Esmeralda Pimentel, Aida Folch y Adrián Lastra, en Canarias para saborear "El gusto del cloro"
- por © Redacción-NOTICINE.com
Prosigue, ahora en Gran Canaria, la filmación de "El gusto del cloro", adaptación de la novela gráfica de Bastien Vivès, tras un par de semanas en Madrid. Entre el 2 y el 14 de diciembre, el equipo dirigido por Álvaro Congosto filma en Las Palmas de Gran Canaria lo que describen como las secuencias centrales de la película y quedará pendiente la última etapa, que se desarrollará en Nueva York el próximo mes de abril. Esmeralda Pimentel, Aida Folch y Adrián Lastra encabezan el elenco.
La historia, que transcurre principalmente en la ciudad estadounidense, ha encontrado en localizaciones canarias un sustituto para recrear su esencia. El director, Álvaro Congosto, compartió sus impresiones sobre el proceso: "Rodar en Gran Canaria está siendo un auténtico descubrimiento. Era un desafío trasladar una historia ambientada en Nueva York a la isla y encontrar localizaciones que transmitieran esa esencia, pero hemos dado con lugares increíbles, como Talleres Palermo, donde filmamos una escena de teatro inmersivo con bailarines locales que quedó preciosa. Por un momento parecía que estábamos en el mejor bar de Brooklyn".
Congosto también destacó el trabajo en la piscina de Balsequillo, a la que definió como "un espacio mágico por su luminosidad y sus colores". Sobre el ambiente de trabajo, añadió: "En todos los lugares nos están recibiendo con una cercanía y una humildad admirables, y eso se nota en el trabajo del equipo".
La película, producida por Eterno Island Pictures y desarrollada dentro del programa Sources2 Lab, cuenta con un reparto encabezado por Adrián Lastra, Aida Folch y Esmeralda Pimentel, a los que se suman José Luis García Pérez y Juan Betancourt, entre otros. El director, que también coescribió el guion con Víctor Nores, se refirió a la experiencia de trabajar con los protagonistas: "Para un director novel es un lujo trabajar con intérpretes como Esmeralda Pimentel, Aida Folch y Adrián Lastra. Escuchan las direcciones con una humildad y una convicción maravillosas, y eso nos está permitiendo encontrar matices muy especiales que ni siquiera estaban previstos en guion. La luminosidad de Esmeralda, la fragilidad del personaje de Adrián y el carisma del personaje de Aida están aportando una riqueza enorme a la película y unos contrastes muy interesantes. Está siendo un proceso sencillo y muy bonito".
La trama sigue a Nico, un camarero español en Nueva York interpretado por Adrián Lastra, descrito como un personaje "sensible y temeroso, que fantasea con el amor mientras evita enfrentarse a sus inseguridades". Su mundo da un vuelco cuando conoce a Emily, una nadadora profesional a la que da vida Esmeralda Pimentel, y que desaparece después de susurrarle algo bajo el agua. Aida Folch interpreta a Amelia, una cajera y aspirante a actriz que, según la sinopsis, "obligará a Nico a mirar de frente aquello que más teme".
La productora, Patricia González, explicó el atractivo del proyecto: "Cuando leí 'El gusto del cloro', lo que más me gustó fue su enfoque narrativo tan original y la profunda resonancia emocional. Es una historia que utiliza el misterio y la fantasía para hablar de algo muy real y contemporáneo: la parálisis que sentimos ante la vida y el miedo a la vulnerabilidad. La historia de Nico, un joven enfrentándose a sus miedos en Nueva York, es un recordatorio tierno y divertido de que el amor verdadero no es una idealización, sino un acto de valentía".
Por su parte, Álvaro Congosto definió la película como "una mágica historia de amor sobre los peligros de la idealización, sobre todo lo que nos perdemos por el miedo al fracaso, en definitiva, sobre el miedo a vivir". El director expresó su interés particular en el retrato del protagonista: "Me interesa mostrar un retrato de un hombre vulnerable y paralizado por el miedo. Lo valiente ya no es ocultar los sentimientos, sino precisamente hacerse cargo de la propia vulnerabilidad para poder amar desde un lugar más sensible y humano".
