Tonatiuh, entre los "10 actores a seguir" de Variety, aspira a ser "otra pinche diva"
- por © Redacción (México)-NOTICINE.com
El actor californiano de familia mexicana Tonatiuh, de 32 años, protagonista y potencial nominado al Oscar de "Kiss of Spider Woman", es el único latino de la recién anunciada lista "10 Actores a Seguir" de 2025, para Variety. El reconocimiento llega con su primer papel protagónico en la película de Bill Condon, una adaptación fílmica de la obra de Manuel Puig, que coprotagoniza con Jennifer López y Diego Luna. "Quiero pensar que este papel no solo es un reto artístico, también es un regalo para mi comunidad", contaba a US Weekly.
En la celda gris de una prisión argentina en 1993, él es Luis Molina, un diseñador gay encarcelado bajo cargos de indecencia pública. Es un rol que en el pasado ha valido premios Oscar y Tony a otros intérpretes. Pero en la narrativa de la película, Molina se refugia en la fantasía de un musical de la Edad Dorada de Hollywood, y es allí donde Tonatiuh se transforma en Kendall Nesbit, un personaje de brillante encanto pulido. La transición es tan radical que el espectador puede necesitar un momento para comprender que es la misma persona. "Literalmente puse una foto de Errol Flynn y dije: 'Quiero este pelo'", revela el actor sobre la construcción de Kendall.
Esa capacidad de cambio físico y esencial es algo que Tonatiuh valora profundamente. "Si llego a dejar algún legado, espero que sea como un transformista", comenta. "Cada personaje que hago quiero que sea lo más diferente posible —desde la esencia a la energía hasta las microexpresiones". Para acentuar el contraste entre el desgaste carcelario de Molina y la vitalidad de Kendall, el actor se sometió a una transformación física intensa, perdiendo 20 kilogramos en el lapso de aproximadamente 50 días. Las escenas del musical se filmaron primero, marcando un punto de partida del cual descender.
El trabajo en su primer papel protagónico de cine lo puso frente a frente con figuras consolidadas. Comparte la celda con Diego Luna, quien interpreta al preso político Valentín. Sobre esa dinámica, Tonatiuh recuerda la complicidad que surgió entre ellos. "Diego es tan inteligente, los chistes le salen a mil por hora. Entre dos mexicanos los chistes no paran, se sentía como familia", cuenta. Incluso bromeaban con el director. "Mi favorito era con Bill Condon: cada vez que lo veíamos decíamos 'ahí viene la cuenta'. Nos moríamos de risa".
Fuera de la prisión, en los números musicales, su compañera era Jennifer Lopez, quien da vida a la Mujer Araña. Bailar junto a ella representó un desafío particular. "Cuando me dieron el trabajo comenzamos en un Broadway Boot Camp. Bailar al nivel de Jennifer Lopez fue un entrenamiento", admite. Sin embargo, encontró en ella una aliada. "Ella es tan presente contigo, ¡es un amor! Había momentos en que me hacía reír mientras bailábamos, y eso te recuerda que no es perfección, es diversión". Y añade, "Verla trabajar es como ver un rayo caer. Ella ha sido una gran inspiración para mí, como latino en esta industria, al mostrar cómo simplemente tienes que crear lo que quieres crear".
En medio de este ascenso profesional, una de sus decisiones más personales ha sido usar únicamente su nombre de pila, Tonatiuh, como nombre artístico. Lo explica con naturalidad y un dejo de humor. "Estoy en una industria donde las audiencias no son solo latinas. Tener un nombresazo como Tonatiuh Lizarrarás en un póster es mucho. Y pensé: ¿cuántos Tonatiuh hay en el mundo haciendo lo que hago? Entonces quise que fuera mi marca. Al final, muchos artistas lo han hecho: Zendaya, Cher, Madonna… y a lo mejor nació otra pinche diva".
