Ana de Armas se emociona porque en Cuba "todos me dan las gracias" por su carrera
- por © Redacción-NOTICINE.com
La actriz cubana Ana de Armas ha logrado en Hollywood más que muchas actrices estadounidenses: posee una nominación al Oscar por su papel (muy discutido por algunos en función de su discutible acento) como Marilyn Monroe en el drama biográfico "Blonde", dirigido por Andrew Dominik. Sin embargo, este reconocimiento, lejos de ser la culminación de un proceso, ella lo siente como un punto de partida que sigue exigiendo una reafirmación en la industria.
Durante su participación en el Festival de Cine del Mar Rojo, la actriz rememoró los tensos inicios de la producción de "Blonde", un proyecto que requirió un esfuerzo de convicción significativo por su parte. "No voy a decir quién, pero no todos estaban a favor de mi elección para el papel", recordó la intérprete sobre los encuentros en las etapas de preproducción con el director australiano y algunos de los productores del film.
De Armas reconoció la perspectiva externa sobre esta decisión de casting. "Lo entiendo", continuó, refiriéndose a su actuación nominada al Oscar. "Una cubana interpretando a Marilyn Monroe es muy extraño". Relató la dificultad inicial, manifestando que tras una semana de preparación en solitario, su acento era "un desastre". A pesar de estos obstáculos, la determinación fue clave. "En resumen, conseguimos convencer a los productores de que yo era la elección correcta", explicó. Subrayó, además, la inquebrantable fe del director en su visión, mencionando que Andrew Dominik había estado intentando sacar adelante la película durante una década y "no la haría con nadie más". La actriz describió la experiencia de asumir el personaje como la más desafiante de su trayectoria hasta la fecha: "Es lo más aterrador que he hecho en mi vida. Fue una tortura bella y deliciosa".
Paradójicamente, la actriz relató que la nominación al premio de la Academia no se tradujo de forma inmediata en una transformación de los roles que le ofrecen. Expresó que persiste la sensación de que algunas personas consideran su éxito como algo fortuito. "Hay quienes sienten que fue una casualidad, como si de alguna manera lo hubiera logrado por suerte", comentó. La actriz añadió que aún experimenta "esta sensación de tener que volver a probarme de alguna manera". Si bien reconoció que participar en grandes películas de acción como "Ballerina" resulta "divertido", también enfatizó que este tipo de papeles "no son todo lo que tengo para ofrecer".
La campaña de premios por "Blonde" también trajo consigo un sentimiento de aislamiento para la actriz. Ella lamentó ser la única persona del equipo de la película cuyo trabajo recibió reconocimiento. "Queríamos más para la película", afirmó. "Yo no era lo único bueno de la película. Andrew merecía ser reconocido, el equipo de peluquería y maquillaje, tantos departamentos y personas que ojalá hubieran recibido ese reconocimiento y aprecio de sus compañeros". Aunque expresó su alegría por la nominación individual, el ambiente se percibía solitario. "Estaba feliz, pero me sentí un poco sola en esos premios porque solo estaba yo representando la película y lidiando con toda la controversia y las preguntas difíciles y los temas de la película", reveló. No obstante, valoró la experiencia en su justa medida. "¿Pero al mismo tiempo, cuándo va a volver a pasar eso? Quizás sea la única vez que esté en esa sala, así que disfruté muchísimo de esa pequeña campaña", reflexionó.
En una circunstancia singular, De Armas terminó encarnando a la figura de Monroe para inmediatamente convertirse en "chica Bond". Debido a una lesión de Daniel Craig antes del rodaje de "No Time to Die", hubo que reorganizar los calendarios de filmación, obligando a la actriz a rodar primero la biografía de Dominik y luego regresar a la entrega de Bond. La transición fue abrupta. "Terminé 'Blonde' un viernes y empecé a rodar Bond un lunes", recordó. "En mi primera escena en la película, empecé a hablar como Marilyn". La actriz dispuso tan solo de "48 horas para despedirme de un gran personaje y empezar el siguiente". Aludió a que este solapamiento temporal se manifestó incluso en la pantalla: "Si miras a Paloma, puedes ver un poco de Marilyn en ella. No fue intencional, pero creo que la hizo aún más especial".
De Armas catalogó "No Time to Die" como una película que le "cambió la vida". Rememoró la llamada inicial del director Cary Joji Fukunaga, quien la contactó antes incluso de que existiera un guion para la producción de alto perfil. "Me llamó y me dijo: 'Quiero que estés en la película. Es una agente cubana. ¿Estás dentro?'". La respuesta de la actriz fue inmediata y con una clara motivación de representación. "Me encanta el trabajo de Cary, me encanta Daniel Craig y la franquicia Bond", continuó. "Si va a haber una agente cubana en una película de Bond, voy a ser yo. No me importa lo que sea ni por cuánto tiempo. Me encantó la idea, y representar a mi país era más importante que todo, así que sabía que tenía que confiar en el proceso". El tiempo de pantalla, aunque limitado, resultó ser de gran peso.
"Esos 15 minutos en pantalla hicieron mucho por mí", afirmó la actriz, citando el alcance global de la franquicia y el afecto del público. Señaló que la relevancia del personaje, "por pequeño que fuera, fue grande". El público respondió de manera memorable a la despedida de la agente. "La gente lo adoró. Cuando el personaje se despide y le da un puro, hubo una ovación de pie", narró. "Nunca olvidaré ese momento. Obtuve muchas oportunidades gracias a ese papel".
