A pocas horas de su estreno en todo Brasil, la 27 edición del Festival de Ceará recibió la world première de la mega producción "Malasartes e o Duelo com a Morte", que ostenta como frase publicitaria ser la película brasilera con la mayor cantidad de efectos visuales en las historia del cine producido en este país.

Este blockbuster brasilero, escrito y dirigido por Paulo Morelli ("Ciudad de hombres") forma parte de la competencia de largometrajes iberoamericano del festival y tiene previsto su estreno el día 10 de agosto próximo. Esta protagonizado por el actor cearense Jesuíta Barboza, de formación teatral y actualmente goza de popularidad gracias a tus trabajos en la televisión. Aurea, su pareja en la ficción está interpretado por la joven actriz Isis Barboza, ella es el objeto amoroso y compañera de aventuras de Pedro Malasartes (Jesuíta Barbosa).

El argumento de la película gira alrededor de un personaje del folklore iberoamericano Pedro Malasartes, quien debe enfrentarse a la mismísima muerte, encarnada por el conocido actor Julio Andrade, quien lo tienta y engaña para intercambiar lugares; y así poder librarse de la incesante y cíclica tarea de dar muerte a todos los seres humanos del planeta.

En el elenco también participan Milhem Cortaz, Vera Holtz, Leandro Hassum, Augusto Madeira y Julia Lanina. Mientras que el presupuesto total de la producción fue de R$ 9.5 millones de reales, de los cuales R$ 4.5 millones se destinaron a los efectos especiales.

El enorme porcentaje tiene relevancia pues el relato transcurre en dos escenarios principales: la tierra donde Malasartes y sus compinches viven sus épicas aventuras y el inframundo, donde la Muerte y otros seres fantásticos tienen múltiples enfrentamientos para librarse del destino que les tocó a cada uno de ellos. Los personajes principales Malasartes y la Muerte transitan ambos mundos, y el despliegue de efectos ciertamente es apabullante. Una superproducción que no tiene nada que envidiarle a los tanques hollywoodiense que con mucha regularidad llegan a nuestras pantallas y que también tiene muchos de los defectos que ellos adolecen.

El aspecto más crítico de la película es el tratamiento del guión, donde no se observa un trabajo delicado con un real sentido de la aventura. Los objetivos y logros de nuestro protagonista deberían diferenciarse para darle pausa, sentido y realce a la aventura que el corazón del relato, pero aquí todo es mortecino y va tal cual una ruleta rusa sin mayor control. Los efectos especiales deslumbran en las primeras secuencias pero transcurrido varios minutos se vuelve una parafernalia fatua que solo busca encantar, atrapar la atención del espectador.

Otra producción más que apela a la tecnología para suplir valores que deberían corresponder  al talento y la creatividad. Lástima que en este caso nos estemos refiriendo a una película latinoamericana.

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