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Crítica: "La espera", mezcla rural de géneros

por © Cineuropa.org / NOTICINE.com
"La espera"
"La espera"
Por Alfonso Rivera-Cineuropa   

El español F. Javier Gutiérrez combina folk horror, western, revenge film y tragedia bíblico-diabólica en su tercera película, "La espera" (2023), repleta de imágenes polvorientas, sangrientas y muy sudorosas.

Estamos de enhorabuena en España con el regreso a su país de F. Javier Gutiérrez, cineasta cordobés que debutó en el largometraje hace quince años con "3 días", film apocalíptico que pasó por la Berlinale y cosechó premios a mejor guion y película en el Festival de Málaga; luego emigró a Estados Unidos, donde se integró en una famosa y terrorífica franquicia con "Rings" (2017). Ahora ha filmado en localizaciones polvorientas de su calurosa tierra "La espera", que se ha presentado en certámenes como Oldenburg, Sitges, Vancouver y Fantastic Fest, entre otros, antes de llegar esta semana a los cines ibéricos.

Protagonizada por el gaditano Víctor Clavijo (magnífico actor que ya intervino en la opera prima de Gutiérrez), secundado por unos también eficaces Ruth Díaz, Manuel Morón, Luis Callejo y Pedro Casablanc, "La espera" es, a la vez, una crítica social y una tragedia familiar. Rodada con un poderoso uso del formato panorámico, detallismo en la composición de cada plano y la fotografía ocre por gentileza de Miguel Ángel Mora, posa su cámara con primerísimos planos no solo de rostros humanos, sino también de animales, plantas y objetos, como aquel genial Charles Laughton de "La noche del cazador / The Night of the Hunter".



Su argumento, impactante, brutal y rabioso, no es apto para ultrasensibles: durante los años setenta del siglo pasado y en Andalucía, Eladio, un hombre de campo humilde y sin estudios, que vive en la finca que cuida con su mujer y su único hijo, recibe el encargo del cacique propietario de organizar una montería. Pero, poco antes, alguien le ofrece saltarse sus normas básicas de seguridad –para que haya más participantes en la cacería– a cambio de dinero extra. Este sencillo gesto de traición a sí mismo desencadenará una tragedia de proporciones imparables.

Así, lo que sucede a continuación es una experiencia intensa, un fatídico descenso a los infiernos de la autodestrucción con un acto final que abandona la realidad para sumergirse en la más diabólica e iracunda de las pesadillas. Sí, "La espera" se enmarca en el género de terror, pero también en el de venganza, posee aroma a western y mucho de la tragedia bíblica de un mártir abatido por la culpa (por eso no resulta difícil descubrir en sus imágenes inspiración religiosa).

Pero sobre todo "La espera" saca pecho como violento, reseco y eficaz thriller, con un turbio misterio por resolver, que mantiene en vilo al espectador mientras éste intenta descifrar las pistas que el protagonista va descubriendo según transcurre el metraje, a la vez que se siente impresionado por imágenes, presencias, sonidos y otros elementos perturbadores. Así, la cinta logra entretener e intrigar alimentándose de varios referentes cinematográficos: desde "Los santos inocentes" (ahí está la sumisión de los empleados ante los terratenientes, como en el clásico de Mario Camus adaptando a Miguel Delibes) a "El corazón del ángel / Angel Heart" (las entrevistas de Eladio con el cacique son hermanas de las citas de Mickey Rourke con Robert de Niro en el film de Alan Parker), pasando por "La caza" de Carlos Saura o "Furtivos" de José Luis Borau, y horror movies ochenteras de John Landis y Neil Jordan.

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