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Asume Angelina Jolie en San Sebastián su preocupación por la situación en EEUU: "No lo reconozco"

por © Carolina G.Guerrero (San Sebastián)-NOTICINE.com
Jolie, en San Sebastián (SSIFF-CGG)
Jolie, en San Sebastián (SSIFF-CGG)
La actriz Angelina Jolie borró en San Sebastián, este pasado fin de semana, cualquier sensación de divismo. En su encuentro con la prensa para presentar el estreno europeo de la película "Couture", lanzada en Toronto, la estrella estadounidense no esquivó ninguna pregunta, ni siquiera las muy personales sobre sus problemas de salud. Tampoco las políticas, en un momento en que su país para escorarse peligrosamente al autoritarismo. "Es una pregunta muy difícil", comenzó, con un tono medido que contrastaba con la frivolidad que a menudo rodea a estos eventos. "Tengo que decir que amo a mi país, pero en este momento no lo reconozco".

Jolie, cuya vida se ha desarrollado en una esfera internacional, habló de divisiones y libertades. "Siempre he vivido internacionalmente. Mi familia es internacional. Mi vida, mi visión del mundo, es igualitaria y unida". Con una gravedad inusual en una rueda de prensa, añadió: "Cualquier cosa, en cualquier lugar, que divida o limite las expresiones personales y las libertades personales creo que es muy peligrosa". Parecía elegir cada palabra con un cuidado exquisito. "Creo que son tiempos tan serios que debemos tener cuidado de no decir cosas con frivolidad. Así que tendré cuidado en una conferencia de prensa… Pero estos son tiempos muy, muy pesados".

La conversación derivó entonces hacia la película y hacia un territorio personalmente doloroso para la actriz. En "Couture", dirigida por Alice Winocour, Jolie interpreta a Maxine, una directora de cine a la que le diagnostican cáncer de mama. Un eco de su propia vida resonó en la sala cuando se le preguntó por ello. "Sí elegí operarme porque perdí a mi madre y a mi abuela muy jóvenes, y tengo el gen BRCA1", explicó Jolie, refiriéndose a su doble mastectomía preventiva en 2013. "Así que elegí hacerlo hace una década". Fue clara al matizar: "Esas son mis decisiones. No digo que todo el mundo deba hacerlo así, pero es importante tener la elección".



Pero fue el recuerdo de su madre, Marcheline Bertrand, fallecida por cáncer de ovario en 2007, lo que quebró la compostura de la estrella. Al ser interrogada sobre un collar de su madre que llevaba en el film, la emoción la inundó. "Es muy difícil hablar de mi madre", dijo, con la voz quebrada. "Les habría encantado mi madre. Sí llevé el collar de mi madre. También llevé sus cenizas". La universalidad del dolor unió a la actriz con el público en ese instante. "Creo que probablemente todos en esta sala han estado sentados en una habitación de hospital —tal vez algunos de ustedes han pasado por cosas más heavys—".

En un deseo íntimo y conmovedor, compartió lo que hubiera querido para ella. "Ojalá ella hubiera tenido esta comunidad. Ojalá hubiera podido hablar más abiertamente y que la gente respondiera tan amablemente como lo han hecho ustedes y no sentirse tan sola". Imaginando qué consejo le daría Bertrand a su personaje, concluyó: "Creo que le habría dicho a Maxine que viviera cada día y que se centrara en la vida y que no diera nada por sentado en casa. Lo siento si no respondí correctamente, pero estoy muy emocionada".

La película en sí, ambientada en el frenesí de la Semana de la Moda de París, sirve de telón de fondo para esta introspección. No se centra solo en Maxine, sino que entrelaza su historia con la de Ada, una joven modelo de Sudán del Sur (Anyier Anei) que escapa de un futuro difícil, y Angèle (Ella Rumpf), una maquilladora francesa con aspiraciones literarias. Louis Garrel completa el reparto como el cinematógrafo con el que Maxine inicia una relación.

El actor francés aportó luego una perspectiva cruda y necesaria sobre cómo la película aborda la enfermedad. "Habla de cáncer pero también de sexo, obviamente", afirmó Garrel. "Porque, en general, cuando se habla de cáncer, especialmente de cáncer de mama, es con un tono patético. Y esta vez no es patético en absoluto. Puede ser dramático, pero también está conectado con el deseo. Porque cuando alguien pasa por algo así, el erotismo puede seguir existiendo".

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