Diego Luna aprovecha la conducción de "Jimmy Kimmel Live!" para atacar la política migratoria de Trump
- por © Redacción-NOTICINE.com

Durante su participación como conductor invitado en el programa nocturno "Jimmy Kimmel Live!", este lunes, el actor, director y productor mexicano Diego Luna aprovechó el habitual monólogo del programa para hablar directamente sobre la situación de los inmigrantes en Estados Unidos. Luna no esquivó las tensiones políticas, y centró su discurso en la política migratoria del presidente Donald Trump.
"Con todo lo que está ocurriendo en este país alrededor de la inmigración y las políticas autoritarias de Donald Trump, no es poca cosa que un mexicano esté conduciendo un programa tan importante", afirmó Luna al comenzar la emisión del lunes por la noche. "Es un gran asunto, y de verdad espero no cagarla".
El actor, que alcanzó proyección internacional tras su papel en "Y tu mamá también", compartió anécdotas de su llegada a Los Ángeles cuando tenía 20 años, y de cómo fue construyendo una comunidad en la ciudad. Según relató, muchas de las personas que lo apoyaron en sus inicios eran inmigrantes o hijos de inmigrantes. "La gente que me levantó eran, en su mayoría, personas que habían dejado sus países para encontrar una nueva vida, o los hijos e hijas de inmigrantes que vinieron aquí para trabajar y construir una vida sana, disfrutable y digna, lejos de su lugar de origen".
Luna se refirió al fenómeno migratorio como algo que "no ocurre de manera natural, a no ser que algo esté muy, muy mal en el lugar del que vienes. Nadie deja su tierra si no es porque su supervivencia depende de ello. Nadie deja atrás su pasado solo por diversión". No obstante, añadió que muchas de las personas que ha conocido desde entonces comparten "una gratitud silenciosa hacia este país, un país que les abrió sus puertas".
El también protagonista de "Andor", la serie derivada del universo de "Star Wars" donde interpreta a un rebelde enfrentado a un régimen opresor, extendió esa reflexión hacia la ciudad misma de Los Ángeles, a la que describió como un lugar "interesante y admirable" por el intercambio cultural que ha hecho posible. "Todo gracias a la generosidad y apertura que surgieron de ese encuentro, de personas de distintas culturas y realidades que decidieron darse una oportunidad y construir algo juntos. Este lugar es un ejemplo poderoso de lo que es posible cuando se pone la empatía por delante".
En uno de los momentos más directos de su intervención, Luna confesó su perplejidad ante el poder que ha alcanzado Donald Trump. "Nunca he podido entender del todo cómo alguien como Donald Trump es capaz de adquirir este nivel de poder. Siempre me cuesta entender cómo su discurso de odio puede echar raíces en un país cuya naturaleza siempre ha sido la de dar la bienvenida".
El actor criticó con contundencia la situación que viven actualmente muchos inmigrantes, quienes —dijo— "viven con miedo" y "se sienten perseguidos". Desde el regreso de Trump a la presidencia, su administración ha intensificado los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), particularmente en ciudades como Los Ángeles, lo que ha derivado en protestas en distintos puntos del país.
En respuesta a estas manifestaciones, Trump ordenó el despliegue de la Guardia Nacional de California en Los Ángeles, una medida que fue rechazada por el gobernador Gavin Newsom, quien la calificó de "despliegue ilegal de tropas". Aunque una corte federal de apelaciones falló a favor del expresidente —sosteniendo que "probablemente" tenía autoridad para esa acción—, el litigio entre el gobierno estatal y la administración federal aún continúa.
Luna insistió en la relevancia del rol que los inmigrantes han jugado en la historia reciente del país: "Es muy injusto, y déjenme decirles por qué: las múltiples veces que este país ha tenido que reconstruirse, los inmigrantes siempre estuvieron allí para recoger los pedazos". Se refirió al caso específico de los incendios en Los Ángeles: "A principios de este año, cuando L.A. ardía, trabajadores inmigrantes arriesgaron sus vidas para detener las llamas".
