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La entrega de un galardón al actor, director y productor andaluz Antonio Banderas fue el evento estelar más destacado al término del Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, en la República Checa, que se cerró el sábado con la entrega de su máximo galardón, el Globo de Cristal, al film belga de Fréderic Dumont "Un ange à la mer" (Un ángel en el mar). Tras pasar por el certamen centroeuropeo, el malagueño terminó su fin de semana en su casa de Marbella y aprovechó para acudir al partido final del enfrentamiento en la Copa Davis entre España y Alemania.

Banderas se refirió en el balneario checo, donde recibió el Premio de la Presidencia del festival, a la crisis económica que como a todos, también afecta al cine, pero especialmente al independiente. Y él sabe bien de lo que habla puesto que tiene varios proyectos en marcha como productor a la espera de cerrar su financiación. "La crisis nos ha sorprendido y nos apuñala por la espalda, es muy difícil obtener el más mínimo céntimo de un banco, estamos en una situación muy difícil ahora. Los grandes estudios tienen problemas pero son problemas relativos en comparación con los del cine europeo", dijo el astro español afincado en Hollywood.

Por otra parte, Karlovy Vary entregó a través del jurado oficial su máximo reconocimiento a "Un ange à la mer", un drama familiar del belga Fréderic Dumont, que además del Globo de Cristal, obtuvo una recompensa en metálico de 30.000 dólares. La acción del film se desarrolla en Marruecos, donde un padre depresivo con tendencias suicidas (Olivier Gourmet) cuenta su secreto a su hijo de 12 años. El premio especial del jurado correspondió a la iraní "Bist" (Veinte), de Abdolreza Kahani, mientras que el premio al mejor director fue para el alemán Andreas Dresen por "Whisky mit wodka" (Whisky con vodka).

Consiguieron los galardones interpretativos la actriz danesa Paprika Steen por "Applause" y por parte masculina lo compartieron Olivier Gourmet ("Un ange à la mer") y el estadounidense Paul Giamatti ("Cold souls").

Entre las 14 candidatas al Globo de Cristal sólo había una iberoamericana, la mexicana de Humberto Hinojosa "Oveja negra", que se fue con las manos vacías.