El primer estreno colombiano de 2024, "Quiero que me mantengan", llegará a las salas de cine del país este jueves 4 de enero. Su director, Harold Trompetero, señaló que el film se trata de una combinación entre comedia y drama, al igual que la mayoría de sus cintas: "Siento que la sociedad colombiana está cansada del chiste básico de la comedia, entonces he tratado de hacer humor, pero que tenga un lado social donde haya drama y sensibilidad, que conecte al espectador".

Después de hacer la película más taquillera de la cartelera colombiana en 2022, "Un parcero en Nueva York", Harold Trompetero explicó a El Espectador que sacó un par de ideas claves de este film para hacer la nueva cinta: "Había unos sentimientos muy profundos en la sociedad colombiana después de la pandemia, irse del país y no tener que pensar en cómo conseguir dinero y sostenerse". Y añadió: "Entonces, se nos ocurrió esta idea con Liliana Rodríguez". Además, Trompetero reveló que la cinta comenzó a rodarse en la mitad del pasado año y fue grabada en La Calera, según el director con el propósito de "simular una ciudad intermedia colombiana genérica".

El humor es un tema recurrente en las cintas de Harold Trompetero, sin embargo, la presencia del drama en estas últimas ha supuesto una renovación de la comedia básica colombiana. Trompetero habló sobre esta innovadora combinación que emplea en sus cintas: "Trato de reflejar nuestras vicisitudes y dramas de una manera en la que nos terminamos riendo de ellos". Además, explicó cómo es posible mezclar ambas: "Yo siempre utilizo una frase de Shakespeare: ´Comedia es todo lo que les pasa a los demás y tragedia es todo lo que le pasa a uno´". Trompetero pretende reflejar un nuevo camino de afrontar el drama y tratar el humor de una forma más original, y manifestó la importancia del cine para transmitir ambas cosas: "Es un instrumento con el cual se hace una conexión y se establece un diálogo con el público".



El cineasta colombiano también habló sobre su faceta como escritor: "Ya he hecho tres novelas y escrito seis libros". Pero desveló por qué acabó dedicándose al cine: "Terminé haciendo películas porque tengo dislexia, tengo muy mala ortografía, problemas de gramática y redacción". Y añadió: "Es paradójico, pero la mayoría de los escritores sueñan con ser cineastas y los cineastas soñamos con ser escritores". En sus aspiraciones como escritor, Trompetero nombró algunas de sus mayores influencias: "Me gustan muchos los clásicos rusos, los populares colombianos como Álvaro Salom Becerra, entre otros, y me encantan los aforismos de Cioran". Sin embargo, el colombiano siempre ha destacado por su carrera en el cine, entre sus ídolos destacan, "Víctor Gaviria, Spielberg y Chaplin, y en cierto sentido, también Cantinflas".

Sobre la importancia del cine en la sociedad colombiana, Harold Trompetero dijo: "Si no hubiese existido, por ejemplo, el cine de Víctor Gaviria, la historia de Antioquía y Medellín sería otra". Y opinó que; "Creo que hubiese ido en un detrimento y no hubiese tenido un golpe que los hiciera reflexionar sobre lo que estaba haciendo la sociedad en ese momento, y tal vez Medellín no sería una de las ciudades más importantes de Latinoamérica en cuanto al cine".

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