Con dos relativas decepciones finaliza la competencia del Festival de San Sebastián

por © Carolina G.Guerrero (San Sebastián)-NOTICINE.com
Burman y Roth (Reuters)
Burman y Roth (Reuters)
El 56 Festival Internacional de Cine de San Sebastián cerró este viernes su apartado competitivo con dos de sus más esperados títulos, el argentino-español "El nido vacío", de Daniel Burman, y "Bi mong" (Sueño) del coreano Kim Ki-duk, que si bien no fueron mal acogidos decepcionaron a algunos de los "fans" de los respectivos directores, habituales en el circuito festivalero. Las apuestas son diversas respecto del palmarés que se conocerá este sábado, al haber emergido entre la decena y media de títulos a concurso varios dignos de recompensa.

Aunque tanto el trabajo de Burman como el de Kim Ki-duk tienen elementos interesantes ya presentes en trabajos anteriores, no es menos cierto que ambos -y especialmente el coreano- divagan en sus respectivas películas y sus toques surrealistas no han sido del todo aceptados por amplios sectores de la audiencia.

Tras dos éxitos reconocidos en este mismo festival, "Primavera ,verano otoño y primavera" y "Hierro 3", el más conocido de los cineastas surcoreanos nos sorprende con un "Sueño" que se convierte en pesadilla, tanto para el protagonista como para el público.
 
Un hombre y una mujer se conocen de una manera inusual. El protagonista despierta de una de sus pesadillas, en la que él choca con otro vehículo y se da a la fuga cerca de la casa de su ex novia, se acerca al lugar del accidente y comprueba como ha ocurrido lo mismo que el había soñado. En ese momento toma contacto con la culpable real del accidente, una mujer que es sonámbula. Así descubre que existe un extraño lazo mental entre ambos, y mientras él sueña, ella repite la experiencia onírica en el mundo real. Entonces deciden estar juntos, no dormirse o por lo menos no hacerlo a la vez, para evitar así las posibles consecuencias nefastas que estos sueños puedan acarrearles. Y en la angustiosa lucha contra el sueño, la historia deriva hacia escenas duras de autodestrucción no aptas para todos los estómagos.

Según el director y guionista Kim Ki-duk, quien no pudo acudir al festival por estar convaleciente de un accidente de tráfico, no hay perfección en el amor a no ser que éste te lleve al sufrimiento o a la muerte.

Algún periodista especulaba sobre que la "rayadura mental" del coreano le habría privado de ser seleccionado para los más importantes festivales precedentes en el calendario, Venecia y Toronto, ya que este "Sueño" -cuyo estreno internacional se ha producido en San Sebastián- tiene mucho de despropósito.

Abrió la jornada la película argentina coproducida por España "El nido vacío", plena de diálogos, elementos psicoanalíticos y hasta números musicales... en torno a un matrimonio que se enfrenta a la soledad cuando los hijos abandonan el hogar familiar. Burman tiene ocasionales chispas de talento, pero una Cecilia Roth que sobreactúa y un mal desarrollo general de la cinta lastran su resultado final.

Las quinielas que circulan entre los festivaleros apuntan a un nombre que se repite en la mayoría, el del japonés Kore-Eda, cuya "Auritemo, auritemo" (Sigue andando) gustó mucho. También se habla de la norteamericana "Frozen river", y hay quien defiende el atrevimiento estilístico e ideológico de Jaime Rosales con "Tiro en la cabeza", a pesar de que "Camino", de su compatriota Javier Fesser, alcanzó mayor unanimidad. Tampoco podemos olvidar la palestina "Eid Milad Laila".

El festival, que entrega su Premio Donostia este viernes a Meryl Streep, termina con "The brothers bloom", que protagonizan Adrien Brody y Rachel Weisz, fuera de concurso.