Exclusiva: Lisandro Alonso y Matías Bize, complicidad de jurados en Miami

por © J.A. (Miami)-NOTICINE.com
Lisandro Alonso
Lisandro Alonso
Dos formas "personales" de hacer cine en el Cono Sur, dos directores jóvenes de aún relativamente escasa filmografía pero con una gran repercusión en todo el mundo, frecuentes invitados en festivales de cine. El argentino Lisandro Alonso y el chileno Matías Bize forman ambos parte del jurado en la competencia iberoamericana del Festival de Miami, que finaliza el próximo domingo. Es la primera vez que se conocen personalmente por esta responsabilidad y NOTICINE.com ha aprovechado para unirlos en animada tertulia.

- ¿Creen que existen paralelismos entre sus respectivas formas de hacer cine?
L.A.: Honestamente aún no he visto las películas de Matías, pero imagino que tienen que tener elementos comunes porque los presupuestos que manejamos son los mismos.
M.B.: Yo sólo he visto la última de Lisandro, "Liverpool". Creo que nos parecemos en el sentido de que somos cineastas que hablamos de un mundo personal contado cinematográficamente de forma personal.

- Se ha hablado de que hay un cierto movimiento minimalista o hiperrealista entre creadores latinoamericanos de su generación, que puede verse en Argentina, Uruguay, México o Chile...
M.B.: No me gusta la idea de hacer cine dentro de un movimiento. Me gusta hacer lo que quiero cuando quiero y no someterme yo mismo ni siquiera a una línea única de trabajo, sino variar de estilo de una película a otra. Quizás mi último trabajo, "Lo bueno de llorar" si tiene en común con ese estilo que es algo más lento... Pero antes "En la cama" no lo era. Por otro lado, a mí las películas que me interesan son en las reconozco que hay un autor detrás, que habla de su propio mundo... aunque ése no siempre sea parecido al mío.
L.A.: Imagino que por un lado esta Hollywood y por otro todos los demás... Hay gente que tiene otras curiosidades pero no necesariamente las mismas. Pienso que es peligroso construir grupos homogéneos porque se pierde riqueza. En el caso argentino sí puede hacer cosas comunes, pero tal vez las había más hace 8 años... Ahora muchos de los que entonces hacían cosas personales se han convertido en productores y se dedican a facturar. No me gusta cuando un cineasta se convierte en fabricante de películas como podía serlo de zapatos. Casi prefiero al que fabrica zapatos. Cuando te conviertes en máquina has perdido la sensibilidad y hacer cine se ha convertido simplemente en un trabajo.

- ¿Chile y Argentina son dos países vecinos que en terminos cinematográficos se dan la espalda?
M.B.: Puede que sea más facil para ambos encontrar coproducción en Europa, eso es cierto, pero sí creo que existe influencia entre nosotros, también con Uruguay, México... A mi personalmente me interesa mucho el cine latinoamericano y español. Mi última película ("Lo bueno de llorar") está rodada en Barcelona...
L.A.: El hecho de estar cerca no implica que haya obligatoriedad de hacer coproducciones. Tampoco hay tantas entre España con Portugal o Francia... aunque sí es cierto que el idioma es distinto. La postproducción de sonido en "Liverpool" la hice en Chile, y otros directores argentinos me consta que acuden también a estudios chilenos.

- ¿Tienen algún proyecto en cartera?
Lisandro AlonsoL.A. Yo no, todavía estoy con la promoción de "Liverpool" y no tengo nada previsto próximamente.
M.B.: Estoy cerrando acuerdos de coproducción para "La vida de los peces", que esperamos empezar a filmar ya en junio. Es sobre una fiesta que se desarrolla en una casa y uno de cuyos invitados es un chileno que ha vivido siempre fuera del país. Toda la acción se desarrolla en una sola noche.

- Los dos han viajado mucho con sus películas por festivales. ¿Recuerdan alguna anécdota? ¿Cómo viven este periplo de país en país?
L.A.: Un día me desperté en un avión sin saber a dónde iba ni cómo había logrado pasar la aduana y tomar ese vuelo. Tuve que preguntarle a mi compañero de asiento. Iba de Polonia a Locarno. Había estado tomando con unos amigos la noche anterior y no me acordaba de nada. Al parecer la gente del primer festival fue tan amable que se ocupó de todo...
M.B.: Yo por suerte recuerdo bien todos mis vuelos... (risas). No se me ocurre así alguna anécdota... Quizás que uno de los críticos que vio en un festival "En la cama" escribió que era "demasiado heterosexual". Viajar tanto se hace cansado pero no podemos quejarnos, porque es una suerte, sobre todo pensando en tanta gente que no tiene posibilidad de viajar.
L.A.: Sí, siempre es mejor ser jurado de un festival que estar en un puerto cargando fardos... Es algo extraño después de dos años y medio concentrado sin moverte para preparar una película, terminarla y al año siguiente recorrer 30 países. Quejarse sería frivolidad, pero a veces se hace pesado tener que responder en todas partes a las mismas preguntas...
M.B.: Eso es cierto, pero también hay ocasiones en los festivales de aprendizaje e inspiraciones, y conoces gentes...