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Crítica: "La bruja de Hitler", perversión y terror en la Patagonia

por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
"La bruja de Hitler"
"La bruja de Hitler"
Por Amparo Cabal     

"La bruja de Hitler" (2022) evoca, por medio de su título, a las seguidoras del nazismo que fungieron de carceleras, torturadoras y asesinas durante el régimen de Hitler.

La Patagonia argentina resulta el lugar ideal para alojar a quienes huyen del peor pasado. El que es, a simple vista, un paisaje de ensueño nos va descubriendo, en la profundidad del bosque, una oscuridad que crece en el aislamiento y se alimenta de él.

Durante 1961, un grupo de alemanes seguidores de Hitler se refugian en una casa familiar en la Patagonia. El encuentro entre los clanes potencia el fervor de las convicciones. Mientras transcurre el tiempo compartido, veremos que la transigencia con la que operan el odio y la endogamia tenderá a impulsar situaciones signadas por la violencia y la perversión.

El vínculo sanguíneo de una de estas "brujas" con Frida, la protagonista, es el germen a partir del cual se nos invita a pensar cuánto de lo que somos es aquello en lo que creemos, cuánto heredamos de nuestros progenitores y cómo se mantienen vivas las más terribles ideologías.



La segunda ficción escrita y dirigida por los también documentalistas Ernesto Ardito y Virna Molina está construida con gran cuidado. Hablada en español y alemán, su vestuario, así como su escenografía, son retratados bellamente, incluso en los momentos de mayor crudeza narrativa. El lenguaje de este largometraje se alimenta de fotos, filmaciones de archivo, grabaciones radiofónicas, lieder, canciones partidarias y música original. La acritud, la depravación y el horror perseveran a lo largo de toda la película. El uso reiterado de ciertos recursos visuales y sonoros produce, a la vez que una gran tensión, cierto efecto de sobrecarga sensorial en el espectador.

Ardito y Molina toman una situación posible y construyen un relato audiovisual en el que transvasan, desde lo general a lo particular, desde lo colectivo a lo individual y desde lo universal a lo familiar, el horror que inevitablemente desencadenan el fanatismo, el totalitarismo y la segregación. La bruja de Hitler revisita los terrores del pasado y los del presente, invitándonos a hacer memoria, porque, en las palabras de Primo Levi citadas sobre el final, "lo sucedido puede volver a suceder".

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