Luciano Cáceres: "En Argentina es clave la posibilidad de coproducir porque estamos con un INCAA que no está funcionando"

por © Celia Santos-NOTICINE.com
Luciano Cáceres (CS)
Luciano Cáceres (CS)
El próximo 17 de enero llegará a las salas españolas la última película de Luciano Cáceres "Adiós Madrid", una coproducción hispanoargentina que sigue a Ramiro, quien deberá viajar a Madrid para decidir sobre la vida o muerte de su padre. Cáceres cuenta en exclusiva a NOTICINE.com más detalles sobre su personaje, sobre la situación de la industria audiovisual argentina y acerca de futuros proyectos en los que ya ha empezado a trabajar.

- Su personaje, Ramiro, es un hombre aparentemente duro y poco emocional. Sin embargo, al final de la película acaba rompiéndose y mostrándose más vulnerable. ¿Cuál ha sido el mayor desafío al combinar las dos facetas del personaje?
Lo que propone el guion es estar a las órdenes y estar disponible, además de ser cómplice de la trampa que tiene la película en ese sentido, con respecto a esa transformación. Yo siempre hablo de que puedo componer los colores de mi personaje, dependiendo de cómo me relaciono con el resto. Por ejemplo, yo no soy igual con mi hija, con mi pareja o con alguien que no conozco. Creo que los vínculos de confianza generan los colores y los matices. Y en esta película toda esta resistencia que Ramiro pone de comienzo se va rompiendo poco a poco cuando se va vinculando con cada uno de los personajes. Van apareciendo cosas de él y se abre quien había sido tan cerrado de entrada. También creo que lo facilita la situación extrema que aparece en la película, porque es difícil no conmoverse con lo que está viviendo, por muy enojado que esté. También asumí la responsabilidad de lo que habla la cinta. Hay que ser consciente de que uno tiene que sanar lo máximo posible en esta vida, porque no sabemos si hay otra. Todo lo que juntes de rencor y mugre en tu ser lo va a padecer otro, porque eso se transmite.

- Es una película muy emotiva, sobre todo el final, por lo que es probable que el público salga de la sala llorando. ¿Qué le provoca a usted como actor?
En las proyecciones en las que he estado, la gente acaba llorando. A mí me emociona verlo, aunque no sé si es como una memoria emotiva o algo que me hace recordar la escena, pero me conmueve y me da mucha alegría que ocurra en el público. Si uno puede provocar una emoción en un espectador, la película ya tiene sentido. Es lo mejor para quedarte tranquilo y saber que la tarea ya está cumplida.



- En esta película no aparece el Madrid "turístico", sino que se muestra el Madrid "de verdad". ¿Cómo se ha enfocado esto?
Bueno, ahí poco me toca a mí, porque no soy de aquí, pero creo que poder jugar y ser cómplice de hacer como si conocieras esta ciudad es muy interesante. Yo he venido a Madrid como 30 veces, por trabajo siempre, ya sea en teatro, festivales y de paso para ir a otros lugares. Creo que esta forma de abordar la ciudad está bien contada y me parece que está bueno que se decidiera contarlo desde una tribu que se mueve de una manera particular, desde el punto de vista de unos actores jóvenes. No quiere decir que la noche madrileña sea así para todos.

- ¿Crees que la proyección de la coproducción de España ha sido importante para hacer realidad la película?
Bueno, siempre abre caminos y genera movimiento. En este momento para nosotros es clave la posibilidad de coproducir porque estamos con un INCAA que no está funcionando y con poco presupuesto para hacer cosas. En lo personal, la coproducción supone seguir abriendo mercado. He tenido la suerte de trabajar en otras películas españolas, italianas, brasileñas… y puedo decir que un nuevo trabajo siempre abre nuevas puertas.

- ¿Tiene algún otro proyecto actualmente?
Acabo de terminar la película "El susurro", de Gustavo Hernández, que es un director uruguayo que filmó acá "No dormirás". La película se rodó en Montevideo y soy el único actor argentino. Después arranco en febrero con el rodaje en Uruguay de una película de Tomas Urban, una opera prima. Estamos filmando bastante en Uruguay, en la Argentina poco, aunque estamos muy cerca.

- El año pasado trabajó en la novela argentina "Buenos chicos". ¿Cómo era su personaje?
Fue la última ficción de la televisión abierta argentina. Desde ese momento no se ha vuelto a hacer otra, y además tuve la suerte de ganar mi segundo premio Martín Fierro con la novela. En lo personal, fue un lindo desafío porque me tocó hacer de un padre que sufre de alcoholismo y se muestra cómo lucha diariamente con eso y cómo lider un grupo para salvar a otras personas. De alguna manera se sigue ese día a día de una enfermedad como una adicción al alcohol, la forma en la que se relaciona con otra actriz que también padece la misma adicción y cómo se van sosteniendo mutuamente. Creo que dentro de lo que es la clásica novela argentina, me tocó contar esa historia diferente, y estuvo bueno. Además, se dio la oportunidad a gente joven, ya que para muchos fue su primer trabajo en televisión.

- A finales de mes comenzará la gira nacional e internacional de la obra teatral "Muerte". ¿Qué nos puede avanzar de la obra?
Para mí es un gran desafío porque es mi primer monólogo. Cuenta la historia de un marginal, un distinto, un chico que fue abandonado de muy pequeño en un taller de carpintería de ataúdes en un pueblo de la Argentina profunda. Crece físicamente, se vuelve un hombre pero con la mirada de un niño, y padece una vida bastante peculiar. En el correr de una hora de espectáculo, el espectador conoce sobre su abandono, sobre su relación con el amor, con la sexualidad, con lo que es ser un distinto… Se vuelve el raro, el apaleado, el insultado, pero después desarrolla un don: puede ver en la oscuridad, entonces empieza a moverse solo de noche. Cuando el pueblo lo detecta, empiezan a aprovecharse de esto para pedirle cosas no tan santas como apropiarse de lo ajeno. Es una obra muy fuerte y tiene un motor real que es una noticia periodística en la Argentina. Un adolescente fue asesinado a palos entre 30 personas por robar un móvil. Pretende mostrar cómo de golpe la manada activa la violencia súbita sin importar quién esté enfrente.

- ¿Por qué es una obra de teatro y no una película?
Porque ha sido escrita y dirigida por un actor de teatro, Francisco Lumerman. Un director nos planteó hacer una película, pero al final no salió adelante. Muchas veces pasa que el cine pasa al teatro y el teatro pasa al cine. En este caso no hay ningún proyecto en concreto, pero puede ser. Estoy muy contento con la obra. Ha recibido muchos premios, nominaciones y por suerte está muy bien acogida por el público. Ya hace más de un año que la vengo haciendo y siempre agotando las entradas, tanto en la gira de Estados Unidos como en el interior de la Argentina. La traje a Madrid el año pasado y se representó en la Casa de América, con las entradas agotadas.

- ¿Qué le atrae del teatro?
Es un salto al vacío enorme, es un acto de valentía gigante, y al estar solo más todavía. Es muy fuerte, no hay vuelta atrás, no hay edición posible. No tienes a ningún compañero que te salve, si te equivocas te equivocas.

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