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Fernando Tejero, Premio Ciudad de Huelva: "Creo que quiero más a mis perros que a los seres humanos, porque está la cosa muy rara"

por © Jon Apaolaza (Huelva)-NOTICINE.com
Fernando Tejero
Fernando Tejero
El destino parecía dirigir al cordobés Fernando Tejero a continuar la labor de su padre, pescadero, y heredar el negocio familiar. García Lorca se cruzó en ese destino y en un giro de guión convirtió al actor en uno de los personajes más emblemáticos y queridos de la televisión, como el avispado portero de la telecomedia "Aquí no hay quien viva". Este miércoles, Tejero recibía el Premio Ciudad de Huelva en el Gran Teatro de la capital obubense, después de un encuentro con NOTICINE.com en el que compartió el nacimiento de su vocación, su actual momento dulce y su amor incondicional por los tres perros con los que comparte su vida, "los tres de protectora", enfatiza.

- ¿Cómo se encuentra?
Yo muy bien, con un trancazo (gripe) brutal. No he dormido en toda la noche, pero bien, feliz, muy feliz de estar aquí, en Huelva, en este maravilloso festival, y encima recibiendo este premio, que para mí es un honor grandísimo, muy prestigioso. Me encanta que se hagan premios a una trayectoria, que no te lo den cuando ya te estés muriendo, y a mí, que llevo casi treinta años ya en esto, pues es como celebrar toda la trayectoria que tengo. Y encima a la gente a la que se lo han dado otros años son personas a las que yo admiro mucho

- ¿Podríamos remontarnos a cuando nace su vocación? ¿Estaba usted en Córdoba en ese momento?
Sí, sí, sí... Además, yo estaba en Córdoba y es que prácticamente no salía de Córdoba. Cuando hice la EGB y la terminé, mi padre me preguntó si quería estudiar o trabajar. Y dije: "Pues yo quiero ser actor". Y me dijo: "Pues a trabajar". Y entonces me puso a trabajar con él en el negocio de la pescadería. Yo por aquel entonces, para entrar en la Escuela de Arte Dramático de Córdoba, o en cualquiera de las públicas, necesitaba hasta el tercero de BUP (Bachillerato). Y entonces por las noches hice BUP, lo que pasa que, bueno, en mi casa no me apoyaba nadie. Me decían: "¿A dónde vas, sin contactos, con lo feo que eres?". Es verdad que yo ahora me considero que estoy bastante más salado de cara, pero es que yo por aquella época era más feo que un pie.



- ¿En qué momento usted decide, siendo un chaval, que quería ser actor?
Pues a mí me mandan, en séptimo, leer "La casa de Bernarda Alba", y yo leo esa función, me gusta tanto que empiezo a leer todas las funciones de Lorca. Y a las dos semanas de leer aquella obra va al Gran Teatro de Córdoba "Bodas de Sangre", y yo veo ese montaje, me aficiono al teatro y entonces digo: "Yo quiero hacer esto". Quise ser actor por el teatro.

- ¿Cuántos años tenía en ese momento?
Pues tenía catorce, pero yo ya como con ocho o nueve, sabía que quería ser artista, no sé si era cantando o siendo actor, pero de verdad que me viene desde muy jovencito. A mí ya en la escuela, en cuarto de EGB, me cogieron para hacer un pequeño teatrito en la escuela, pero cuando yo decido: "Quiero ser actor", es cuando leo a Lorca.

- ¿Y cómo se lo toma su familia cuando ya empieza a estudiar para ser actor?
Bueno, al principio decían: "Pues ya se cansará", porque yo en los dos primeros años hacía un intensivo que era jueves, viernes, sábado y domingo, y el resto de la semana trabajaba con mi padre en Córdoba. Y mi padre decía: "Bueno, pues ya se cansará", hasta que ya en cuarto tomo la decisión de irme para Madrid y quedarme allí. Y al principio, decían "Está loco". Yo decía: "Empiezo a hacer teatro". "Bueno, si no sales por la tele", me contestaban en casa. Bueno, y claro, como yo digo, cuando viajaba, que no tenía un duro, que iba a estudiar, yo cogía el autobús este que tiraba más horas... y no iba nadie a recogerme ni a llevarme a la parada. Y cuando empecé a trabajar, que ya voy a coger el AVE, todo el mundo quería ir a recogerme. Mis padres, ahora, que ya están muy mayores, pero lloran, y mi padre dice: "Es el único...". Porque mis hermanos querían ser toreros, y mi padre, como quiso ser torero, pues a ellos sí les ayudó, pero a mí no me apoyó en lo de actor, ¿no? Entonces, él ahora dice: "Mi Fernando, fíjate lo que ha conseguido, solo. Nadie confiábamos en él, ¿no?

- Ahora sí está orgulloso de usted, su padre...
Muy orgulloso. Yo creo que incluso más que yo. Pienso que ellos son más conscientes de mi carrera y de mi éxito y de todo lo vivido que yo.

