El film mexicano "Maquinaria Panamericana", de Joaquín del Paso, así como el japonés "Happy Hour" de Ryusuke Hamaguchi se alzaron con los premios de largometrajes de ficción nacional e internacional en el Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF), que con el lema de "Más cine por favor" terminó su decimonovena edición este pasado fin de semana. Después de nueve días llenos de cine, música, tecnología y moda, el certamen compartido entre San Miguel de Allende y Guanajuato ha pasado, y ahora se aproximan los 20, que según dicen llegará con más fuerza.

Con una amplia carrera de festivales este año, iniciada en febrero con su estreno mundial en la Berlinale, "Maquinaria Panamericana" ganó previamente en el Festival de Guadalajara y se vio en el Riviera Maya Film Festival. La opera prima de Del Paso, coescrita con Lucy Pawlak, nos acerca a la empresa de ese mismo nombre, especializada en la venta y reparación de maquinaria para la construcción y la destrucción. Un viernes, los empleados se preparan para el codiciado fin de semana, perdiendo el tiempo en pequeños rituales y rutinas, hasta que un giro inesperado los saca de su pacífica monotonía. Don Alejandro, el dueño de la compañía es encontrado muerto en una bodega de refacciones. El descubrimiento lo cambia todo: la compañía está en quiebra, los trabajadores de la tercera edad no tienen ninguna perspectiva de empleo y nadie recibirá compensación por su trabajo. En un estado de confusión, miedo y tristeza, los trabajadores deciden encerrarse en la compañía y hacerse con ella.

Japón, el país invitado para este 2016, entregó una gran variedad de cintas que abordaron mucho de la historia del cine de aquel lugar, sobre todo, de la segunda mitad del siglo XX. El dialogo y la conjunción entre ambas culturas deja nuevos espacios para la difusión y la creación, como la posible cinta que Masato Harada filme en México.

La Selección Oficial Mexicana sube de categoría y entrega varias cintas que, seguramente, se encontrarán en diversos foros y festivales. Salvo el poco honroso estreno de películas comerciales que poco tienen que ver con el cine cercano a los festivales, el GIFF cumplió su eslogan: en Guanajuato estará lo mejor del cine mundial.

El rally universitario y los concursos de guión, así como los sectores dedicados en exclusiva al cine hecho en Guanajuato, vuelven a ser semilleros de talento y aportaciones frescas a la industria nacional, así como al cine independiente.

Esperemos que la segunda década del GIFF llegué con mucho mayor apoyo y mucha más fuerza, pues este festival otorga un espacio cultural que mucha falta hace.

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