Diego Luna se despide de "Andor" con lágrimas: "Se puede hacer algo popular sin renunciar al rigor"
- por © Redacción-NOTICINE.com

El mexicano Diego Luna, protagonista de la serie "Andor", cuyos últimos capítulos acaba de lanzar Disney+ este miércoles, describe el proceso de filmar la segunda temporada como una experiencia cargada de emociones. "Llegué a llorar varias veces al día. Pensé que no sería posible, que no llegaríamos ahí. Fue un triunfo en muchos sentidos", confiesa en Variety el actor mexicano, quien retomó el papel de Cassian Andor tras su debut en "Rogue One". Durante el rodaje de las escenas finales, que conectan directamente con la película de 2016, Luna destacó un detalle inusual: "El realizador (Alonso Ruizpalacios) y el director de fotografía (Damián García) eran mexicanos. Hablaba en mi idioma, hacía bromas como en casa, pero estábamos en un set de 'Star Wars'. Sentí que esto se había convertido en mi espacio".
La serie, creada por Tony Gilroy, explora los años previos al sacrificio del espía y ladrón rebelde, ahondando en temas como la resistencia ante regímenes autoritarios y el costo humano de las revoluciones. Gilroy, conocido por su enfoque meticuloso, reconoce que el proyecto surgió en un contexto único: "Fue una oportunidad irrepetible. Disney y Lucasfilm nos dieron libertad total, algo que nunca volverá a ocurrir". Sin embargo, Luna recalca que el mérito radica en la autenticidad del equipo: "Nunca recibimos órdenes restrictivas. Honramos el cine como lo aprendí: con creatividad y herramientas al servicio de la historia".
El actor también aborda su evolución frente a proyectos masivos. Criado en un entorno donde el arte "comercial" se veía con escepticismo —"mi padre hacía teatro y ópera; lo demás carecía de integridad"—, "Andor" le hizo replantearse ese prejuicio: "En la primera temporada, cuando vi que la complejidad del guion no se diluía al filmarlo, entendí que se puede hacer algo popular sin renunciar al rigor. No sé si volverá a pasar, pero esta serie demostró que es posible".
Gilroy, por su parte, minimiza la originalidad del enfoque: "Cualquier franquicia puede albergar historias profundas si hay compromiso. Logan lo logró con X-Men. Depende de las personas que estén al frente". Luna discrepa en parte: "¿Que una maquinaria tan gigantesca sea dirigida por una voz única? No conozco otro ejemplo así en televisión".
Sobre las comparaciones con conflictos actuales —Ucrania, Gaza—, Gilroy aclara: "No fuimos premonitorios. Los patrones de la historia se repiten: autoritarismo, insurrecciones… Nuestra serie habla de lo que ocurre cuando la historia llama a tu puerta". Luna añade: "Aunque estemos en una galaxia lejana, mostramos vidas íntimas que antes no estaban en pantalla. Eso crea un espejo con nuestra realidad".
El rodaje de la primera temporada, realizado durante la pandemia, marcó un precedente en la dinámica del equipo. "El COVID nos obligó a trabajar en burbujas, lejos unos de otros. La comunicación era como esta entrevista: a través de pantallas", explica Luna. Gilroy detalla cómo esto afectó su método: "Me vi forzado a ser más preciso en el guion. Si hubiera estado en el set, quizás habría improvisado más, pero la distancia exigió claridad absoluta en cada escena". Este rigor se tradujo en un proceso de preproducción exhaustivo, donde incluso los actores participaban en reuniones técnicas. "Un amigo me decía: 'Nunca había dedicado tanto tiempo a preparar un proyecto'. Al final, agradeció cada minuto", comenta el actor.
