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Hablan Estrada, Alcázar y "Poncho" Herrera ante el controversial estreno de "¡Que viva México!"

por © Jesús Sánchez-NOTICINE.com
Alcázar, Estrada, Herrera y Cosío
Alcázar, Estrada, Herrera y Cosío
Después de meses de espera, con una controversia política que se ha mantenido inalterable, el siempre atrevido director mexicano Luis Estrada estrena por fin esta semana en salas "¡Que viva México!", comedia de crítica social plagada de astros nacionales, empezando por su buen amigo Damián Alcázar, y siguiendo por Joaquín Cosío, Alfonso Herrera, Ana Martín, Ana de la Reguera, Angélica Peláez, Adriana Louvier, Silverio Palacios, Leticia Huijara, y unos cuantos más. La cinta, que originalmente iba a estrenar Netflix, pero su director se empeñó en una amplia distribución en cines y recompró los derechos, ha sido escrita por Estrada y Jaime Sampietro.

"Tú cuando escribes una historia de alguna manera también tratas de ser como más preciso y dar más información, cosas que tú crees que van a ser esenciales para el entendimiento de la película, pero de pronto tú tienes estos actores que dejan las cosas claras con una mirada, que ya no necesitas un diálogo para explicar todo ello, y entonces cuando empiezas a editar la película dices esto ya está suficientemente claro, ya no hace falta volverlo a remarcar, no hace falta volver a hacer énfasis en ello y en todas las películas se quedan cosas buenas y es muy doloroso, porque además es dinero que tiras a la basura", dijo Estrada, entrevistado en el espacio televisivo "Me lo dijo Adela".

En el film que se estrena este jueves, Pancho Reyes (Alfonso Herrera) es un hombre de clase media con muchos sueños y aspiraciones: tiene una familia perfecta, está casado, posee un trabajo de ensueño y lleva la vida que muchos quisieran. Todo esto da un giro de 180 grados cuando recibe la llamada de su padre (Damián Alcázar) para que vuelva al pueblo que lo vio nacer, La Prosperidad, pues ha sido la última voluntad de su abuelo, Don Francisco Reyes (Joaquín Cosío,  legarle su fortuna. Es a su llegada que comenzará una lucha encarnizada entre los miembros de su familia.

Estada añadió: "Pero también uno tiene que ser autocrítico o generoso con la historia para que el cuento, el transcurso de la historia, sea lo más ágil, lo más divertido, lo más entretenido, porque el público creo, o sea si las películas y sobre todo las últimas cinco que he hecho, se rodean de este halo de polémica, de grilla… Creo que lo más importante es que queremos hacer un cine popular, un cine al alcance de todos, que entretenga y se vea, pensando siempre en el público porque son para los que hacemos la película".



Herrera responde a esa polémica de la polarización de la película: "Es muy interesante por ejemplo la reacción que hay en las redes sociales de una película que ni siquiera ha salido, que la gente no ha visto y ya automáticamente la gente está tomando posturas. Ya están tomando partido de una película que ni siquiera ha salido, y es justo eso, es casi casi metaficción. Porque esta película plantea eso, los de arriba contra los de abajo, los chairos contra los fifís, y Luis es, tiene un conocimiento tan preciso de este país y crea radiografías tan ácidas y tan meticulosas que eso es parte de la película".

Estrada también ha querido hablar acerca del tema con las redes sociales: "Hay un ámbito que si es fantástico o sea que todo el mundo tenga derecho a dar su opinión, pero si tuviéramos por lo menos una mínima de reglas de convivencia y de decencia yo no quiero que digan: `Uy Luis Estrada es super simpático y además se parece a George Clooney´, a poco sí, a veces me lo dicen, que la gente diga que no le gustó la película de Luis Estrada, pero que no digan hijo de la chingadamadre, a la cual vamos a meterle un balazo, entonces ya ups...".

Por su parte, Damián Alcázar, imprescindible en la filmografía del director mexicano, invita al público a no perderse "¡Que viva México!" porque "les va a divertir, ya que es irreverente, crítico, tiene un humor formidable", aseguró a Sopitas. Al igual que Cosío, el protagonista de "La ley de Herodes" hace hasta tres personajes distintos en la larga película, de los que el más destacado es el del padre de familia: "Es el patriarca, el que asume la responsabilidad de la gran familia que tiene. Luis quería mostrar como tres pilares de la sociedad, el poder político, el religioso y el familiar. Podía haberse centrado en los representantes de los dos primeros sectores, pero prefiere hacerlo en la familia, que es la sociedad mexicana".

"Su objetivo era representar a toda la sociedad en esta familia, aparentemente unida pero completamente confrontada. Al final nadie se salva, todos tenemos parte de culpa y nadie es bueno o malo, y eso el lo que quería reflejar Luis. Me parece una gran película que debes ver varias veces, porque está llena de complejidades que le vas sacando", agregó el prestigioso actor.

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