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México llora a Lupita Tovar, la centenaria estrella del primer cine sonoro

por © Redacción (México)-NOTICINE.com
Lupita Tovar
La estrella mexicana Lupita Tovar, protagonista de la primera película hablada del país, "Santa" (1932), dejó de existir el pasado sábado en su casa de Los Angeles. Figura también en Hollywood, donde protagonizó la version en español del clásico "Drácula", Tovar sobrevivió a todas las otras grandes divas mexicanas de la época e incluso de la posterior "Epoca de Oro". Era abuela del conocido guionista y director de Hollywood Chris Weitz, quien dirigió al mexicano Demián Bichir en "A Better Life".

Nacida en Oaxaca, Guadalupe Natalia Tovar, nacida el 27 de julio de 1910 -a diferencia de otras- no triunfo primero en México para luego afincarse al otro lado de la frontera, sino que desarrolló inicialmente su carrera en Hollywood, tanto en películas en español (versiones de otras gringas filmadas en los mismos decorados) como en otras en inglés.

"Carne de cabaret", "Ten Cents a Dancer", "El tenorio del Harem", "Yankee Don", "Al este de Borneo", "Border Law", "The cat creeps" y "La voluntad del muerto", con la que se ganó el mote de "La novia de México", "El capitán tormenta", "El rosario de Amozoc", "The westerner", "The Invader", "María", "The Fighting Gringo" y "Resurrección" fueron algunas de sus cintas más conocidas, antes de retirarse prematuramente en 1945.

Hace cuatro años editó en México sus memorias, "Lupita Tovar. La Novia de México", una obra previamente editada en inglés y en Estados Unidos, con 400 páginas y más de 150 fotografías, y ahora traducida al español por Pepe Romay, en la que se repasaba la vida de la primera gran diva mexicana del cine sonoro, que triunfo tanto en su país, con la primera película dialogada ("Santa", 1931), como en Hollywood, donde desarrolló la mayor parte de su carrera.

"Lupita Tovar. La Novia de México" se centra precisamente en su llegada a la meca del cine y en lo que aconteció en su vida desde entonces, así como sus relaciones con los profesionales más destacados de la época, como Buster Keaton, Gene Autry, Douglas Fairbanks, entre otros, y su amor imposible con el escritor Bruno Traven. También cuenta cómo dejó el cine tras su matrimonio con Paul Kohner, a quien conoció en París y con quien procreó a sus dos hijos: Pancho y Susan, y las penalidades que tuvo que pasar durante la II Guerra Mundial.

Uno de los aspectos menos conocidos de su biografía es que Tovar, quien en 2006 recibió un homenaje de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos por su aportación a la industria del cine, y que al cumplir cien años fue felicitada por el mismísimo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, es la abuela del cineasta estadounidense Chris Weitz ("La saga Crepúsculo: Luna nueva", "Una vida mejor / A Better Life"...), quien es hijo de su hija Susan.

Como recordaba Pedro Paunero en Correcamara.com, fue en el año 1928 cuando el padre del género documental, Robert J. Flaherty, descubrió a la bella y jovencísima Lupita Tovar en los estudios de Jesús H. Abitia en Chapultepec de entre 70 candidatos a actores y actrices que habían terminado como finalistas de unas 5000 solicitudes. A petición suya, en Hollywood, sería llamada "Lupita" para diferenciarse de Lupe Vélez. Su primera participación, un papel pequeño al lado de otro actor también novato, Bela Lugosi, sería en una cinta de la Fox que ya experimentaba con el sonido y que está hoy perdida, "The Veiled Woman", así como en la primera película sonora de John Ford, "The Black Watch", en dónde interpretó a una muchacha hindú.

Entonces llegó Drácula en 1931. Aquel Lugosi novato y aquella recién llegada Lupita que actuarían, sin conocerse entonces, en "The Veiled Woman", protagonizarían las versiones americana e hispana de la novela de Bram Stocker en la más legendaria de las versiones y que es la cinta por la cual ambos son más recordados.

Esta versión hispana, rodada en los mismos escenarios que el film americano pero por las noches y con un menor presupuesto, es hoy una cinta de culto, considerada superior técnicamente a la versión de Tod Browning (su majestad oscura, director de la mítica "Freaks" de 1932), debido a cierta libertad erótica, travellings ingeniosos (el acercamiento al vampiro en la escalinata, valiéndose de una grúa) y, como han señalado muchos especialistas, algunas escenas mejor resueltas, pero que carece, a decir del crítico del cine de terror, Kim Newman, "de un Drácula mítico". Algunas curiosidades de esta cinta son que Lupita Tovar (a quien se le dificultaría aprender el inglés) tiene en la película un acento chicano y que George Melford, su director, no hablaba español.

El mismo año, Lupita llegaría a México a rodar la primera película sonora en el país, "Santa", basada en la novela de Federico Gamboa, inspirada por la célebre "Naná" de Emile Zolá, es decir, la historia de una buena prostituta redimida por el amor.

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