Javier Angulo: "Denuncio abiertamente que los festivales paguen por las películas"
- por © J.A. (Valladolid)-NOTICINE.com
El máximo responsable de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, Javier Angulo, compartió con NOTICINE.com sus reflexiones respecto de su festival y de los demás, una de las cuales es su denuncia de que algunos festivales acceden a la petición de productores, agencias de ventas y distribuidores, de dinero cuando sus películas son seleccionadas. "Se quieren cargar la gallina de los huevos de oro", afirma contundente, añadiendo que la promoción y los gastos que asumen los certámenes con las cintas que programan ya implican una inversión.
"Este año -afirma Angulo- hemos tenido que renunciar a tres películas por negarnos a pagar dinero para que participasen. Puedo entender que cuando se trate de copias de filmotecas y archivos se pague un dinero que ayuda a su mantenimiento, pero no para las películas nuevas. Estoy en contra y me gustaría que otros festivales españoles y extranjeros hicieran lo mismo. Quisiera convocarles a una reunión para que todos en bloque acordáramos no pagar. Nosotros hacemos nuestra parte. Como decía Fernando Lara en una mesa redonda ayer, los festivales mantienen con vida a muchas películas que no llamarían la atención sin ellos. No se nos puede pedir además dinero. Porque si se trata de cargar gastos, a los que los productores o distribuidores me piden yo les respondo con los míos, todos los que implica poner la película, invitar a sus profesionales, promocionarla... Y entonces, serían ellos los que tendrían que pagarnos".
Este año, la Seminci, uno de los festivales más antiguos y prestigiosos de España, ha visto reducido su presupuesto en medio millón de euros, que según su director "No han afectado al contenido esencial, a la programación, que ha sido la que queríamos y podíamos tener, sino a cosas accesorias, eventos paralelos como un gran concierto al estilo del del año pasado con "Metrópolis" y una exposición sobre los 60 y la Nouvelle Vague muy amplia que hubiéramos deseado".
Desde el año pasado al frente del festival castellano, el ex periodista de El País y Cinemanía, cree que está manteniendo la esencia, el espíritu del mismo: "Somos rigurosos en cuando a lo que se ve dentro de los cines y aspiramos quizás a tener más espectáculo fuera, implicar más a la ciudad, a los jóvenes. Ahí está nuestro futuro, y eso también implica a la programación. La mitad de la sección oficial son primeras o segundas películas de sus directores. Estamos abiertos a lo que se hace en vídeo en Castilla León y en Valladolid, a los cortometrajes. Creo que no adulteramos lo esencial con esa apertura de miras".
Cuando se le pregunta a Javier Angulo por lo que significa para él, que como periodista cubrió numerosos festivales, estar ahora del otro lado de la barrera, responde que su visión sólo ha cambiado "un poco", al comprobar la complejidad de la tarea desde dentro y la ilusión que se pone, independientemente de los resultados. "Como director y programador de un festival mi primer pensamiento no es para los críticos, ni siquiera para los cinéfilos, sino para el público en general, los miles de espectadores locales y los que vienen de otras partes de España a ver cine a Valladolid. Existimos para ellos".
"Este año -afirma Angulo- hemos tenido que renunciar a tres películas por negarnos a pagar dinero para que participasen. Puedo entender que cuando se trate de copias de filmotecas y archivos se pague un dinero que ayuda a su mantenimiento, pero no para las películas nuevas. Estoy en contra y me gustaría que otros festivales españoles y extranjeros hicieran lo mismo. Quisiera convocarles a una reunión para que todos en bloque acordáramos no pagar. Nosotros hacemos nuestra parte. Como decía Fernando Lara en una mesa redonda ayer, los festivales mantienen con vida a muchas películas que no llamarían la atención sin ellos. No se nos puede pedir además dinero. Porque si se trata de cargar gastos, a los que los productores o distribuidores me piden yo les respondo con los míos, todos los que implica poner la película, invitar a sus profesionales, promocionarla... Y entonces, serían ellos los que tendrían que pagarnos".
Este año, la Seminci, uno de los festivales más antiguos y prestigiosos de España, ha visto reducido su presupuesto en medio millón de euros, que según su director "No han afectado al contenido esencial, a la programación, que ha sido la que queríamos y podíamos tener, sino a cosas accesorias, eventos paralelos como un gran concierto al estilo del del año pasado con "Metrópolis" y una exposición sobre los 60 y la Nouvelle Vague muy amplia que hubiéramos deseado".
Desde el año pasado al frente del festival castellano, el ex periodista de El País y Cinemanía, cree que está manteniendo la esencia, el espíritu del mismo: "Somos rigurosos en cuando a lo que se ve dentro de los cines y aspiramos quizás a tener más espectáculo fuera, implicar más a la ciudad, a los jóvenes. Ahí está nuestro futuro, y eso también implica a la programación. La mitad de la sección oficial son primeras o segundas películas de sus directores. Estamos abiertos a lo que se hace en vídeo en Castilla León y en Valladolid, a los cortometrajes. Creo que no adulteramos lo esencial con esa apertura de miras".
Cuando se le pregunta a Javier Angulo por lo que significa para él, que como periodista cubrió numerosos festivales, estar ahora del otro lado de la barrera, responde que su visión sólo ha cambiado "un poco", al comprobar la complejidad de la tarea desde dentro y la ilusión que se pone, independientemente de los resultados. "Como director y programador de un festival mi primer pensamiento no es para los críticos, ni siquiera para los cinéfilos, sino para el público en general, los miles de espectadores locales y los que vienen de otras partes de España a ver cine a Valladolid. Existimos para ellos".