Detrás de esa afirmación desenfadada hay un profundo reconocimiento a los sacrificios que allanaron su camino. Si llegara una nominación al Oscar, o cualquier otro honor, tiene claro a quién llevaría consigo. "Mi mamá trabajaba en un Jack in the Box y luego abrió una barbería con mi tía que todavía sigue abierta", relata. "Antes de ir a trabajar manejaba casi una hora para llevarme a clases de actuación, luego hacía ocho horas de pie cortando pelo, y después regresaba por mí para llevarme a casa y cocinar. Nada de esto sería posible sin el apoyo y el amor de mi familia".
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En la celda gris de una prisión argentina en 1993, él es Luis Molina, un diseñador gay encarcelado bajo cargos de indecencia pública. Es un rol que en el pasado ha valido premios Oscar y Tony a otros intérpretes. Pero en la narrativa de la película, Molina se refugia en la fantasía de un musical de la Edad Dorada de Hollywood, y es allí donde Tonatiuh se transforma en Kendall Nesbit, un personaje de brillante encanto pulido. La transición es tan radical que el espectador puede necesitar un momento para comprender que es la misma persona. "Literalmente puse una foto de Errol Flynn y dije: 'Quiero este pelo'", revela el actor sobre la construcción de Kendall.
Esa capacidad de cambio físico y esencial es algo que Tonatiuh valora profundamente. "Si llego a dejar algún legado, espero que sea como un transformista", comenta. "Cada personaje que hago quiero que sea lo más diferente posible —desde la esencia a la energía hasta las microexpresiones". Para acentuar el contraste entre el desgaste carcelario de Molina y la vitalidad de Kendall, el actor se sometió a una transformación física intensa, perdiendo 20 kilogramos en el lapso de aproximadamente 50 días. Las escenas del musical se filmaron primero, marcando un punto de partida del cual descender.
El trabajo en su primer papel protagónico de cine lo puso frente a frente con figuras consolidadas. Comparte la celda con Diego Luna, quien interpreta al preso político Valentín. Sobre esa dinámica, Tonatiuh recuerda la complicidad que surgió entre ellos. "Diego es tan inteligente, los chistes le salen a mil por hora. Entre dos mexicanos los chistes no paran, se sentía como familia", cuenta. Incluso bromeaban con el director. "Mi favorito era con Bill Condon: cada vez que lo veíamos decíamos 'ahí viene la cuenta'. Nos moríamos de risa".
Fuera de la prisión, en los números musicales, su compañera era Jennifer Lopez, quien da vida a la Mujer Araña. Bailar junto a ella representó un desafío particular. "Cuando me dieron el trabajo comenzamos en un Broadway Boot Camp. Bailar al nivel de Jennifer Lopez fue un entrenamiento", admite. Sin embargo, encontró en ella una aliada. "Ella es tan presente contigo, ¡es un amor! Había momentos en que me hacía reír mientras bailábamos, y eso te recuerda que no es perfección, es diversión". Y añade, "Verla trabajar es como ver un rayo caer. Ella ha sido una gran inspiración para mí, como latino en esta industria, al mostrar cómo simplemente tienes que crear lo que quieres crear".
En medio de este ascenso profesional, una de sus decisiones más personales ha sido usar únicamente su nombre de pila, Tonatiuh, como nombre artístico. Lo explica con naturalidad y un dejo de humor. "Estoy en una industria donde las audiencias no son solo latinas. Tener un nombresazo como Tonatiuh Lizarrarás en un póster es mucho. Y pensé: ¿cuántos Tonatiuh hay en el mundo haciendo lo que hago? Entonces quise que fuera mi marca. Al final, muchos artistas lo han hecho: Zendaya, Cher, Madonna… y a lo mejor nació otra pinche diva".
Detrás de esa afirmación desenfadada hay un profundo reconocimiento a los sacrificios que allanaron su camino. Si llegara una nominación al Oscar, o cualquier otro honor, tiene claro a quién llevaría consigo. "Mi mamá trabajaba en un Jack in the Box y luego abrió una barbería con mi tía que todavía sigue abierta", relata. "Antes de ir a trabajar manejaba casi una hora para llevarme a clases de actuación, luego hacía ocho horas de pie cortando pelo, y después regresaba por mí para llevarme a casa y cocinar. Nada de esto sería posible sin el apoyo y el amor de mi familia".
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