Pese al gran viento y la lluvia que sorprendió a toda la ciudad, la nueva edición de Festival Internacional de Cine de Mar Del Plata rompió fuegos con acento francés, de la mano de una cinta protagonizada por la incombustible Isabelle Huppert, "Madame Hyde", y sucedió lo insospechado: la película no cautivó ni al público ni a la crítica que se hizo presente en el Teatro Auditórium. Mejor recibido resultó el veterano cineasta Claude Lelouch, invitado de honor.

La apuesta de "Madame Hyde" parecía al menos tentadora: la Huppert en una libérrima versión del cuento de horror de Robert Louis Stevenson, nos la entregaría en un registro que muchos no la habíamos visto previamente. Aunque ella deslumbra en su rol de la maestra de física de una escuela parisina donde se dan cita literalmente todas las razas y religiones. Es un deleite apreciarla en un rol tan opaco, una profesora que es víctima de bullying por partes de sus alumnos.

Un registro inaudito -por lo menos para el que escribe- pero cuando llega el momento de la transformación, producto de un rayo que hace surgir su lado bestial, surge el problema. No existe tal opuesto, el monstruo del título es tan etéreo, tan enigmático que toda la espectacularidad que uno podría esperar queda en la nada. El director Serge Bozon disfruta realizando una película inquietante con un humor que pocas veces se contagia al auditorio. No cabe duda que se trata de una propuesta inteligente pero un "cine de autor" incomprensible para la gran mayoría. No nos parece la mejor elección para la película inaugural de un gran festival como este.

Lo previo resultó mucho más interesante. El director francés, Claude Lelouch, sin duda el máximo invitado de la presente edición fue recibido con los acordes de la Banda Municipal de Mar de Plata que interpretó el tema clásico de "Un hombre de una mujer", por la cual recibió la Palma de Oro del Festival de Cannes 1966, y los premios Oscars a la mejor película extranjera y mejor guión, del mismo año. Mientras en la gran pantalla se proyectaban las imágenes de la película protagonizada  por Jean-Louis Trintignant y Anouk Aimée. Lo que siguió fue un gran ovación por parte de los asistentes, a lo que veterano realizador retribuyó poniéndose de pie y regalando besos volados a todos los presentes. Un momento inspirado sin duda, que debió prolongarse, y porque no invitarlo a que suba al escenario.

Otro momento estimable de la jornada fue el homenaje de cuatro divas del cine argentino: Mirtha Legrand, Tita Merello, Norma Aleandro, Graciela Borges. Sin embargo la única que asistió fue Norma Aleandro, la única del grupo en ser nominada para el premio Oscar. La nonagenaria Mirtha Legrand sufrió un accidente en la carretera, una llanta se le pinchó, por lo que tuvo que retornar a la ciudad de Buenos Aires, mientras que Graciela Borges ("La Ciénaga") está a punto de iniciar el rodaje de "La quietud",  la nueva película del reconocido director argentino Pablo Trapero. En esa producción compartirá escenas con Joaquín Furriel, Martina Gusman, Berenice Bejo y el venezolano Édgar Ramírez.

La protagonista de "La historia oficial" subió al escenario y aprovechó para rendir honores al  presidente del festival José Martínez Suárez: "Es un placer muy grande y un honor recibir esto que nos están dando, pero quiero señalar que si bien este festival me maravilla desde hace mucho, es fundamental lo que ha hecho Martínez Suárez en estos diez años. Nos ha traído lo mejor de todas partes, en profundidad, en diversidad. Y hoy día es uno de los festivales más reconocidos en el mundo".

Haciendo gala de su inconfundible carisma, el nonagenario José Martínez Suárez dio por inaugurado esta trigésima segunda edición del Festival de Mar del Plata, que coincide con el décimo en el que se desempeña como presidente del certamen. Tras bromear sobre el paso del tiempo, pues actualmente tiene diez bisnietos aunque él todavía se sienta como el chico que corría raudamente para llegar el cine del barrio; y sobre la ausencia de su famosa hermana Mirtha Legrand, "la que almuerza por televisión". Luego se puso serio y agradeció el apoyo que se le brinda al cine y la literatura nacional, así como pidió se le aumente el sueldo a los maestros argentinos. Cerró con una frase que hizo estallar en aplausos a todo el auditorio: "Vamos para adelante pero mirando para atrás para no repetir los mismos".

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