El cómic original, publicado en 2008, situó a Bastien Vivès entre los nombres destacados del cómic europeo contemporáneo y ganó el premio revelación en el Festival de Angoulême. La adaptación marca el primer largometraje de ficción de Álvaro Congosto, cuya carrera previa incluye cortometrajes, documentales y cine-danza. Tras el rodaje en Gran Canaria, el equipo viajará en abril a Nueva York para completar la filmación, ya entrado 2026.
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La historia, que transcurre principalmente en la ciudad estadounidense, ha encontrado en localizaciones canarias un sustituto para recrear su esencia. El director, Álvaro Congosto, compartió sus impresiones sobre el proceso: "Rodar en Gran Canaria está siendo un auténtico descubrimiento. Era un desafío trasladar una historia ambientada en Nueva York a la isla y encontrar localizaciones que transmitieran esa esencia, pero hemos dado con lugares increíbles, como Talleres Palermo, donde filmamos una escena de teatro inmersivo con bailarines locales que quedó preciosa. Por un momento parecía que estábamos en el mejor bar de Brooklyn".
Congosto también destacó el trabajo en la piscina de Balsequillo, a la que definió como "un espacio mágico por su luminosidad y sus colores". Sobre el ambiente de trabajo, añadió: "En todos los lugares nos están recibiendo con una cercanía y una humildad admirables, y eso se nota en el trabajo del equipo".
La película, producida por Eterno Island Pictures y desarrollada dentro del programa Sources2 Lab, cuenta con un reparto encabezado por Adrián Lastra, Aida Folch y Esmeralda Pimentel, a los que se suman José Luis García Pérez y Juan Betancourt, entre otros. El director, que también coescribió el guion con Víctor Nores, se refirió a la experiencia de trabajar con los protagonistas: "Para un director novel es un lujo trabajar con intérpretes como Esmeralda Pimentel, Aida Folch y Adrián Lastra. Escuchan las direcciones con una humildad y una convicción maravillosas, y eso nos está permitiendo encontrar matices muy especiales que ni siquiera estaban previstos en guion. La luminosidad de Esmeralda, la fragilidad del personaje de Adrián y el carisma del personaje de Aida están aportando una riqueza enorme a la película y unos contrastes muy interesantes. Está siendo un proceso sencillo y muy bonito".
La trama sigue a Nico, un camarero español en Nueva York interpretado por Adrián Lastra, descrito como un personaje "sensible y temeroso, que fantasea con el amor mientras evita enfrentarse a sus inseguridades". Su mundo da un vuelco cuando conoce a Emily, una nadadora profesional a la que da vida Esmeralda Pimentel, y que desaparece después de susurrarle algo bajo el agua. Aida Folch interpreta a Amelia, una cajera y aspirante a actriz que, según la sinopsis, "obligará a Nico a mirar de frente aquello que más teme".
La productora, Patricia González, explicó el atractivo del proyecto: "Cuando leí 'El gusto del cloro', lo que más me gustó fue su enfoque narrativo tan original y la profunda resonancia emocional. Es una historia que utiliza el misterio y la fantasía para hablar de algo muy real y contemporáneo: la parálisis que sentimos ante la vida y el miedo a la vulnerabilidad. La historia de Nico, un joven enfrentándose a sus miedos en Nueva York, es un recordatorio tierno y divertido de que el amor verdadero no es una idealización, sino un acto de valentía".
Por su parte, Álvaro Congosto definió la película como "una mágica historia de amor sobre los peligros de la idealización, sobre todo lo que nos perdemos por el miedo al fracaso, en definitiva, sobre el miedo a vivir". El director expresó su interés particular en el retrato del protagonista: "Me interesa mostrar un retrato de un hombre vulnerable y paralizado por el miedo. Lo valiente ya no es ocultar los sentimientos, sino precisamente hacerse cargo de la propia vulnerabilidad para poder amar desde un lugar más sensible y humano".
El cómic original, publicado en 2008, situó a Bastien Vivès entre los nombres destacados del cómic europeo contemporáneo y ganó el premio revelación en el Festival de Angoulême. La adaptación marca el primer largometraje de ficción de Álvaro Congosto, cuya carrera previa incluye cortometrajes, documentales y cine-danza. Tras el rodaje en Gran Canaria, el equipo viajará en abril a Nueva York para completar la filmación, ya entrado 2026.
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