Enumeró además los sectores en los que los inmigrantes tienen presencia activa: "Ellos construyen este país, lo alimentan, enseñan a sus hijos, cuidan a sus mayores, trabajan en la construcción, la hostelería, dirigen cocinas. Son técnicos, comerciantes, atletas, conductores, agricultores". Y añadió: "Pagan muchos impuestos, MUCHOS, tengan papeles o no. En 2022, los inmigrantes indocumentados aportaron cerca de 96 700 millones de dólares en impuestos. Pero eso es algo que la administración Trump no quiere que sepas".
Antes de cerrar su intervención, el actor instó a la audiencia a combatir la desinformación. "Hay muchas mentiras circulando sobre los inmigrantes, pero seguro que tienes más de una historia que demuestra lo contrario. Háblalo, compártelo. Eso ayuda. Hoy, ellos necesitan saber que no están solos. Estas han sido semanas oscuras. No es aceptable, ni es normal, separar familias. La violencia y el terror no están bien. Los inmigrantes necesitan saber que su lucha también es la tuya".
La aparición de Luna forma parte de una semana especial en la que actúa como anfitrión temporal del "Jimmy Kimmel Live!", que se transmite a las 11.35 p.m. por ABC y varias plataformas de streaming como Hulu, Sling TV y Disney+. A lo largo de los próximos días, el programa contará con participaciones que apuntan a subrayar la diversidad cultural y la relevancia de la inmigración en Estados Unidos.
En el episodio del lunes también estuvieron presentes la actriz Adria Arjona, quien compartió pantalla con Luna en "Andor", y la cantante Nezza, de ascendencia colombiana y dominicana, que interpretó el himno nacional en español, desafiando la norma impuesta por los Dodgers de Los Ángeles. Está previsto que en los próximos días el plató del programa se llene de flores procedentes del mercado del centro de Los Ángeles, como muestra de apoyo a los comerciantes locales, muchos de ellos inmigrantes.
El miércoles, la actriz mexicoamericana Ariela Barer, conocida por su trabajo en "The Last of Us", asumirá la conducción del programa como segunda anfitriona. Para el jueves está confirmada la presencia de la histórica activista Dolores Huerta, figura clave en las luchas por los derechos de los trabajadores agrícolas y la comunidad latina.
El monólogo, en su integridad (traducción de Los Angeles Times):
"Quiero abordar un tema importante que está sucediendo aquí en Los Ángeles y alrededor de todos los Estados Unidos. Con todo lo que está pasando en este país en torno a la inmigración y las políticas autoritarias de Donald Trump, no es poca cosa que un mexicano sea el anfitrión de un programa tan importante ("¡Jimmy Kimmel Live!"). Es la primera vez que un mexicano hace esto. Es algo muy importante. Espero no meter la pata.
La primera vez que voluntariamente puse un pie en el territorio conocido como Estados Unidos tenía 20 años. Justo después de que "Y tu mamá también" fuera bien recibida por el público de aquí, empecé a viajar a California por trabajo, y Los Ángeles se convirtió en un lugar que visitaba constantemente, no sólo por mi trabajo, sino también porque me encantaba.
Aquí gastaba gran parte de mis ingresos en servicios de lavandería y alcohol. Muchas de mis neuronas de murieron en esta ciudad.
También conocí a personas que hasta el día de hoy están muy cerca de mi corazón. Aquí me sucedieron grandes cosas. De hecho, mi hijo nació aquí. Sí, tengo un hijo angelino, el único mexicano-americano de verdad de la familia, y siempre estaré agradecido a Los Ángeles por ello.
Y a todos los angelinos que conozco siempre les ha gustado enseñarme su Los Ángeles. Su barrio, su comida, sus muchas panaderías sin gluten, sus nuevos Teslas... bueno, eso fue antes de que Elon Musk se convirtiera en un loco de MAGA que saluda al estilo nazi.
Pasé largas temporadas trabajando aquí cuando la gente todavía hacía películas en esta ciudad, hasta que me sentí solo y nostálgico. Y justo cuando sentí eso, enseguida encontré una comunidad que vino a apoyarme, a mostrarme su cariño y a recordarme que algo nos mantiene unidos: nuestras raíces comunes.
Las personas que me abrazaron eran en su mayoría gente que había dejado sus países para encontrar una nueva vida, o los hijos e hijas de inmigrantes que habían venido aquí para trabajar y construir una vida sana, agradable y digna, lejos de su lugar de origen.
