¿Qué pueden esperar cinco personas que son secuestradas en medio de la noche en una carretera olvidada y luego son ofrecidas como piezas de cacería para un grupo de sádicos payasos asesinos? El músico y cineasta Rob Zombie tiene la respuesta y la ofrece, con todo lujo de sangrientos detalles, en su última película que ha presentado este miércoles en el Festival de Cine Fantástico de Sitges, en plena moda de bromistas que en Estados Unidos asustan a niños y adolescentes disfrazados de esa guisa. "31" es el nombre del film y hace alusión a la noche del 31 de octubre, Halloween, que es cuando se desarrolla la historia.

Protagonizado por la esposa del director, Sheri Moon Zombie, habitual en sus películas, y el mítico actor Malcolm McDowell, "31" hace alusión también al nombre del macabro juego al que son sometidos los secuestrados, quienes deben luchar por su vida durante las doce horas que permanecen encerrados en lo que se presenta como un "circo de los horrores".

"La idea de la película surgió hace unos cuatro años en California. Durante las celebraciones de Halloween, aparecieron payasos que aterrorizaban a la gente con motosierras. Dos años más tarde, cuando estaba haciendo una película que no acabó de funcionar, me vino la idea de un espacio confinado y se juntó con la historia de los payasos", dice el director, para quien el mundo del circo no le es desconocido.

"Cuando era chico mis padres trabajaban en un circo y muchos personajes de "31" están basadas en personas reales y que recuerdo de esos tiempos".

Esta es la sexta película como director del líder de la desaparecida banda de metal White Zombie, quien asegura no saber exactamente qué le pasa por la cabeza a la hora de imaginar sus películas.

"No sé, es como veo la vida. Siempre son personajes malos, nunca buenos. Supongo que tengo problemas mentales", dice el cineasta y reconoce además que sus historias están plagadas de personajes femeninos, que algunas veces son las villanas otras las víctimas, pero siempre están empoderadas, son fuertes. Y de esta peculiaridad disfruta Sheri Moon Zombie.

"Soy afortunada. Rob crea grandes personajes para mí. Cada personaje es diferente y es un reto. Disfruto interpretando todos los personajes. A mí no me agrada la violencia, ni la sangre, y hacer estos roles es un desafío. Lo hago porque es mi trabajo, me encanta ser actriz, pero no me lo paso muy bien haciendo ese tipo de escenas. ¿Qué tipo de persona sería si disfrutara de eso?", dice la actriz.

Finalmente el realizador dijo que hacer el tipo de cine que hace, no es fácil. Por eso, en esta oportunidad parte de la producción fue financiada por crowdfunding.

"El cine que me influenció para hacer películas es aquel que llaman de culto, que no se ve a gran escala, como las grindhouse movies. Por el tipo de película que hago no puedo contentar a todos. Hay gente a las  que les gusta y a otras no. Eso está bien para mí", comenta el cineasta.

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