Por José D. Díaz      

Se estrenó en cines de toda España uno de los títulos más destacados del pasado Festival de Málaga. Se trata de "Matria" de Álvaro Gago que, tras ser presentada en Berlín, obtuvo el premio a mejor actriz para María Vázquez en la ciudad andaluza. La película nos presenta el día a día de Ramona, una mujer gallega que lucha por sobrevivir entre injusticias laborales y dramas familiares.

A veces se nos olvida lo que pasa ahí fuera. Y es bueno recordarlo a través de historias humanas, reales y, sobre todo, comunes. Porque Ramona no es una isla en el oceano, es una de tantas Ramonas que poblan este variado y desigual país. "Matria" reconoce la labor de todas esas mujeres que viven por y para su familia, que trabajan de sol a sol por sobrevivir y mantener a los suyos.

Alvaro Gago, su director, quiso homenajear con esta película a la mujer que cuidó a su abuelo en sus últimos años de vida. Esta mujer, Francisca Iglesias, que tiene un pequeño papel como tabernera en el bar del pueblo, se convirtió con el paso del tiempo en un pilar fundamental para el cineasta. Arrancó el proceso con el cortometraje del mismo nombre y hoy es realidad su primer largometraje que sigue deambulando por la cruda realidad de muchas mujeres gallegas y del resto del país.



El alter ego de Francisca en la gran pantalla es María Vázquez, una actriz viguesa que se ha caracterizado por ser una secundaria de lujo tanto en películas como series. Ahora le llega la gran oportunidad, el trabajo que te encumbra o te hunde. Y, sin duda, lo ha aprovechado al 100%. María Vázquez, reconocida con el premio a mejor actriz en la edición de este año del Festival de Málaga, ha dejado de ser la intérprete invisible para poner su nombre y apellido en mayúsculas.

María, que ya fue nominada al Goya a mejor actriz secundaria por "Mataharis" de Icíar Bollaín, tiene muchas papeletas para volver a ser nominada pero en este caso para actriz protagonista. Su trabajo es descomunal, como si Ramona se hubiera apoderado de María y ella viviera su realidad como propia. La angustia se transmite durante toda la película, el desencanto laboral, la rabia contenida que te atenaza y te vuelve una "borde", el drama familiar y personal. Espectacular.

No falta de nada en "Matria" y le sobra de todo a nuestra sociedad que en pleno siglo XXI sigue permitiendo la explotación laboral, la violencia de género y el nulo reconocimiento a la labor de estas mujeres. Santi Prego interpreta a la pareja de la protagonista, el típico borracho machista que vive de las mujeres. Y lo peor es que el espectador lo vive como un perfil familiar, que existe y existirá siempre. Porque igual que nos desconcierta e indigna, "Matria" también nos resulta cercana y poco sorprendente. Es de esas realidades que sabes que existen pero que esperas que no te toquen. Y si no te tocan, no te afectan.

Uno de los grandes títulos del cine español de este año que probablemente encuentre su sitio en los Goya en la categoría de dirección novel y actriz protagonista. Auténtico drama social que, por desgracia, es demasiado real.

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