Un movimiento de esa envergadura no es natural, a menos que algo esté muy, muy mal en el lugar del que proceden. Nadie abandona su tierra si no es porque su supervivencia depende de ella. Nadie deja atrás su pasado sólo por diversión.
Pero, ¿saben qué? Todas las personas que conocí compartían una gratitud tácita hacia este país, un país que les abrió sus puertas. Y lo más hermoso de todo es que todos estos inmigrantes trajeron consigo sus historias, trajeron sus lealtades,su amor y sus tradiciones, siempre con la apertura de adoptar otras nuevas, de crecer y complementarse en este vasto intercambio cultural.
Hay millones de historias hermosas, todas producto de ese intercambio. Conocí a una pareja en el centro de Los Ángeles que prepara los tacos coreanos más deliciosos. Una coreana se enamoró de un mexicano, se acostaron y ahora tienen un restaurante y niños correteando por ahí. Kimchi más mole; eso sí que es una historia de Los Ángeles.
Puedes encontrar ceviche en los locales de sushi, y en East L.A. encontrarás una birria insuperable, tan buena como la mejor que encontrarás en Jalisco. No muy lejos de allí, los filipinos e hispanos lucharon mano a mano en los campos para crear el primer sindicato de trabajadores agrícolas que cambió la realidad de los miles de responsables de alimentar a este país.
La cuestión es que Los Ángeles es interesante y admirable precisamente por el intercambio cultural, gracias a la generosidad y la apertura que surgieron de él, todo porque personas de diferentes culturas y realidades aceptaron darse una oportunidad y construir juntos algo notable.
Este lugar es un poderoso ejemplo de lo que es posible, de lo que se puede conseguir cuando anteponemos la empatía. Nunca he sido capaz de entender del todo cómo alguien como Trump es capaz de adquirir este nivel de poder. También me cuesta entender cómo su discurso de odio puede arraigarse en un país cuya naturaleza siempre ha sido acogedora.
Hoy mucha gente se siente perseguida; demasiada gente vive con miedo. Miedo a llevar a sus hijos al colegio o ir a los lugares donde se ganan la vida honradamente. Estas personas son sus vecinos, sus amigos. Inmigrantes.
Esto es muy injusto, y déjenme decirles por qué: las múltiples veces que este país ha tenido que reconstruirse a sí mismo, los inmigrantes siempre han estado ahí para ayudar. A principios de este año, cuando LA ardió, los trabajadores inmigrantes arriesgaron sus vidas para detener las llamas.
Son ellos quienes construyen este país, quienes lo alimentan, quienes educan y enseñan a sus niños, quienes cuidan de los ancianos, quienes trabajan en la construcción y la hostelería, quienes dirigen cocinas. Son técnicos, comerciantes, deportistas, conductores, agricultores. Pagan muchos impuestos, muchos con sus trabajos, con papeles o sin ellos.
En 2022, los inmigrantes indocumentados contribuyeron con alrededor de 96.700 millones de dólares en impuestos. Pero eso es algo que la administración Trump no quiere que sepas.
Hay muchas mentiras sobre los inmigrantes volando por ahí, pero estoy seguro de que tienes más de una historia que puede dar fe de lo contrario.
Háblalo, compártelo. Eso ayuda. Hoy necesitan saber que no están solos. Han sido unas semanas oscuras; no es aceptable ni es normal separar a las familias. La violencia y el terror no son aceptables. Necesitan saber que su lucha también es la tuya.
La situación ha llegado a un punto de no retorno, de cinismo absoluto. Los políticos han estado dormitando sobre este problema, porque es más fácil eso que reconocerlo, ya que este país se beneficia del trabajo de los inmigrantes, pero se niega a reconocer su importancia.
Eso es lo que hay que cambiar. Se trata de reconocer el trabajo de millones de personas y lo injusto que es que tengan que vivir en la clandestinidad. La única solución está tan clara ahora como lo ha estado durante décadas: darles un camino hacia la seguridad jurídica. Esto es lo que realmente merecen: ser plenamente bienvenidos en este país al que ya pertenecen.
A todos los ciudadanos que estén viendo esto, les animo a que llamen a sus representantes y les digan lo que piensan. Este es el número del Congreso: 1-800-828-0498. Sólo se tarda un minuto.
