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South Series Festival: Una cita con Diane Kurger, estrella en Cádiz

por © Carolina G.Guerrero (Cádiz)
Diane Kruger, en Cádiz (SISF)
Diane Kruger, en Cádiz (SISF)
Diane Kruger caminaba por Cádiz con la discreta urgencia de quien tiene poco tiempo. Su visita a la tercera edición del South International Series Festival era un paréntesis apretado en una agenda repleta, un viaje relámpago para presentar "Pequeños desastres", la miniserie de HBO Max en la que da vida a Jess, una madre cuya vida perfecta se resquebraja. "Solo tuve tiempo de tomar algo cerca del hotel", admitiría más tarde. Aun así, le bastó para llevarse una impresión. "Cádiz me ha encantado lo poco que he podido ver", confesó, y reveló un plan más ambicioso: "Mi marido quiere instalarse aquí en España, cada vez con más convicción".

La actriz alemana, conocida por sus papeles en "Troy" o "Malditos bastardos", se encontraba en el Gran Teatro Falla, un lugar que definió como "precioso", para desgranar los detalles de este proyecto. No estaba sola. La acompañaban la escritora del libro original, Sarah Vaughan, y los productores Ash Atalla y Marianna Abbotts, formando un frente unido para hablar de una historia incómoda.

"Hay mucha presión sobre las mujeres", explicó Kruger, refiriéndose al núcleo de la serie. "Sobre las expectativas de cómo debes criar a tus hijos, de cómo debes estar perfecta, seguir manteniendo tu cuerpo y todo lo demás, y ser una madre ejemplar". Su personaje, Jess, encarna esa contradicción: una mujer con una casa preciosa, una relación de pareja y hijos que, desde fuera, lo tiene todo. Por eso, "parece que no tiene derecho a quejarse". Pero una herida inexplicable en la cabeza de su hija lo cambia todo, obligando a su amiga Liz, médico de urgencias, a tomar una decisión que agriará su sólida amistad.



Kruger habló del proceso de meterse en la piel de alguien tan cuestionado. "La primera impresión no es tan buena", admitió con franqueza. "Dices bueno esto no va a ser un buen día, al tener que interpretar este papel tan duro, emociones encontradas, sensaciones muy fuertes". Para ella, fue una oportunidad para "sentir emociones no placenteras desde luego". Aclaró que ella personalmente no ha sufrido depresión postparto, pero que el reto era "hablar en nombre de muchas mujeres que no lo han pasado tan bien". Subrayó que "lo que he tenido que interpretar es algo verídico".

La conversación derivó hacia su manera de trabajar, hacia lo que busca en un personaje a estas alturas de su carrera. "Busco la verdad, reflejar la vida de las mujeres tal y como es", afirmó. Dijo que le interesan "las mujeres reales, aquellas alejadas de estereotipos, como mi vida o la de mis amigas". Por eso aceptó sin dudar este "guión desafiante", que aborda la cara B de la maternidad, la que "no sale en los anuncios de cereales".

Comparó también sus experiencias de rodaje al otro lado del Atlántico. "En Europa es todo más acogedor, el equipo es como una gran familia, es todo más íntimo, más familiar", contó. "En cambio al otro lado del charco, las superproducciones te ponen todo tipo de supercomodidades, coches de alta gama, ayudantes, vamos que te agasajan".

Kruger reflexionó sobre esa dualidad. "La comunidad te puede dar lo mejor, lo más bonito, pero también ser el mundo más duro y desafiante", dijo, hablando de ese entorno que juzga y sostiene a la vez. España, sin embargo, se le antoja un lugar más acogedor. Contó que ha estado en el país "bastante porque mi media naranja –el actor Norman Reedus– está rodando en Madrid". "Tengo casa en Francia, he estado en Marbella en verano, pero España se ha convertido en un tercer hogar", confesó. "Norman está tratando de que nos mudemos aquí permanentemente".

Sarah Vaughan, la autora de la novela en la que se basa la serie, aportó otra capa de profundidad al revelar el origen personal de la historia. "Esta obra, al igual que la anterior, 'Anatomía de un escándalo', estaba relacionada con mi propia vida, con una época oscura que sufrí". Dijo que escribir un libro no debería ser una terapia, pero reconoció que ambas obras han sido "formas de explorar aspectos más oscuros de mi vida". El thriller, explicó, es una buena manera de hacerlo porque "te lleva al final a una redención que los espectadores pueden disfrutar".

El productor Ash Atalla recordó cómo tuvo que "rogarle a Sarah porque había mucha gente interesada en comprarle los derechos" del libro. Lo que le atrajo fue "su universalidad, qué haría yo en esa situación como padre para proteger a mi hija. Y la percepción sobre la presión de la paternidad, que es diferente de la de la maternidad".

Marianna Abbotts, por su parte, resumió el mensaje que intentan transmitir: "Una mujer puede ser perdonada por cometer un pequeño desastre. Intentamos transmitir lo dura que es la maternidad y cómo nos juzgamos a nosotras mismas y las demás personas".

"Pequeños desastres", una miniserie de seis capítulos, se estrenará en España el próximo mes de octubre.

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