A pesar del éxito crítico, ambos son cautos ante la posibilidad de replicar este modelo. "El público responde cuando siente honestidad, pero esto no es la norma", admite Luna. Gilroy, más pragmático, señala: "Fue una lotería. Disney asumió un riesgo enorme, y funcionó. ¿Volverán a apostar así? Lo dudo". Para el actor, el verdadero legado de "Andor" está en su humanidad: "Cassian no es un héroe invencible. Es alguien que duda, que duele. Eso es lo que conecta: ver a personas, no íconos". Mientras Gilroy prefiere cerrar el capítulo —"24 episodios fueron suficientes"—, Luna deja una puerta abierta: "Ojalá sirva para que otros proyectos apuesten por historias así, pero no me hago ilusiones. Hoy celebro lo que logramos: contar algo grande sin perder el alma".
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La serie, creada por Tony Gilroy, explora los años previos al sacrificio del espía y ladrón rebelde, ahondando en temas como la resistencia ante regímenes autoritarios y el costo humano de las revoluciones. Gilroy, conocido por su enfoque meticuloso, reconoce que el proyecto surgió en un contexto único: "Fue una oportunidad irrepetible. Disney y Lucasfilm nos dieron libertad total, algo que nunca volverá a ocurrir". Sin embargo, Luna recalca que el mérito radica en la autenticidad del equipo: "Nunca recibimos órdenes restrictivas. Honramos el cine como lo aprendí: con creatividad y herramientas al servicio de la historia".
El actor también aborda su evolución frente a proyectos masivos. Criado en un entorno donde el arte "comercial" se veía con escepticismo —"mi padre hacía teatro y ópera; lo demás carecía de integridad"—, "Andor" le hizo replantearse ese prejuicio: "En la primera temporada, cuando vi que la complejidad del guion no se diluía al filmarlo, entendí que se puede hacer algo popular sin renunciar al rigor. No sé si volverá a pasar, pero esta serie demostró que es posible".
Gilroy, por su parte, minimiza la originalidad del enfoque: "Cualquier franquicia puede albergar historias profundas si hay compromiso. Logan lo logró con X-Men. Depende de las personas que estén al frente". Luna discrepa en parte: "¿Que una maquinaria tan gigantesca sea dirigida por una voz única? No conozco otro ejemplo así en televisión".
Sobre las comparaciones con conflictos actuales —Ucrania, Gaza—, Gilroy aclara: "No fuimos premonitorios. Los patrones de la historia se repiten: autoritarismo, insurrecciones… Nuestra serie habla de lo que ocurre cuando la historia llama a tu puerta". Luna añade: "Aunque estemos en una galaxia lejana, mostramos vidas íntimas que antes no estaban en pantalla. Eso crea un espejo con nuestra realidad".
El rodaje de la primera temporada, realizado durante la pandemia, marcó un precedente en la dinámica del equipo. "El COVID nos obligó a trabajar en burbujas, lejos unos de otros. La comunicación era como esta entrevista: a través de pantallas", explica Luna. Gilroy detalla cómo esto afectó su método: "Me vi forzado a ser más preciso en el guion. Si hubiera estado en el set, quizás habría improvisado más, pero la distancia exigió claridad absoluta en cada escena". Este rigor se tradujo en un proceso de preproducción exhaustivo, donde incluso los actores participaban en reuniones técnicas. "Un amigo me decía: 'Nunca había dedicado tanto tiempo a preparar un proyecto'. Al final, agradeció cada minuto", comenta el actor.
A pesar del éxito crítico, ambos son cautos ante la posibilidad de replicar este modelo. "El público responde cuando siente honestidad, pero esto no es la norma", admite Luna. Gilroy, más pragmático, señala: "Fue una lotería. Disney asumió un riesgo enorme, y funcionó. ¿Volverán a apostar así? Lo dudo". Para el actor, el verdadero legado de "Andor" está en su humanidad: "Cassian no es un héroe invencible. Es alguien que duda, que duele. Eso es lo que conecta: ver a personas, no íconos". Mientras Gilroy prefiere cerrar el capítulo —"24 episodios fueron suficientes"—, Luna deja una puerta abierta: "Ojalá sirva para que otros proyectos apuesten por historias así, pero no me hago ilusiones. Hoy celebro lo que logramos: contar algo grande sin perder el alma".
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