Y si puedes hacer un donativo, hay muchas organizaciones benéficas que están ayudando a los inmigrantes ahora mismo, como https://publiccounsel.org/ y https://supportkind.org/
Gracias por escucharme. Espero que lo que he dicho les inspire a implicarse o a mirar esto desde un punto de vista diferente".
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"Con todo lo que está ocurriendo en este país alrededor de la inmigración y las políticas autoritarias de Donald Trump, no es poca cosa que un mexicano esté conduciendo un programa tan importante", afirmó Luna al comenzar la emisión del lunes por la noche. "Es un gran asunto, y de verdad espero no cagarla".
El actor, que alcanzó proyección internacional tras su papel en "Y tu mamá también", compartió anécdotas de su llegada a Los Ángeles cuando tenía 20 años, y de cómo fue construyendo una comunidad en la ciudad. Según relató, muchas de las personas que lo apoyaron en sus inicios eran inmigrantes o hijos de inmigrantes. "La gente que me levantó eran, en su mayoría, personas que habían dejado sus países para encontrar una nueva vida, o los hijos e hijas de inmigrantes que vinieron aquí para trabajar y construir una vida sana, disfrutable y digna, lejos de su lugar de origen".
Luna se refirió al fenómeno migratorio como algo que "no ocurre de manera natural, a no ser que algo esté muy, muy mal en el lugar del que vienes. Nadie deja su tierra si no es porque su supervivencia depende de ello. Nadie deja atrás su pasado solo por diversión". No obstante, añadió que muchas de las personas que ha conocido desde entonces comparten "una gratitud silenciosa hacia este país, un país que les abrió sus puertas".
El también protagonista de "Andor", la serie derivada del universo de "Star Wars" donde interpreta a un rebelde enfrentado a un régimen opresor, extendió esa reflexión hacia la ciudad misma de Los Ángeles, a la que describió como un lugar "interesante y admirable" por el intercambio cultural que ha hecho posible. "Todo gracias a la generosidad y apertura que surgieron de ese encuentro, de personas de distintas culturas y realidades que decidieron darse una oportunidad y construir algo juntos. Este lugar es un ejemplo poderoso de lo que es posible cuando se pone la empatía por delante".
En uno de los momentos más directos de su intervención, Luna confesó su perplejidad ante el poder que ha alcanzado Donald Trump. "Nunca he podido entender del todo cómo alguien como Donald Trump es capaz de adquirir este nivel de poder. Siempre me cuesta entender cómo su discurso de odio puede echar raíces en un país cuya naturaleza siempre ha sido la de dar la bienvenida".
El actor criticó con contundencia la situación que viven actualmente muchos inmigrantes, quienes —dijo— "viven con miedo" y "se sienten perseguidos". Desde el regreso de Trump a la presidencia, su administración ha intensificado los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), particularmente en ciudades como Los Ángeles, lo que ha derivado en protestas en distintos puntos del país.
En respuesta a estas manifestaciones, Trump ordenó el despliegue de la Guardia Nacional de California en Los Ángeles, una medida que fue rechazada por el gobernador Gavin Newsom, quien la calificó de "despliegue ilegal de tropas". Aunque una corte federal de apelaciones falló a favor del expresidente —sosteniendo que "probablemente" tenía autoridad para esa acción—, el litigio entre el gobierno estatal y la administración federal aún continúa.
Luna insistió en la relevancia del rol que los inmigrantes han jugado en la historia reciente del país: "Es muy injusto, y déjenme decirles por qué: las múltiples veces que este país ha tenido que reconstruirse, los inmigrantes siempre estuvieron allí para recoger los pedazos". Se refirió al caso específico de los incendios en Los Ángeles: "A principios de este año, cuando L.A. ardía, trabajadores inmigrantes arriesgaron sus vidas para detener las llamas".
Enumeró además los sectores en los que los inmigrantes tienen presencia activa: "Ellos construyen este país, lo alimentan, enseñan a sus hijos, cuidan a sus mayores, trabajan en la construcción, la hostelería, dirigen cocinas. Son técnicos, comerciantes, atletas, conductores, agricultores". Y añadió: "Pagan muchos impuestos, MUCHOS, tengan papeles o no. En 2022, los inmigrantes indocumentados aportaron cerca de 96 700 millones de dólares en impuestos. Pero eso es algo que la administración Trump no quiere que sepas".
