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Crítica: "Bayoneta", historía conocida que discurre por lugares comunes

por © Correcamara.com-NOTICINE.com
"Bayoneta"
Por Sergio Huidobro    

En la larga, añeja y siempre apasionada disputa entre el mexicano promedio y el nacionalismo, la discusión siempre termina por anclar en las nociones de "adentro" y "afuera" que definen lo mismo el patriotismo que el malinchismo, chovinismo, orgullo o xenofobia. En el reciente Festival de Morelia se presentaron dos películas de cineastas mexicanos rodadas en Europa que contribuyen, aunque sea por las vías más involuntarias, a continuar este debate en la arena de lo cinematográfico. Una fue "La caótica vida de Nada Kadic" (2018), de Martha Hernaiz, y la otra "Bayoneta", de Kyzza Terrazas, las cuales tienen temperaturas, calidades, facturas, intenciones y procedencias muy distintas, pero dialogan por el mismo hecho de estar filmadas por mexicanos en otras latitudes, una en los Balcanes y la segunda en Escandinavia.

"Bayoneta", de Kyzza Terrazas, que ahora llega a los cines comerciales mexicanos, sitúa en Finlandia la historia de un boxeador mexicano cuyos años de gloria quedaron ya atrás (Luis Gerardo Méndez, cuyo compromiso por desarrollar al personaje es lo más rescatable de la cinta) y se encuentra afincado en Helsinki, desde donde lamenta el abandono de su hija y exesposa en Tijuana.

Cuando un vuelco del destino pone en quiebra inminente el gimnasio al que él y su entrenador (Brontis Jodorowski), Bayoneta decide ponerse los guantes otra vez, por última vez, para saldar cuentas con el pasado. Sí, eso mismo que estás pensando: otra vez esa premisa, que hemos visto otras 35 veces en el cine pugilístico, y que hemos visto mejor, con una puesta en cámara menos esquemática y menos apretada de lugares comunes, con una psicología menos acartonada en el protagonista y motivaciones menos recicladas.

Pocas cosas están plenamente justificadas en "Bayoneta": la necesidad de utilizar a Finlandia como escenario (más allá de las conveniencias de la coproducción, se entiende), la subtrama débilmente ubicada en Tijuana, ni el actuar de varios miembros del elenco de secundarios, a quienes hemos visto, por ejemplo, en el cine de Kaurismaki con resultados diametralmente opuestos.

"Bayoneta" no es un fallo absoluto, pero es su tibieza, su conformismo y su artificialidad lo que la hace salir de la memoria apenas empiezan a correr los créditos finales.

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