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Nueva temporada de "El jardín de Bronce": Hablan sus protagonistas

por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
"El jardín de Bronce"
"El jardín de Bronce"
Desde este domingo, HBO emite la segunda temporada de la teleserie argentina "El jardín de bronce", coproducida junto a Pol-Ka, que trae nuevamente a Fabián Danubio (Joaquín Furriel), quien tras recuperar a su hija (Maite Lanata) deberá enfrentarse a la realidad de una convivencia complicada y el ingreso a un nuevo caso en el que deberá ayudar a Andrea (Paola Barrientos), una mujer que ha perdido a su hijo en un confuso episodio. EscribiendoCine habló con el terceto de actores para conocer más detalles de esta temporada, escrita por Gustavo Malajovich y Marcos Osorio Vidal, dirigida por Hernán Goldfrid y Pablo Fendrik y coprotagonizada por Luis Luque, Julieta Zylberberg y María Fernanda Callejón, entre otros.

- ¿Cómo fue reencontrarse con los personajes?
Joaquín Furriel: Comencé a dejarme la barba para el personaje y ya sabía dónde iba, hicimos pruebas, comencé a caminar como él y desde el día uno estuvimos en territorio.
Maite Lanata: Fue reencontrarme con personaje que no había indagado mucho, sí había un trasfondo, con algo de la vida en La Doradita, y el vínculo reciente con su padre, acá se ve a través de los sueños del pasado y el presente con el padre. Es un personaje que tiene una dualidad, de encierro y expansión y liberación. Hacerlo durante 100 días para enamorarse fue como hacer tres personajes, Juan, y la dualidad de Moira, estaba un poco loca con eso.

- Y en su caso, Paloma Barrientos ¿cómo fue ingresar a una serie ya establecida?
Paola Barrientos: La sensación es entrar a un equipo ya empezando y con el equipo ganando. Es muy bueno. Vi toda la temporada antes de empezar a grabar, hay algo del tono, de los tiempos, de la estética, y puse ahí el ojo para entrar contagiada de eso. Se trabajó mucho con los directores, con Hernán, principalmente, hubo encuentros, ensayos y filmás con otra base, y de construcción de mundos. Son personajes complejos, no hay buenos ni malos, sí están diferenciados, pero todos tienen luz y sombra, que los vuelven interesantes, pusimos el ojo en qué dicen, qué ocultan.

- ¿Cuál fue el desafío más grande?
Paola Barrientos: No es alejado de ciertos lugares que he transitado, pero sí para el público de televisión. En este caso es muy particular y para mí, lo que me resultó de mayor interés, fue encontrarle volumen al personaje y no quedarnos en la mujer sufriente, sino que haya cosas que sostienen esto. Por lo que ví del primer capítulo está. Lo que le sucede a Andrea es que su hijo no está.
Maite Lanata: Desarrollar la tridimensionalidad del personaje, para que no quede en lo obvio y estereotipos, con Hernán trabajamos muchísimo el trasfondo del personaje, desde la pre producción, con mi mamá vimos muchos videos, visualizando a Moira en La Doradita como algo más animal, la vivencia sin tecnología, por ejemplo, eso fue complejo, y las dos líneas, del pasado y el presente, en el pasado con los ruidos, y cómo repercutían ahora, qué cosas le son naturales ya, antes por ejemplo era el sonido del teléfono, ahora ya no.
Joaquín Furriel: Era un interrogante saber cómo iba a ser una segunda temporada, más que la primera tenía algo autoconcluyente, tuve la sensación al leer la segunda que la primera fue como una precuela, necesaria para entender el vínculo entre el padre y la hija responde a un encuentro, pero que en realidad es un desencuentro absoluto.

- ¿Hay diferencias con la televisión?
Maite Lanata: Sí, en cuanto al ritmo de cómo se graba, cada cosa tiene su particularidad, no hay mejor o peor, si comparo con "100 días…" o "El Elegido", acá es mucho más cine, hasta el equipo y hay más tiempo para profundizar en el personaje, igual en 100 días… profundicé mucho, porque si no se te venía encima, por ejemplo, el colectivo LGTB, hubo mucho trabajo de investigación. Al hacer las dos cosas a la vez necesité mucha ayuda, del director, para salir de una estética y entrar en otra, con mi madre trabajamos mucho para evitar que se vaya para otro lado, con escaletas. En "El jardín…" hay mucha más tiempo para profundizar.
Paola Barrientos: Uno empieza a grabar, si bien sufre modificaciones, algunas, la historia ya está toda escrita, sabés para dónde va el personajes, decidís dar indicios o no de eso, en la tira, te tirás a la pileta y pasan cosas con tu personaje que ni imaginas.

- La vara de esta temporada está muy alta ¿cómo recibirán los espectadores a los personajes?
Joaquín Furriel: Fabián siempre está atravesado por fantasmas, no habiendo preguntado cosas a su mujer, por ejemplo, es un personaje que no se muestra a todos, es el padre de Moira, es responsable de ella y de lo que le pasó, por no preguntar. En los ocho episodios hay desconcierto entre ambos, hay escenas muy impactantes, como también la historia nueva. De repente en el primer episodio ves la bombonera, de una manera increíble, un mundo nuevo con personajes nuevos, hay un gran trabajo de todas las áreas, se muestran cosas bien diferentes a la primera temporada con gran variedad de espacios y mundos, muy estimulante.

- La ciudad es un gran protagonista de "El jardín de bronce", ¿cómo lo ven?
Joaquín Furriel: Todo es funcional a la historia, de hecho Fabián se comienza a involucrar en espacios completamente ajenos a él y cada cosa estaba presentada fuera de la ostentación o subrayada, algo fuera de lugar como la argentinidad telúrica, diferenciando como el tango for export del que se graba en un club. Eso es algo importante de esta nueva temporada, el último día conté catorce locaciones de rodaje, comencé a conocer cosas y espacios que no conocía de Buenos Aires, y me considero alguien que conoce muy bien la ciudad.

- Momento de lucha de la mujer por la igualdad, acá tienen mucha más presencia ¿cómo ven la televisión desde ese lugar y la ausencia de mujeres que lleven la acción?
Paola Barrientos: SI hubiese más programas en televisión podríamos ver qué empatía con la calle y como sociedad se ve reflejado. Hay un movimiento, es indiscutible, eso está presente en cualquier oficina de proyecto que se esté armando, esa es una batalla ganada, se piensa desde un lugar que hace seis años no se lo hacía.
Maite Lanata: El movimiento feminista y su gran llegada y masividad hizo que todos los rubros tengan presente y con más conciencia todo, el guionista se pregunta y se repregunta los roles, qué representan, si hay un mensaje que descalifica o no, eso pasa, y ahí vuelvo a la televisión, donde no hay tanto tiempo, ves el guion y decís esto no.

- ¿Están más atentas cuando reciben propuestas a esto?
Maite Lanata: Sí, totalmente, porque el patriarcado no está solo en los hombres, también en mujeres, yo replico cosas machistas, ni te das cuenta, creo que la noción de tenerlo presente todo el tiempo uno quiere representar un rol ideológicamente en una línea, y obviamente no haciendo otra cosa que no esté en esa línea.
Paola Barrientos: Lo que Maite hizo en "100 días…" antes era impensado.
Maite Lanata: Los espectadores lo llevaron ahí, y sus necesidades hacen que las ideas vayan en ese camino.

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