El presidente del Festival de La Habana invita a los cineastas norteamericanos a formar un "puente" que normalice las relaciones USA-Cuba
- por © P.L. / NOTICINE.com
Por Alfredo Guevara *
A los cineastas norteamericanos (de Hollywood, independientes, de New York, Chicanos, puertorriqueños, latinos) y a todos los intelectuales..
¿Será este un mundo de tinieblas o esperanzas? ¿Sería justo vivir la ilusión de los cambios radicales o el sueño de que se cumpla cuanto se ha prometido en medio de inmensas tensiones o, cuando menos, parte de ello, en plazos no extendidos?
En unas pocas semanas ha sido derrotada sobre su propio terreno una política de brutalidad imperial, guerrerista y cruel, incapaz de aceptar la dignidad del otro, impositiva y avasallante; y, casi al mismo tiempo, quizá por las mismas razones, se desploma el sistema financiero mundial, basado en el engaño o el abuso, definido en desmedido afán de lucro y fundamentado en una filosofía político-económica que hacía (y hace) del libre mercado y de su supuesta mágica autorregulación su fundamento.
Esa política llevó a otros países a la ruina, la injusticia, el hambre y la desestabilización social; y en América Latina encontró primeras respuestas y las encuentra. Ahora, desenmascarándose, ha conducido a la más intensa crisis económica y social a los Estados Unidos, crisis que repercute en todas partes como irradiación del inmenso poderío de ese país y del entrelazamiento de los mercados, y de esa mezcla de engaño, ficción y realidad que llegaron a caracterizar el movimiento (casi inescrutable) de las finanzas internacionales.
Mientras Michael Moore se pregunta si es o no posible creerse la derrota del espíritu guerrero, enloquecido, de la inmensa irresponsabilidad y crueldad e inmoralidad política del Gobierno y diseño económico-militar predominante hasta ayer en su país y se dice ¡pellízcame!; Eduardo Galeano, escéptico y experimentado, va situando en su lugar lo que pudiera parecer imposible y, dejando un resquicio a la esperanza, termina cada párrafo de un texto excepcional con un ojalá.
Varios Premios Nobel norteamericanos en agudos y a veces exhaustivos análisis esclarecen (y hasta explican) hasta qué punto los que se van dejan envenenada y enajenada la realidad en la que los que llegan tendrán que gobernar.
La vida real de estas semanas ha ido demostrando contra toda previsión de largo plazo que lo imposible es posible. Sin embargo, no promovemos ilusiones; no es ese nuestro papel, el de los cineastas de América Latina, parte de la intelectualidad de nuestros países, a punto de reunirnos en los primeros días del próximo diciembre en el 30 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en La Habana.
Esperamos realidades sí, pero cruzar los brazos no ha sido y parece que no será jamás la actitud más alerta. Si hay una posibilidad para la esperanza, mano tendida.
Por eso una vez más invitamos a los cineastas norteamericanos, de Hollywood y New York, a los independientes de no importa dónde, a los chicanos y los puertorriqueños y a todos los latinos de USA a reunirse en el Festival con los cineastas de América Latina en un evento más o menos grande, dependerá de ustedes, que llamaremos Puentes y Más Puentes, que tendría que adelantar encuentro y alianza de las fuerzas intelectuales lúcidas del cine y el audiovisual antes de que el comercialismo banal se extienda más y más.
Puentes y más puentes no debería llevar por sigla inicial S.O.S., pero la usamos para decir también que la Amistad es una Urgencia.
Acercamiento desprejuiciado, rostro a rostro, conocer, comprender, dialogar, enriquecer la experiencia creativa y la de los entornos, los retos, los proyectos, las realizaciones sin predominio de presiones o ideologías, persona a persona, sin renunciar a nada, abiertos a recorrer los puentes que se tiendan, anchos o estrechos, puentes.
No solo como ahora soñamos y quisiéramos abrir en posibilidad; no solo en este 30 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano desde el que nos pronunciamos, también mañana, cada día. Se trata sí de ser realistas y saber apreciar y medir las dificultades. Pero también se trata de no renunciar a la esperanza y, sobre todo, de contribuir sin demora a que ella sea posible, a que ella conduzca a realidades.
(*): Alfredo Guevara, compañero de estudios y de Revolución de Fidel Castro, escritor y cineasta, fue fundador y presidente del Intituto del Cine Cubano (ICAIC), y ahora preside el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, cuya próxima edición tendrá lugar del 2 al 12 de diciembre.