Antes de cerrar su intervención, el actor instó a la audiencia a combatir la desinformación. "Hay muchas mentiras circulando sobre los inmigrantes, pero seguro que tienes más de una historia que demuestra lo contrario. Háblalo, compártelo. Eso ayuda. Hoy, ellos necesitan saber que no están solos. Estas han sido semanas oscuras. No es aceptable, ni es normal, separar familias. La violencia y el terror no están bien. Los inmigrantes necesitan saber que su lucha también es la tuya".
La aparición de Luna forma parte de una semana especial en la que actúa como anfitrión temporal del "Jimmy Kimmel Live!", que se transmite a las 11.35 p.m. por ABC y varias plataformas de streaming como Hulu, Sling TV y Disney+. A lo largo de los próximos días, el programa contará con participaciones que apuntan a subrayar la diversidad cultural y la relevancia de la inmigración en Estados Unidos.
En el episodio del lunes también estuvieron presentes la actriz Adria Arjona, quien compartió pantalla con Luna en "Andor", y la cantante Nezza, de ascendencia colombiana y dominicana, que interpretó el himno nacional en español, desafiando la norma impuesta por los Dodgers de Los Ángeles. Está previsto que en los próximos días el plató del programa se llene de flores procedentes del mercado del centro de Los Ángeles, como muestra de apoyo a los comerciantes locales, muchos de ellos inmigrantes.
El miércoles, la actriz mexicoamericana Ariela Barer, conocida por su trabajo en "The Last of Us", asumirá la conducción del programa como segunda anfitriona. Para el jueves está confirmada la presencia de la histórica activista Dolores Huerta, figura clave en las luchas por los derechos de los trabajadores agrícolas y la comunidad latina.
El monólogo, en su integridad (traducción de Los Angeles Times):
"Quiero abordar un tema importante que está sucediendo aquí en Los Ángeles y alrededor de todos los Estados Unidos. Con todo lo que está pasando en este país en torno a la inmigración y las políticas autoritarias de Donald Trump, no es poca cosa que un mexicano sea el anfitrión de un programa tan importante ("¡Jimmy Kimmel Live!"). Es la primera vez que un mexicano hace esto. Es algo muy importante. Espero no meter la pata.
La primera vez que voluntariamente puse un pie en el territorio conocido como Estados Unidos tenía 20 años. Justo después de que "Y tu mamá también" fuera bien recibida por el público de aquí, empecé a viajar a California por trabajo, y Los Ángeles se convirtió en un lugar que visitaba constantemente, no sólo por mi trabajo, sino también porque me encantaba.
Aquí gastaba gran parte de mis ingresos en servicios de lavandería y alcohol. Muchas de mis neuronas de murieron en esta ciudad.
También conocí a personas que hasta el día de hoy están muy cerca de mi corazón. Aquí me sucedieron grandes cosas. De hecho, mi hijo nació aquí. Sí, tengo un hijo angelino, el único mexicano-americano de verdad de la familia, y siempre estaré agradecido a Los Ángeles por ello.
Y a todos los angelinos que conozco siempre les ha gustado enseñarme su Los Ángeles. Su barrio, su comida, sus muchas panaderías sin gluten, sus nuevos Teslas... bueno, eso fue antes de que Elon Musk se convirtiera en un loco de MAGA que saluda al estilo nazi.
Pasé largas temporadas trabajando aquí cuando la gente todavía hacía películas en esta ciudad, hasta que me sentí solo y nostálgico. Y justo cuando sentí eso, enseguida encontré una comunidad que vino a apoyarme, a mostrarme su cariño y a recordarme que algo nos mantiene unidos: nuestras raíces comunes.
Las personas que me abrazaron eran en su mayoría gente que había dejado sus países para encontrar una nueva vida, o los hijos e hijas de inmigrantes que habían venido aquí para trabajar y construir una vida sana, agradable y digna, lejos de su lugar de origen.
Un movimiento de esa envergadura no es natural, a menos que algo esté muy, muy mal en el lugar del que proceden. Nadie abandona su tierra si no es porque su supervivencia depende de ella. Nadie deja atrás su pasado sólo por diversión.
