Un informe del sector cinematográfico en salas, publicado por Proimágenes Colombia, muestra que a pesar de que se produjeron más películas colombianas este año que acaba, la cantidad de espectadores que acudieron al cine se desplomó un 45,7%, revirtiendo por segundo año consecutivo la tendencia de recuperación del negocio cinematográfico tras la pandemia.

La paradoja define el momento del cine colombiano: nunca antes se habían estrenado tantas películas nacionales en un año, pero nunca antes –en la última década– tan pocos colombianos fueron a verlas. Según el boletín Cine en Cifras (edición 29), correspondiente al periodo enero-noviembre de 2025, se proyecta que el año cerrará con 73 estrenos nacionales, continuando con el crecimiento sostenido que lleva la producción desde la pandemia. Sin embargo, la asistencia a estas películas colombianas se desplomó un 39,84% en comparación con el mismo periodo de 2024, y su taquilla real cayó un alarmante 45,7%.

Esto significa que, mientras la producción se consolida –el promedio anual pasó de 40 películas (2014-2019) a 70 en la actualidad–, el vínculo con el público se debilita. La participación del cine colombiano en el total de espectadores del país fue de solo 1,4% entre enero y noviembre, una de las cifras más bajas de los últimos 15 años.

El público colombiano sí fue a las salas. Se estima que 2025 cerrará con cerca de 49 millones de espectadores, una cifra similar a la de 2024. El dato positivo es que, en promedio, 84 de cada 100 colombianos asistió al cine al menos una vez este año.

No obstante, su preferencia se inclinó abrumadoramente por la producción internacional. Las películas colombianas solo lograron atraer a 528.121 espectadores en los primeros once meses del año.

El drama y el documental, los reyes de la producción

El informe detalla que, de los 69 estrenos hasta noviembre, los géneros predominantes fueron el documental (29 títulos) y el drama (26 títulos), que juntos representan casi el 80% de la oferta nacional. La comedia, el suspenso y otros géneros como el western, el terror y la acción tuvieron una presencia mínima.

En cuanto a la distribución, la empresa DOCCO lideró el mercado con 8 lanzamientos (11,59% del total), seguida por un grupo de tres distribuidoras –Grupo Sagitario, Danta Cine y Cinecolor– con 7 estrenos cada una.

Brechas de género y geográficas

El boletín también revela persistentes desigualdades. Solo el 14,9% de las películas estrenadas fueron dirigidas exclusivamente por mujeres, mientras que los hombres dirigieron el 82,6%. En producción, la participación femenina fue mayor (26,1%), aunque aún minoritaria.

Geográficamente, el consumo de cine se concentra en las principales ciudades. Bogotá acapara el 31,2% de la asistencia nacional total, seguida por Medellín (11%), Cali (8,3%) y Bucaramanga (4,5%).

Precios y pantallas

En medio de este panorama, el precio promedio de la boleta, ajustado por inflación, registró un leve aumento del 0,77%, ubicándose en 8338 pesos (2,20 dólares USA). Este incremento, aunque modesto, rompe la tendencia a la baja de los últimos cuatro años.

La infraestructura, por su parte, muestra un balance negativo: entre enero y octubre se abrieron 22 nuevas pantallas, pero se cerraron 35, dejando un total de 1262 pantallas activas en el país.

Los datos de 2025 dejan una conclusión clara para la industria cinematográfica colombiana: el desafío ya no es solo producir más, sino conectar mejor con el público. El crecimiento en el número de estrenos es un logro innegable de la capacidad creativa y productiva del país, pero sin audiencia, la sostenibilidad del cine nacional podría estar en riesgo o depender de las plataformas en línea. El reto para 2026 será tender un puente más sólido entre la oferta diversa que se genera y los espectadores que visitan las salas.

Sigue nuestras últimas noticias por INSTAGRAM, BLUESKY o FACEBOOK.