El próximo 4 de diciembre se presenta en las salas de cine mexicanas "Monstruo de Xibalba", el largometraje dirigido por Manuela Irene Espitia, originaria de Ciudad de México. Esta opera prima propone una exploración profunda y a la vez sensible de los procesos de crecimiento que se encuentran entrelazados con las grandes interrogantes de la vida y el inevitable encuentro con la muerte.

"Monstruo de Xibalba" lleva al espectador a acompañar a Rogelio, un niño de ocho años interpretado por el actor natural Rogelio Ojeda, quien previamente participó en la cinta "Welcome al Norte" de Gustavo Loza. Rogelio se encuentra de visita en Yucatán junto a su niñera, encarnada por Teresa Sánchez (a quien se vio recientemente en "Tótem", dirigida por Lila Avilés en 2023). En medio de este escenario, el niño alberga una intensa curiosidad acerca de la muerte. Es precisamente al conocer a un hombre ermitaño y de avanzada edad cuando surge en Rogelio la posibilidad de estar frente a la figura de aquel "Monstruo de Xibalba" del que ha escuchado.

El relato se sumerge en la infancia no solo para abordar el simple acto de crecer, sino para encarar temas complejos como la certeza de morir y la pérdida. Además, la película constituye una representación de la cultura mexicana, utilizando la mitología maya como cimiento para esta búsqueda vital que emprenden sus protagonistas.

La película, que narra una historia ambientada en la península de Yucatán, ha recorrido ya diversos festivales internacionales, donde fue recibida con reconocimientos. Entre ellos se cuentan el premio a Mejor Película Mexicana en el Festival de Cine Internacional de Monterrey y el de Mejor Película Internacional en el Festival de Cine de Santorini, en Grecia.

La trayectoria de Espitia en la industria cinematográfica mexicana se había cimentado previamente con varios cortometrajes. En 2015, su trabajo "Un gesto" formó parte de la Selección Oficial del Festival Internacional de Cine de Morelia, el Festival Cinelatino Toulouse y también tuvo presencia en Shorts México. Tres años más tarde, en 2018, filmó en Colombia el cortometraje "Sol de llano", logrando la selección oficial del prestigioso Festival Clermont Ferrand.



La directora, Manuela Irene Espitia, quien cursó la licenciatura en Cine y Televisión en Centro y una maestría en Guion en la London Film School (LFS), ha señalado la intención del filme al reflexionar sobre la niñez: "La película evoca esta etapa temprana de la vida no como un tiempo idílico, sino como un despertar a un mundo complejo en el que el niño se debe conciliar con hechos tan fuertes como la falta de amor o la certeza de la muerte", indicó. También hizo hincapié en la universalidad de estas preguntas: "Naturalmente los niños preguntan ¿para qué estamos? ¿Por qué existe el universo?, los adultos no tenemos respuesta".

El origen de esta exploración se remonta a la propia infancia de la cineasta, una etapa marcada por una pregunta obsesiva. "Cuando le pregunté a mis papás me dijeron que no sabían y yo pensaba cómo era posible eso", recordó la realizadora, añadiendo que "la verdad es que le tenía mucho miedo a la muerte, pensaba en ello obsesivamente". Inspirada en esa etapa de su vida, Manuela Irene escribió una película que tardó catorce años en concretarse (desde 2010 a 2014) y que finalmente llega a las salas de cine.

El rodaje aprovechó el entorno de la selva maya en Yucatán, lo que permitió que el propio paisaje se integrara en las atmósferas de la cinta. El equipo se aseguró de mantener una coherencia que trasciende lo narrativo, buscando reflejar la riqueza cultural del estado. La película incluye escenas con diálogos en maya, para cuya escritura en el guion se requirió la asistencia de un traductor.

El elenco principal, que también cuenta con Gibran Alonso y Leonel Pat Yeh, integra además a Socorro Loeza. La participación de Loeza, artista escénica maya cuyo trabajo se ha centrado en el fortalecimiento de las tradiciones y la lengua de su cultura, resultó fundamental. Su labor como actriz, docente y directora de teatro le valió la Medalla Yucatán en 2024, un reconocimiento estatal otorgado a quienes contribuyen al enriquecimiento cultural mediante actividades científicas y artísticas.

El proyecto de "Monstruo de Xibalba" fue gestado a lo largo de los años. En 2010, la propuesta ganó la beca Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA). También contó con el apoyo de EFICINE, y en 2021, en pleno periodo de la pandemia por COVID-19, se convirtió en el primer proyecto respaldado por la convocatoria Producción de Cine para las Infancias, impulsada por Focine. Este apoyo destaca en un panorama donde, según datos extraídos del Anuario Estadístico editado por el Imcine, la producción enfocada para niños no alcanza siquiera el 1% de la producción cinematográfica general en México.

La directora abordó el tema de la muerte en el set sin una conversación directa con el protagonista infantil. El niño, al leer el guion completo en voz alta, ofreció su propia comprensión de la historia. "Ahí me dijo: está bonito, pero triste; es hermoso, pero melancólico. Y ya. Entendí que él entendía todo lo que yo quería trasmitir", apuntó Manuela Irene sobre la reacción de Rogelio Ojeda.

Otro de los propósitos de la realizadora fue el de plasmar una relación diferente entre el ser humano y la naturaleza. "Poner que otro tipo de relación es posible, que no sólo se trata de explotación, devastación, que puede haber otro acercamiento", expresó la directora, buscando mostrar la posibilidad de un vínculo distinto con el entorno.

La música del film estuvo a cargo de Tomás Barreiro, compositor que ha trabajado en cintas como "Las niñas bien", "La cocina" y "Señora influencer". Producida por Cine Provincia y distribuida por Mandarina Cine, "Monstruo de Xibalba" está lista para su estreno en salas mexicanas este diciembre.

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