Pantalla Pinamar 2011: Carlos Sorín incursiona en el cine de género con "El gato desaparece"
- por © Cynthia García Calvo (Pinamar)-NOTICINE.com
Carlos Sorín marca presencia por partida doble en el Séptimo Encuentro Cinematográfico Argentino-Europeo Pantalla Pinamar. Por un lado, se rinde tributo a su clásico "La película del Rey" por cumplirse 25 años de su estreno, y por otro, se adelanta lo que será su próxima película: "El gato desaparece", su primera incursión en el cine de género que llegará a las salas argentinas el próximo 21 de abril.
"El gato desaparece" -que forma parte de la sección Work in progress de esta edición de Pinamar- es un proyecto inspirado por Alfred Hitchcock, con el cual Sorín deja el cine intimista de historias pequeñas para abrazar un género clásico con reglas propias.
Recordó Sorín durante la presentación del film que estaba estancado con un proyecto llamado "El regreso", que como tantos otros, nunca llegó a buen puerto. Después de abandonar tal idea, releyó lo que definió como su evangelio: "El cine según Hitchcock", el libro indispensable para todo cineasta donde François Truffaut entrevista al maestro del suspense.
"Hitchcock decía algo que me deslumbró. Decía: 'Los que piensan que 'Psicosis' es sobre la locura, se equivocan. 'Psicosis' es sobre el cine. Sobre las posibilidades del cine que le da a un director para manejar a una gran audiencia, como un organista a través del teclado maneja las pipas de una catedral. 'Psicosis' es una película para nosotros, los cineastas'. Eso fue un shock", relató. Esa respuesta le llevó a formularse una pregunta: "¿Por qué no hacer una película sobre el cine de la misma manera que como de alguna forma Hitchcock se propuso hacer 'Psicosis'? Entonces hice esta película que en realidad no es otra cosa que un ejercicio de estilo. El tema de la locura es la excusa. Lo importante es poder haber hecho un ejercicio de estilo clásico, un ejercicio de estilo muy frecuentado como es el cine de suspenso".
Esta es la historia de Beatriz, una mujer cuyo marido, Luis, acaba de salir de un neuropsiquiátrico. Al llegar a su casa, el gato de la familia lo ataca y huye. Luis quita importancia al episodio y se siente feliz y relajado de retornar al hogar. Pero para Beatriz no resulta sencilla la adaptación. El clima se irá enrareciendo, y las inquietudes de Beatriz se acrecientan.
Los protagonistas de la película son Beatriz Spelzini y Luis Luque, dos intérpretes de larga trayectoria sobre los que recae el peso de la historia. Este es un punto que también diferencia a esta producción del cine reciente de Sorín, quien ha cargado protagónicos sobre los hombros de no actores como en "Bombón, El perro" o "El camino de San Diego".
"Este es un cine clásico, un cine de actores. La puesta en escena es una puesta en escena construida. Contrariamente a mis películas anteriores, donde lo azaroso entraba en el rodaje, esta es una película construida como las viejas películas, y necesitaba actores que también construyan el personaje. La película trata de ser una obra de ingeniería narrativa o cinematográfica. Conté con dos grandes totalmente distintos. Luis es un actor intuitivo, que capta por intuición y lo hace, y Beatriz es un rolex, un mecanismo de una precisión suiza asombrosa", explicó Sorín sobre sus actores.
El cineasta considera que pese a ser una cinta particular dentro de su obra "no deja de ser una película minimalista a pesar de ser una película de género". Una experiencia que le resultó sumamente gratificante aunque está convencido de que no la volverá a repetir.
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"El gato desaparece" -que forma parte de la sección Work in progress de esta edición de Pinamar- es un proyecto inspirado por Alfred Hitchcock, con el cual Sorín deja el cine intimista de historias pequeñas para abrazar un género clásico con reglas propias.
Recordó Sorín durante la presentación del film que estaba estancado con un proyecto llamado "El regreso", que como tantos otros, nunca llegó a buen puerto. Después de abandonar tal idea, releyó lo que definió como su evangelio: "El cine según Hitchcock", el libro indispensable para todo cineasta donde François Truffaut entrevista al maestro del suspense.
"Hitchcock decía algo que me deslumbró. Decía: 'Los que piensan que 'Psicosis' es sobre la locura, se equivocan. 'Psicosis' es sobre el cine. Sobre las posibilidades del cine que le da a un director para manejar a una gran audiencia, como un organista a través del teclado maneja las pipas de una catedral. 'Psicosis' es una película para nosotros, los cineastas'. Eso fue un shock", relató. Esa respuesta le llevó a formularse una pregunta: "¿Por qué no hacer una película sobre el cine de la misma manera que como de alguna forma Hitchcock se propuso hacer 'Psicosis'? Entonces hice esta película que en realidad no es otra cosa que un ejercicio de estilo. El tema de la locura es la excusa. Lo importante es poder haber hecho un ejercicio de estilo clásico, un ejercicio de estilo muy frecuentado como es el cine de suspenso".
Esta es la historia de Beatriz, una mujer cuyo marido, Luis, acaba de salir de un neuropsiquiátrico. Al llegar a su casa, el gato de la familia lo ataca y huye. Luis quita importancia al episodio y se siente feliz y relajado de retornar al hogar. Pero para Beatriz no resulta sencilla la adaptación. El clima se irá enrareciendo, y las inquietudes de Beatriz se acrecientan.
Los protagonistas de la película son Beatriz Spelzini y Luis Luque, dos intérpretes de larga trayectoria sobre los que recae el peso de la historia. Este es un punto que también diferencia a esta producción del cine reciente de Sorín, quien ha cargado protagónicos sobre los hombros de no actores como en "Bombón, El perro" o "El camino de San Diego".
"Este es un cine clásico, un cine de actores. La puesta en escena es una puesta en escena construida. Contrariamente a mis películas anteriores, donde lo azaroso entraba en el rodaje, esta es una película construida como las viejas películas, y necesitaba actores que también construyan el personaje. La película trata de ser una obra de ingeniería narrativa o cinematográfica. Conté con dos grandes totalmente distintos. Luis es un actor intuitivo, que capta por intuición y lo hace, y Beatriz es un rolex, un mecanismo de una precisión suiza asombrosa", explicó Sorín sobre sus actores.
El cineasta considera que pese a ser una cinta particular dentro de su obra "no deja de ser una película minimalista a pesar de ser una película de género". Una experiencia que le resultó sumamente gratificante aunque está convencido de que no la volverá a repetir.
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