass durante el Festival de Cannes, el pasado domingo, el cineasta mexicano Guillermo del Toro y el compositor Alexandre Desplat desgranaron su proceso creativo, revelando cómo la música se convierte en un personaje más de sus películas. "El 90% de lo que escucho son bandas sonoras", confesó el director mexicano, recordando que sus primeros discos fueron los de "Tiburón" (John Williams) y "El Padrino" (Nino Rota). Para él, el cine y la música son inseparables: "Spielberg filma como un compositor, y Williams compone como un director. Esa fusión es hermosa".
El universal cineasta nacido en Guadalajara subrayó que en su infancia y juventud no había video ni internet, y la única forma de rememorar una película era escuchar de nuevo su "soundtrack".
La colaboración entre ambos artistas comenzó con una llamada telefónica de "Memo" cuando Desplat ganó su primer Oscar por "El Gran Hotel Budapest". "Le invité a un sushi caro, aunque estábamos por filmar una película sobre un personaje anfibio", bromeó Del Toro, refiriéndose a "La forma del agua" (2017), film que les dio sendos premios de la Academia. El director admitió que, antes de trabajar con Desplat, evitaba las sesiones de grabación por limitaciones presupuestarias: "En el cine independiente, elegías entre dos violines más o tu pasaje de avión. Yo optaba por los violines".
Del Toro defendió el arte como acto de vulnerabilidad: "Soy mexicano y extremadamente sentimental. En el estudio con Alexandre, hasta que no lloro, no descansamos". Esa filosofía se traslada a su próxima obra, "Frankenstein", que niega sea de terror: "Es una historia sobre paternidad e identidad. Para mí, la criatura no es un monstruo; la gente juzga mal lo diferente", explicó. Desplat coincidió: "La música será lírica, no aterradora. El cine de Guillermo es poético, como Mary Shelley".
Al analizar "La forma del agua", Del Toro reveló que buscó "un musical sin canciones", inspirándose en Vincente Minnelli. "La cámara fluía como en un baile, y la música de Alexandre completaba esa ilusión". Para demostrarlo, mostraron una escena primero sin audio y luego con la partitura, evidenciando cómo la música redefine la narrativa.
El director tapatío criticó la tendencia actual hacia el distanciamiento emocional: "Muchos creen que el arte debe ser frío. Nosotros arriesgamos". Una postura que, según él, define su filmografía: desde los kaijus de "Titanes del Pacífico" (2013) —que predijo un 2025 apocalíptico— hasta la criatura anfibia de "La forma del agua", todas sus obras exploran la otredad a través de melodías visuales y sonoras 105.
Con "Frankenstein", prevista para noviembre de 2025, Del Toro y Desplat nos brindarán otra sinfonía cinematográfica donde, como advirtió el compositor, "lo importante no es el susto, sino el crecimiento de los personajes".
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El universal cineasta nacido en Guadalajara subrayó que en su infancia y juventud no había video ni internet, y la única forma de rememorar una película era escuchar de nuevo su "soundtrack".
La colaboración entre ambos artistas comenzó con una llamada telefónica de "Memo" cuando Desplat ganó su primer Oscar por "El Gran Hotel Budapest". "Le invité a un sushi caro, aunque estábamos por filmar una película sobre un personaje anfibio", bromeó Del Toro, refiriéndose a "La forma del agua" (2017), film que les dio sendos premios de la Academia. El director admitió que, antes de trabajar con Desplat, evitaba las sesiones de grabación por limitaciones presupuestarias: "En el cine independiente, elegías entre dos violines más o tu pasaje de avión. Yo optaba por los violines".
Del Toro defendió el arte como acto de vulnerabilidad: "Soy mexicano y extremadamente sentimental. En el estudio con Alexandre, hasta que no lloro, no descansamos". Esa filosofía se traslada a su próxima obra, "Frankenstein", que niega sea de terror: "Es una historia sobre paternidad e identidad. Para mí, la criatura no es un monstruo; la gente juzga mal lo diferente", explicó. Desplat coincidió: "La música será lírica, no aterradora. El cine de Guillermo es poético, como Mary Shelley".
Al analizar "La forma del agua", Del Toro reveló que buscó "un musical sin canciones", inspirándose en Vincente Minnelli. "La cámara fluía como en un baile, y la música de Alexandre completaba esa ilusión". Para demostrarlo, mostraron una escena primero sin audio y luego con la partitura, evidenciando cómo la música redefine la narrativa.
El director tapatío criticó la tendencia actual hacia el distanciamiento emocional: "Muchos creen que el arte debe ser frío. Nosotros arriesgamos". Una postura que, según él, define su filmografía: desde los kaijus de "Titanes del Pacífico" (2013) —que predijo un 2025 apocalíptico— hasta la criatura anfibia de "La forma del agua", todas sus obras exploran la otredad a través de melodías visuales y sonoras 105.
Con "Frankenstein", prevista para noviembre de 2025, Del Toro y Desplat nos brindarán otra sinfonía cinematográfica donde, como advirtió el compositor, "lo importante no es el susto, sino el crecimiento de los personajes".
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