Pero, ¿saben qué? Todas las personas que conocí compartían una gratitud tácita hacia este país, un país que les abrió sus puertas. Y lo más hermoso de todo es que todos estos inmigrantes trajeron consigo sus historias, trajeron sus lealtades,su amor y sus tradiciones, siempre con la apertura de adoptar otras nuevas, de crecer y complementarse en este vasto intercambio cultural.
Hay millones de historias hermosas, todas producto de ese intercambio. Conocí a una pareja en el centro de Los Ángeles que prepara los tacos coreanos más deliciosos. Una coreana se enamoró de un mexicano, se acostaron y ahora tienen un restaurante y niños correteando por ahí. Kimchi más mole; eso sí que es una historia de Los Ángeles.
Puedes encontrar ceviche en los locales de sushi, y en East L.A. encontrarás una birria insuperable, tan buena como la mejor que encontrarás en Jalisco. No muy lejos de allí, los filipinos e hispanos lucharon mano a mano en los campos para crear el primer sindicato de trabajadores agrícolas que cambió la realidad de los miles de responsables de alimentar a este país.
La cuestión es que Los Ángeles es interesante y admirable precisamente por el intercambio cultural, gracias a la generosidad y la apertura que surgieron de él, todo porque personas de diferentes culturas y realidades aceptaron darse una oportunidad y construir juntos algo notable.
Este lugar es un poderoso ejemplo de lo que es posible, de lo que se puede conseguir cuando anteponemos la empatía. Nunca he sido capaz de entender del todo cómo alguien como Trump es capaz de adquirir este nivel de poder. También me cuesta entender cómo su discurso de odio puede arraigarse en un país cuya naturaleza siempre ha sido acogedora.
Hoy mucha gente se siente perseguida; demasiada gente vive con miedo. Miedo a llevar a sus hijos al colegio o ir a los lugares donde se ganan la vida honradamente. Estas personas son sus vecinos, sus amigos. Inmigrantes.
Esto es muy injusto, y déjenme decirles por qué: las múltiples veces que este país ha tenido que reconstruirse a sí mismo, los inmigrantes siempre han estado ahí para ayudar. A principios de este año, cuando LA ardió, los trabajadores inmigrantes arriesgaron sus vidas para detener las llamas.
Son ellos quienes construyen este país, quienes lo alimentan, quienes educan y enseñan a sus niños, quienes cuidan de los ancianos, quienes trabajan en la construcción y la hostelería, quienes dirigen cocinas. Son técnicos, comerciantes, deportistas, conductores, agricultores. Pagan muchos impuestos, muchos con sus trabajos, con papeles o sin ellos.
En 2022, los inmigrantes indocumentados contribuyeron con alrededor de 96.700 millones de dólares en impuestos. Pero eso es algo que la administración Trump no quiere que sepas.
Hay muchas mentiras sobre los inmigrantes volando por ahí, pero estoy seguro de que tienes más de una historia que puede dar fe de lo contrario.
Háblalo, compártelo. Eso ayuda. Hoy necesitan saber que no están solos. Han sido unas semanas oscuras; no es aceptable ni es normal separar a las familias. La violencia y el terror no son aceptables. Necesitan saber que su lucha también es la tuya.
La situación ha llegado a un punto de no retorno, de cinismo absoluto. Los políticos han estado dormitando sobre este problema, porque es más fácil eso que reconocerlo, ya que este país se beneficia del trabajo de los inmigrantes, pero se niega a reconocer su importancia.
Eso es lo que hay que cambiar. Se trata de reconocer el trabajo de millones de personas y lo injusto que es que tengan que vivir en la clandestinidad. La única solución está tan clara ahora como lo ha estado durante décadas: darles un camino hacia la seguridad jurídica. Esto es lo que realmente merecen: ser plenamente bienvenidos en este país al que ya pertenecen.
A todos los ciudadanos que estén viendo esto, les animo a que llamen a sus representantes y les digan lo que piensan. Este es el número del Congreso: 1-800-828-0498. Sólo se tarda un minuto.
Y si puedes hacer un donativo, hay muchas organizaciones benéficas que están ayudando a los inmigrantes ahora mismo, como https://publiccounsel.org/ y https://supportkind.org/
Gracias por escucharme. Espero que lo que he dicho les inspire a implicarse o a mirar esto desde un punto de vista diferente".
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