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La cinta de producción mexicana (junto a Alemania, Francia y Polonia) "El premio", dirigida por la argentina afincada en ese país Paula Markovitch, ya experimentada como previa guionista y escritora, ha tenido este viernes una calurosa acogida en la primera jornada competitiva de la 61 Berlinale, en la que también se presentó con el notable apoyo de su "personal" interpretativo la estadounidense "Margin call", un crudo retrato del estallido de la crisis financiera en Wall Street.

"El premio", primera de las dos cintas latinoamericanas a concurso, era una elección hasta cierto punto obvia por parte de la Berlinale puesto que durante su producción el propio festival la había apoyado economicamente a través de su World Cinema Fund, y la apuesta alemana no fue en vano, ya que -a pesar de ciertos excesos literarios que ralentizan algo la acción- el debut como realizadora de la argentina Markovitch, colaboradora del mexicano Fernando Eimbcke en "Lake Tahoe" y "Temporada de patos".

La cineasta cuenta con la ayuda de la ficción sus propios recuerdos infantiles en la costera San Clemente del Tuyu (Argentina), donde pasó parte de su infancia, antes de viajar con sus padres a México, huyendo de esa dictadura militar a la que retrata a partir de la mirada curiosa, inocente y a la vez arriesgada de una niña que por orden materna tiene mucho que callar. Su padre, militante político, se encuentra desaparecido y temen que la represión también las alcance a ellas.

En rueda de prensa, Markovitch defendió su estilo literario, aludiendo a que su primera vocación antes que el cine fue la literatura y que en su opinión "un cineasta en lugar de escribir con palabras lo hace con imágenes". "El premio", cuyo título hace referencia a una recompensa de redacción en la escuela que está a punto de desatar una tragedia, es una obra sensible e inspirada, tal vez no para el gran público por su lentitud, pero sí para los amantes de un cine de autor que combina el compromiso con la poesía.

También es una opera prima, de JC Chandor, la cinta independiente estadounidense "Margin call", que no obstante goza de un reparto digno de cualquier producción de gran estudio: Kevin Spacey, Jeremy Irons, Demi Moore, Zachary Quinto, Paul Bettany, Stanley Tucci..., quienes interpretan a altos ejecutivos de un banco financiero -que bien puede identificarse como Lehman Brothers- en las poco más de 24 horas cruciales en las que se vio venir el estallido de la burbuja de los "activos tóxicos", esos prestamos dificilmente recuperables que muchas entidades concedieron a diestro y siniestro sin las precisas garantías.

A través del escalafón bancario, se va corriendo la voz de la proximidad del desastre, y Chandor, proveniente de la publicidad pero autor él mismo del guión, lo cuenta a un buen ritmo que potencia el sentimiento claustrofóbico. No estamos ante la profundidad de algunas obras recordadas del micro género del furor avaricioso, empezando por "Wall Street", pero el joven cineasta, que aparte de saber filmar ha trabajado en el negocio inmobiliario, ha contado con la complicidad de su espléndido elenco.

Aquí en Berlín, Spacey, Irons, Quinto y Bettany han acaparado todo el interés de la prensa internacional, en una rueda de prensa en la que han hecho gala de muy buen "rollo" entre ellos, y de paso han dejado algunas críticas al sistema bancario, aunque -más moderado- Spacey ha recordado -coincidiendo con la "moraleja" del film- que también los depredadores de los negocios son al fin y al cabo de carne y hueso, y cuando se les cae el mundo encima, les duele...


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