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Veremos en 2026 a Carlos Alcántara una vez más como Dragón en "La gran sangre"

por © Corresponsal (Perú)-NOTICINE.com
Vuelve el equipo de "La gran sangre"
Vuelve el equipo de "La gran sangre"
La idea había estado ahí, latente, durante años. El guionista y actor Aldo Miyashiro y el director Jorge Carmona se lo decían el uno al otro cada vez que se encontraban: había que volver a hacer "La gran sangre", un concepto que empezó en la televisión peruana para luego pasar a la gran pantalla, con Carlos Alcántara "Cachín" en el elenco. Pero los tiempos nunca coincidían, las agendas estaban llenas y luego llegó la pandemia, postergándolo todo una vez más. El regreso de los justicieros limeños parecía condenado a ser solo un deseo recurrente. Hasta que uno de los personajes, por sí solo, encendió la chispa.

"Justo cuando empezamos a conversar otra vez sobre la posibilidad de volver, hice una publicidad y regresé a Tony Blades después de años. Y explotó en redes", cuenta Miyashiro. La reacción del público ante ese breve regreso del apostador y buscavidas fue tan inmediata y masiva que funcionó como la confirmación definitiva. "Eso nos llevó a decidir hacerlo. 'La gran sangre' no se puede hacer si no está Jorge, si no estoy yo. La idea salió de los dos. Y había que sumar a Cachín, Pietro y Lucho. Y se dio", explica.

A partir de ahí, todo se movió con una velocidad inusual. El teaser que anunciaba el retorno se escribió, produjo y rodó en un tiempo récord. "Fue ultra rápido", recuerda Jorge Carmona. "Dos días después de escribir las escenas, las empezamos a producir, y rodamos prácticamente una semana después. En dos semanas hicimos todo. Se decidió y le dimos duro. Y fue loquísimo, era como si nunca hubiéramos dejado de grabar entre nosotros".

El reencuentro en el set, casi veinte años después de que la serie original se estrenara en 2006, estuvo cargado de una emoción que incluso complicó el rodaje. Miyashiro relata un momento particular: "Estábamos encapuchados para grabar la escena saliendo de la cárcel y veo a Cachín moviéndose sin parar. Le digo: '¿qué te pasa?' y me dice: 'estoy muy emocionado, no puedo controlar la emoción'. Tuvimos que calmarnos para grabar. El humor, la camaradería, todo seguía ahí".

Esa complicidad se mantuvo intacta a pesar de los caminos separados. "Hemos hecho carreras distintas, a cada uno le ha ido bien, y ahora nos reencontramos siendo otros. Conservamos las mismas ganas y el mismo rollo, pero han pasado 20 años y cada uno ha vivido sus propios procesos. Volver a juntarnos en un proyecto que nos dio tanta felicidad fue brutal, y reencontrarnos con el cariño de la gente lo hizo todavía más especial", reflexiona Miyashiro.

Ese cariño del público, lejos de desvanecerse, se fortaleció con el tiempo y se transmitió entre generaciones. Carmona lo atribuye a la cercanía de los personajes: "Son antihéroes que puedes ver en la calle. Son del barrio, compran en el kiosco, en el mercado. Esa cercanía genera identificación. Son como tu alter ego, lo que tú también quisieras ser. Hay chibolos de 10 años que saben quiénes son Tony, Dragón y Mandril. Los padres les enseñan la serie y se genera una unión bien linda". Miyashiro añade que su atractivo radica en sus imperfecciones: "Son falibles. No son dechados de virtud. Tienen problemas y miedos".

La nueva película, una coproducción entre Tondero y la productora original Capitán Pérez, asume el paso del tiempo de frente. La historia encuentra a Tony Blades (Aldo Miyashiro), El Dragón (Carlos Alcántara) y Mandril (Pietro Sibille) saliendo de prisión tras veinte años de una condena injusta. "Veinte años es toda una vida", señala Miyashiro. "Dejaron familia, amigos, no tienen nada. Y eso cambia la forma en la que resuelven los casos. El Dragón, que era sereno, probablemente ya no lo sea. Tony está amargado, molesto con la vida. Mandril dejó a un hijo afuera. Son otras emociones".

No se trata de ocultar los años, sino de incorporarlos a la trama. "La gente nos dice que el Dragón ya no podrá levantar la pierna", comenta Carmona. "Y claro, el tiempo pasa y estamos conscientes de ello. La historia se trata así, tal cual. No ocultamos nada. Somos más viejos, pero tenemos las mismas ganas, las mismas intenciones de solucionar las cosas que se solucionaban, pero adaptándolas a la realidad".

Esa realidad es una Lima sumida en una crisis de seguridad, dominada por el crimen organizado, donde las instituciones están desbordadas. Ante este escenario, el trío, junto a su informante Cobra (Lucho Cáceres), se verá obligado a reactivar su legendario Pacto de Sangre para imponer su propia justicia.

El teaser, difundido por BF Distribution Perú, muestra precisamente ese momento: los tres son conducidos esposados y encapuchados al salir de prisión. Una vez liberados, Cobra llega en un automóvil viejo y descompuesto para recogerlos. "¿Por qué tan serios? Parece que no están contentos de salir del bote", les dice, anunciando una fiesta de celebración que el vehículo parece no poder alcanzar. "No me miren así. No hay recursos", aclara.

El film, dirigido por Jorge Carmona, se estrenará en las salas de cine peruanas durante el año 2026. Para Miyashiro y Carmona, este proyecto también representa una especie de revancha. La primera película de "La gran sangre" se estrenó en agosto de 2007, pero trece días después ocurrió el terremoto de Pisco. "La gente dejó de ir a lugares públicos por temor a las réplicas. Las salas de cine estaban vacías. El resultado no fue el que esperábamos", recuerda Miyashiro.



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