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Crítica Huelva: "Un mundo para mí", una joven pareja entre el sueño y la pesadilla

por © NOTICINE.com
"Un mundo para mí"
"Un mundo para mí"
Por Miguel Castelo        

La llegada al mundo del primogénito de una joven pareja cambia por completo su vida, llenándola de incertidumbre e inquietud. Sobre esta idea se edifica la propuesta de "Un mundo para mí", producción mexicana de la autoría de Alejandro Zuno, que concursa en Huelva por el Colón de Oro.

El mar se agita con fuerza en sus oscilaciones. Al borde de la orilla, un niño de espaldas, una mujer lo observa con preocupación desde la lejanía, el pequeño hace caso omiso del grito de la mujer: "¡Nico!". En su dormitorio, la mujer se despierta un tanto agitada, cambian las características del sonido, a su lado, en medio de la modorra, un hombre se apercibe de la situación: su compañera de cama acaba de salir de una pesadilla. Hablan con el tono y la lentitud del duermevela. Todo indica que se trata de una joven pareja que está a la espera del nacimiento de un hijo. En el transcurso de una ecografía, la doctora comunica a la mujer que el bajo nivel de líquido amniótico aconseja el adelanto del parto. Este se desarrolla con la presencia del compañero sentimental, imágenes y sonidos que interaccionan de nuevo con un mar más agitado y el niño en la orilla. No sin esfuerzo, el parto llega a su fin.

De este modo se inicia el relato, que continúa con la información clínica de que el nuevo ser presenta "una marcada ambigüedad genital", lo que comienza  a ser una progresiva fuente de preocupación para el joven, atractivo y bien llevado matrimonio. La criatura deberá entrar en proceso de observación clínica. En las diversas entrevistas con el equipo médico, María y Nicolás reciben prescripciones que les cuesta asimilar, lo que, en su deseo de saber, los lleva a la búsqueda de más información que les permita tener un criterio y tomar una decisión adecuada y conforme al mismo. Así, indagando, conseguirán ponerse en comunicación con diferentes personas que, de distinta manera, han atravesado por la misma experiencia.



Emergen, de este modo, teorías dispares, algunas incluso contradictorias, que la pareja tendrá que someter a su análisis y contraste. Atravesarán por distintas fases de dudas e incertidumbres en las que también se verán implicados familiares cercanos y amistades.

Así contado, en la idea de no desvelar datos inconvenientes, pudiera parecer que se trata de una historia estrictamente científica. Nada más lejos de la realidad. El "qué" y el "cómo" de lo que se cuenta interesa a cualquier persona sensible ante  las cuestiones que preocupan a la condición humana. Un tema controvertido y actual que nos concierne y de modo inevitable acaba por despertar el creciente interés de quienes estamos a este otro lado de la pantalla siendo testigos activos en la causa que afecta a, ya nuestros amigos, María y Nico, para quienes queremos lo mejor.

Secuenciada temporalmente en meses, cuyos nombres van sucediéndose sobre negro en la pantalla, el film resulta un compendio de sabiduría narrativa, lleno de sutilezas y riqueza temática, donde conviven la fuerza del amor y el afecto, la medicina y la práctica quirurgica concebidas como negocio lucrativo, la idea de la necesidad de un mundo mejor. Así mismo. una estudiada y elegante puesta en escena en adecuada consonancia con lo narrado  -a la que no son ajenas la luz de Ximena Amanny y la música de Andrés Sánchez Maher y Andrés Reyes, así como todas las demás tareas del colectivo de trabajo-  da paso a espléndidas interpretaciones en las que nadie desentona -tras Mayra Hermosillo y Andrés Delgado en los principales cometidos, sería injusto no citar a los demás: Silvia Navarro en su magistral, intensa y conmovedora declaración final a la pareja, y Gerardo Trejoluna, Carmen Beato, Nova Coronel, Nora Huerta, Myriam Bravo, Sonia Couch, Gracia Rico, Fabrizio Santini, Gabriel Nuncio, Martha Claudia Moreno, Everardo Azate, Mauricio Rico, Roberto Fiesco-, cuyas e miradas y mínimos gestos... resultan en todo momento reveladores. Todo ocupa el lugar que le corresponde. El punto de vista de la narración pasa de la mirada conjunta, previa al conflicto principal, al contraste de las acciones paralelas, concediéndonos la oportunidad de conocer las nuevas y respectivas dudas y certezas de la pareja, de sentir de modo personal su angustia y desasosiego ante el futuro que le espera a su bebé.

La presencia de contrastes reales -intervención humana vs. proceso natural, y aparentes -fortaleza-feminidad-, mente-cuerpo, y de sabias consideraciones como "... ¿O tú crees que la solución es cambiar los cuerpos?" y, en la misma línea, "Yo soy Alex... y he asumido mi masculinidad y estoy orgulloso de mi feminidad"; la aportación de la expresión metafórica de las imágenes y los sonidos  -el mar en diferentes intensidades-. la conjunción final de ambos canales informativos en la propuesta artística de la danza, profesión en la que oficia María, el ventilador de aspas girando sobre la cabeza de Nico atribulado; la concepción de un modelo de pareja mujer-madre / marido-hijo; la convivencia de diálogos de peso con otros ligeros pero no por ello menos importantes... y tantas otras pequeñas cosas hacen de este filme conmovedor, industrialmente pequeño, una obra artísticamente grande.

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