En cuanto a la recepción de su trabajo en su Cuba natal, la actriz manifestó que todos allí "siempre han brindado mucho apoyo". "Están muy orgullosos, hay muchísimo amor", afirmó. "Cada vez que vuelvo, es muy conmovedor. Por supuesto, la gente te pide selfies, pero nunca hay una persona que no me dé las gracias y eso es muy especial. No es algo que dé por sentado ni a lo que me acostumbre. Es muy bonito".
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Durante su participación en el Festival de Cine del Mar Rojo, la actriz rememoró los tensos inicios de la producción de "Blonde", un proyecto que requirió un esfuerzo de convicción significativo por su parte. "No voy a decir quién, pero no todos estaban a favor de mi elección para el papel", recordó la intérprete sobre los encuentros en las etapas de preproducción con el director australiano y algunos de los productores del film.
De Armas reconoció la perspectiva externa sobre esta decisión de casting. "Lo entiendo", continuó, refiriéndose a su actuación nominada al Oscar. "Una cubana interpretando a Marilyn Monroe es muy extraño". Relató la dificultad inicial, manifestando que tras una semana de preparación en solitario, su acento era "un desastre". A pesar de estos obstáculos, la determinación fue clave. "En resumen, conseguimos convencer a los productores de que yo era la elección correcta", explicó. Subrayó, además, la inquebrantable fe del director en su visión, mencionando que Andrew Dominik había estado intentando sacar adelante la película durante una década y "no la haría con nadie más". La actriz describió la experiencia de asumir el personaje como la más desafiante de su trayectoria hasta la fecha: "Es lo más aterrador que he hecho en mi vida. Fue una tortura bella y deliciosa".
Paradójicamente, la actriz relató que la nominación al premio de la Academia no se tradujo de forma inmediata en una transformación de los roles que le ofrecen. Expresó que persiste la sensación de que algunas personas consideran su éxito como algo fortuito. "Hay quienes sienten que fue una casualidad, como si de alguna manera lo hubiera logrado por suerte", comentó. La actriz añadió que aún experimenta "esta sensación de tener que volver a probarme de alguna manera". Si bien reconoció que participar en grandes películas de acción como "Ballerina" resulta "divertido", también enfatizó que este tipo de papeles "no son todo lo que tengo para ofrecer".
La campaña de premios por "Blonde" también trajo consigo un sentimiento de aislamiento para la actriz. Ella lamentó ser la única persona del equipo de la película cuyo trabajo recibió reconocimiento. "Queríamos más para la película", afirmó. "Yo no era lo único bueno de la película. Andrew merecía ser reconocido, el equipo de peluquería y maquillaje, tantos departamentos y personas que ojalá hubieran recibido ese reconocimiento y aprecio de sus compañeros". Aunque expresó su alegría por la nominación individual, el ambiente se percibía solitario. "Estaba feliz, pero me sentí un poco sola en esos premios porque solo estaba yo representando la película y lidiando con toda la controversia y las preguntas difíciles y los temas de la película", reveló. No obstante, valoró la experiencia en su justa medida. "¿Pero al mismo tiempo, cuándo va a volver a pasar eso? Quizás sea la única vez que esté en esa sala, así que disfruté muchísimo de esa pequeña campaña", reflexionó.
En una circunstancia singular, De Armas terminó encarnando a la figura de Monroe para inmediatamente convertirse en "chica Bond". Debido a una lesión de Daniel Craig antes del rodaje de "No Time to Die", hubo que reorganizar los calendarios de filmación, obligando a la actriz a rodar primero la biografía de Dominik y luego regresar a la entrega de Bond. La transición fue abrupta. "Terminé 'Blonde' un viernes y empecé a rodar Bond un lunes", recordó. "En mi primera escena en la película, empecé a hablar como Marilyn". La actriz dispuso tan solo de "48 horas para despedirme de un gran personaje y empezar el siguiente". Aludió a que este solapamiento temporal se manifestó incluso en la pantalla: "Si miras a Paloma, puedes ver un poco de Marilyn en ella. No fue intencional, pero creo que la hizo aún más especial".
De Armas catalogó "No Time to Die" como una película que le "cambió la vida". Rememoró la llamada inicial del director Cary Joji Fukunaga, quien la contactó antes incluso de que existiera un guion para la producción de alto perfil. "Me llamó y me dijo: 'Quiero que estés en la película. Es una agente cubana. ¿Estás dentro?'". La respuesta de la actriz fue inmediata y con una clara motivación de representación. "Me encanta el trabajo de Cary, me encanta Daniel Craig y la franquicia Bond", continuó. "Si va a haber una agente cubana en una película de Bond, voy a ser yo. No me importa lo que sea ni por cuánto tiempo. Me encantó la idea, y representar a mi país era más importante que todo, así que sabía que tenía que confiar en el proceso". El tiempo de pantalla, aunque limitado, resultó ser de gran peso.
"Esos 15 minutos en pantalla hicieron mucho por mí", afirmó la actriz, citando el alcance global de la franquicia y el afecto del público. Señaló que la relevancia del personaje, "por pequeño que fuera, fue grande". El público respondió de manera memorable a la despedida de la agente. "La gente lo adoró. Cuando el personaje se despide y le da un puro, hubo una ovación de pie", narró. "Nunca olvidaré ese momento. Obtuve muchas oportunidades gracias a ese papel".
En cuanto a la recepción de su trabajo en su Cuba natal, la actriz manifestó que todos allí "siempre han brindado mucho apoyo". "Están muy orgullosos, hay muchísimo amor", afirmó. "Cada vez que vuelvo, es muy conmovedor. Por supuesto, la gente te pide selfies, pero nunca hay una persona que no me dé las gracias y eso es muy especial. No es algo que dé por sentado ni a lo que me acostumbre. Es muy bonito".
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