A los cineastas norteamericanos (de Hollywood, independientes, de New York, Chicanos, puertorriqueños, latinos) y a todos los intelectuales..
¿Será este un mundo de tinieblas o esperanzas? ¿Sería justo vivir la ilusión de los cambios radicales o el sueño de que se cumpla cuanto se ha prometido en medio de inmensas tensiones o, cuando menos, parte de ello, en plazos no extendidos?
En unas pocas semanas ha sido derrotada sobre su propio terreno una política de brutalidad imperial, guerrerista y cruel, incapaz de aceptar la dignidad del otro, impositiva y avasallante; y, casi al mismo tiempo, quizá por las mismas razones, se desploma el sistema financiero mundial, basado en el engaño o el abuso, definido en desmedido afán de lucro y fundamentado en una filosofía político-económica que hacía (y hace) del libre mercado y de su supuesta mágica autorregulación su fundamento.
Esa política llevó a otros países a la ruina, la injusticia, el hambre y la desestabilización social; y en América Latina encontró primeras respuestas y las encuentra. Ahora, desenmascarándose, ha conducido a la más intensa crisis económica y social a los Estados Unidos, crisis que repercute en todas partes como irradiación del inmenso poderío de ese país y del entrelazamiento de los mercados, y de esa mezcla de engaño, ficción y realidad que llegaron a caracterizar el movimiento (casi inescrutable) de las finanzas internacionales.
Mientras Michael Moore se pregunta si es o no posible creerse la derrota del espíritu guerrero, enloquecido, de la inmensa irresponsabilidad y crueldad e inmoralidad política del Gobierno y diseño económico-militar predominante hasta ayer en su país y se dice ¡pellízcame!; Eduardo Galeano, escéptico y experimentado, va situando en su lugar lo que pudiera parecer imposible y, dejando un resquicio a la esperanza, termina cada párrafo de un texto excepcional con un ojalá.
Varios Premios Nobel norteamericanos en agudos y a veces exhaustivos análisis esclarecen (y hasta explican) hasta qué punto los que se van dejan envenenada y enajenada la realidad en la que los que llegan tendrán que gobernar.
La vida real de estas semanas ha ido demostrando contra toda previsión de largo plazo que lo imposible es posible. Sin embargo, no promovemos ilusiones; no es ese nuestro papel, el de los cineastas de América Latina, parte de la intelectualidad de nuestros países, a punto de reunirnos en los primeros días del próximo diciembre en el 30 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en La Habana.
Esperamos realidades sí, pero cruzar los brazos no ha sido y parece que no será jamás la actitud más alerta. Si hay una posibilidad para la esperanza, mano tendida.
Por eso una vez más invitamos a los cineastas norteamericanos, de Hollywood y New York, a los independientes de no importa dónde, a los chicanos y los puertorriqueños y a todos los latinos de USA a reunirse en el Festival con los cineastas de América Latina en un evento más o menos grande, dependerá de ustedes, que llamaremos Puentes y Más Puentes, que tendría que adelantar encuentro y alianza de las fuerzas intelectuales lúcidas del cine y el audiovisual antes de que el comercialismo banal se extienda más y más.
Puentes y más puentes no debería llevar por sigla inicial S.O.S., pero la usamos para decir también que la Amistad es una Urgencia.
Acercamiento desprejuiciado, rostro a rostro, conocer, comprender, dialogar, enriquecer la experiencia creativa y la de los entornos, los retos, los proyectos, las realizaciones sin predominio de presiones o ideologías, persona a persona, sin renunciar a nada, abiertos a recorrer los puentes que se tiendan, anchos o estrechos, puentes.
No solo como ahora soñamos y quisiéramos abrir en posibilidad; no solo en este 30 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano desde el que nos pronunciamos, también mañana, cada día. Se trata sí de ser realistas y saber apreciar y medir las dificultades. Pero también se trata de no renunciar a la esperanza y, sobre todo, de contribuir sin demora a que ella sea posible, a que ella conduzca a realidades.
(*): Alfredo Guevara, compañero de estudios y de Revolución de Fidel Castro, escritor y cineasta, fue fundador y presidente del Intituto del Cine Cubano (ICAIC), y ahora preside el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, cuya próxima edición tendrá lugar del 2 al 12 de diciembre.