Sobredosis de 3D en un insólito domingo de la Berlinale

por © E.E. (Berlín)-NOTICINE.com
Wim Wenders, en alas de la danza
Wim Wenders, en alas de la danza
Uno se sentía este domingo en Berlín más como visitante curioso de una "Expo" universal que espectador de un festival de cine. El director de la Berlinale, Dieter Kosslick, decidió programar varias cintas en 3D en esta 61 edición, y no contento con ello, pensó en colocar tres el mismo día, una detrás de otra. Al menos estos dos documentales, firmados por los maestros locales, Herzog y Wenders, y la cinta animada del francés Michel Ocelot "Les contes de la nuit" (única de los tres en competir por el Oso) sirvieron como experimento sobre los posibles efectos perniciosos del 3D... por partida triple.

El resultado es que se sobrevive... con más o menos dolor de cabeza, aunque otra cosa es dilucidar si merecía la pena esta sobredosis. "Pina", de Wim Wenders, es especialmente recomendable para los amantes de la danza moderna en general y para los admiradores de Pina Bausch, en particular, pero para los demás, pasados unos minutos y a pesar de los medios técnicos dispuestos por el reputado cineasta alemán, esta propuesta, que Wenders estuvo a punto de no hacer, porque su protagonista falleció justo antes de empezar a rodar (usó imágenes de archivo y sus coreografías interpretadas por los miembros de su compañía). Estos últimos le convencieron para que lo que iba a ser un documental en vida se conviertiera en homenaje póstumo.

Por su parte, Werner Herzog en "Cave Of Forgotten Dreams" (La cueva de los sueños olvidados) nos muestra algo que muy poca gente ha visto, ya que las cuevas de Chauvet Pont d’Arc, en el valle francés de L'Ardeche, y sus cerca de 400 pinturas rupestres se descubrieron en 1994, no pudiendo visitarse de momento. Con producción norteamericano-francesa, este documental podría tener mayor salida que la de su compatriota Wenders, dentro también de sus limitaciones.

Las aventuras de "Kirikú" reveló en medio mundo al francés Michel Ocelot, autor también de "Azur y Asmar" y "Príncipes y princesas", y uno de los raros casos de "autor" que se dedica a la animación, y aquí en "Les contes de la nuit" (Los cuentos de la noche) hace un homenaje estético a la cineasta alemana Lotte Reiniger y sus películas de los años 20 con una traslación de las sombras chinescas a la animación. Pero, a la vez, al veterano Ocelot no se le escapa que hablar de cine animado en este segunda década del siglo XXI es decir 3D. Sin embargo, estos cuentos hermosos y sensibles poco tienen que ver con las tendencias del cine comercial de animación y tampoco aquí estamos ante un film fácil de ver en las salas del mundo.

En resumen, un domingo en el que el cine "tradicional" de un festival como el berlinés se tomó un descanso, lo mismo que las estrellas, para ceder protagonismo... a unas gafas de cristales oscuros y efecto estroboscópico.

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