- Cuando a esa temprana edad pensó que quería ser actor, ¿se imaginaba por un momento cómo iba a ser ese futuro suyo? ¿Se veía usted como es ahora?
No, en absoluto. Quizás de no haberme ido a Madrid, hubiera seguido en Córdoba, porque me eché novia —pobrecita, ya ves tú, la engañé a ella, me engañé yo (desde hace años asumió su homosexualidad abiertamente)—, y yo tuve dos novias, y bueno, y si me descuido un rato...

- ... Se casa...
Me hubiese casado, porque mi padre me iba a dejar un negocio de pescadería. Y hasta que un día, con veintisiete años, fui al cine —porque yo iba mucho al cine—. Fui a ver "Historias del Kronen", y al salir digo: "Me voy a Madrid, que me da igual, que yo no me voy a morir, al menos sin probar". Había algo en mi interior que me decía que como mínimo iba a vivir de esto, de verdad, desde siempre. A ver, luego cuando estás en Madrid, pues hay días que dices: "Madre mía, ¿qué hago aquí en esta escuela con ochocientas personas? Yo, uno de los mayores, porque todos tenían veinte años, yo veintisiete". Pero, ya digo, algo en mi interior me decía que yo me iba a dedicar a esto.Y bueno, lo que pasa es que, claro, como usted bien dice, yo no sabía que... A ver, todo no empieza con "Aquí no hay quien viva" y con el pelotazo. Yo había hecho mucho teatro con Animalario, sin cobrar, montar escenografías, de lo que estoy muy orgulloso porque hoy valoro mucho más lo que tengo, ¿no? Y luego hice "Los lunes al sol", alguna figuración en series como "Policías", "Periodistas"... hacía episodios, pero claro, lo que no me imaginaba en la vida, que me cuesta todavía a día de hoy creérmelo, es ese bombazo que yo pegué con "Aquí no hay quien viva" y con "Días de fútbol", que se estrenaron la misma semana.

- ¿Y hasta qué punto ese personaje del portero es una creación suya o estaba cien por cien en el guion?
A ver, es cierto que Laura Caballero (una de las guionistas) era amiga mía, porque yo era amigo de su novio y ella y yo llevábamos tiempo conociéndonos. Entonces ella bebe, o sea, bebía, de mi acento, de mi forma de expresarme. A ver, Emilio es el personaje que más tenía de mí. Yo no era un vago ni era un... despropósito de ser que era este hombre, ¿no? Pero sí, claro, mi padre en la ficción se llamaba Mariano porque mi tío, el que me crió, se llamaba Mariano. Yo hablaba en la serie de que mi hermano tenía una pescadería en Córdoba. O sea, que bebía mucho de mí y luego yo improvisaba muchísimo, claro.

- ¿Y le dejaban?
Y me dejaban, sí. Bueno, si les funcionaba bien y si no, no, pero sí. Aparte hay muchas cosas mías que yo utilizaba en mi vida, muchas expresiones, y ellos bebieron de ahí y, claro, y la mitad del personaje pues sí era una creación mía, por llamarlo de alguna forma. Y al principio mi personaje era de reparto, yo tenía como tres secuencias, y en el cuarto episodio ya era el protagonista, ¿no? Y ya digo que, bueno, que jamás piensa uno que va a llegar a donde he llegado ni de la forma en que he llegado y todavía insisto, todavía a mí me cuesta creérmelo, ¿no? Yo me sigo emocionando, por ejemplo, cuando hace poco me llamó Amenábar para una película ("El cautivo") y yo decía: "A mí...". Me cuesta creerme a dónde he llegado.

- Uno de los peligros o de los riesgos que puede tener algún actor es encasillarse, ¿no? Usted se tiró años haciendo ese personaje. ¿Ahora cree que ha sido capaz de superar el que la gente solamente piense en aquel personaje?
En realidad no he estado tantos años haciendo ni una serie ni otra. Yo con "Aquí no hay quien viva" estuve tres años, que cualquier serie ha durado más. Por ejemplo, Machi y Paco León han estado más tiempo haciendo "Aída" o Imanol en "Cuéntame". Lo que pasa es que, claro, el nivel mediático fue horroroso. Yo sí hubo un momento en que estaba como peleado porque seguía haciendo películas a la vez que la serie. He hecho cincuenta películas y, claro, estaba como enfadado porque decían que a mí me conocen por el personaje este, ¿no? Pero un día Francino (presentador de un programa radiofónico) me abrió los ojos y me dijo: "Pero ¿cuántos actores pueden decir lo que usted, que ha hecho un personaje histórico de la historia de la televisión?"... En realidad no he dejado de trabajar y he hecho muchos registros. Creo que el peor encasillamiento es el del paro.

- Algo que pocos conocen es su amor por los perros...
Tengo tres, tres perritas. Son rescatadas, de protectora, son dos pomeranians y una yorkshire. Porque yo me las suelo llevar a casi todos los sitios. Pues tienen que ser perros pequeños, porque si no, ¿dónde llevo yo a tres perracos? Muchas veces digo: "Ojalá que me duren mucho tiempo", pero es que yo llevo toda la vida con perros. Creo que me moriré teniendo perros. Porque además es que cada día me gustan más que las personas, viendo cómo está el panorama. Ahora mismo creo que quiero más a mis perros que a los seres humanos, porque está la cosa rara, muy rara.

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