Brilla la española "Que Dios nos perdone" frente a la poderosa "Lady Macbeth"
- por © Carolina G. Guerrero (S.Sebastián)-NOTICINE.com
La segunda película española de la competencia donostiarra, "Que Dios nos perdone", de Rodrigo Sorogoyen tuvo una positiva acogida este lunes, aunque le tocó lidiar con otro peso pesado de la selección, la recién llegada de Toronto "Lady Macbeth", del debutante británico William Oldroyd, un drama negro y pasional que adapta libremente la obra de Nikolai Leskov, recibiendo muy buenas críticas en el certamen canadiense, y con serias posibilidades de tener premio aquí en San Sebastián.
El talento de Rodrigo Sorogoyen, ya percibido en su primer film en solitario, "Stockholm", se confirma en la más comercial "Que Dios nos perdone", thriller sobre dos policías encargados de perseguir a un asesino psicópata que mata a ancianas, en el sofocante ambiente del verano de 2011, cuando en la capital española coinciden las protestas del movimiento de indignados anti-crisis 15-M con los cientos de miles de peregrinos que acuden a las Jornadas de la Juventud convocadas por el Papa. Ello les obliga a llevar su "caza" con el mayor de los sigilos.
Roberto Alamo y Antonio de La Torre, los dos investigadores policiales, bordan sus papeles en la cinta. El peso interpretativo se reparte entre en los dos, pero el personaje que desarrolla Alamo se encarga además de desdramatizar y dar respiro al espectador, en muchas secuencias, sobre la base de un guión -escrito por el propio Sorogoyen e Isabel Peña, pleno de giros y sorpresas. Sorogoyen pone al espectador al límite, y lo mantiene a veces en tanta tensión que hubo mas de un grito en la proyección de prensa al sorprender al público en más de una escena.
Esta historia, que se desarrolla en un caótico centro de Madrid, quiere llegar al final a una importante y cruda reflexión, nadie es tan bueno como uno mismo cree, y los héroes de las historias, en ocasiones, no se diferencian tanto de los villanos. Todo apunta a que estamos ante un film potencialmente exitoso, capaz de seducir por su suspense a amplios públicos. Si a "Que Dios nos perdone" le sumamos la previamente proyectada "El hombre de las mil caras", no se puede dudar de la buena salud creativa del cine español.
"Lady Macbeth", por su parte, es hasta el día de hoy y por lo que se escucha en el ámbito de este festival, la provisional favorita para llevarse la Concha de Oro a casa, como mejor película de este año. Se trata de una adaptación libre de la novela breve decimonónica del ruso Nikolai Leskov "Lady Macbeth de Mtsensk", cuya acción William Oldroyd traslada desde la Rusia zarista a Gran Bretaña, pero en la misma época. Sin embargo, el cineasta británico, por medio del guión de Alice Birch, renueva la historia planteando dilemas muy contemporáneos, como el clasismo y la liberación femenina.
Estamos ante una historia muy bien contada y ambientada, y sobre todo magistralmente interpretada por su protagonista a la que da vida la actriz de aún corta carrera Florence Pugh, quien interpreta en el estricto ambiente de la Inglaterra de 1865 a una joven recién casada, repudiada por su sádico e impotente esposo y maltratada psicológicamente por su suegro, que se enamora en ausencia de éstos de uno de los trabajadores de su finca. Hasta entonces sexualmente frustrada, se abrirán para ella los placeres del amor y de la carne, y así surgirá su lado oscuro. A partir de ahí arrasará con cuanto se le ponga a su paso, para conseguir sus propósitos, y no sacrificar su relación pasional. Lady Macbeth, mejor dicho Katherine, se convertirá entonces en una cruel superviviente.
Con algunos de los elementos clásicos para llenar salas, como el sexo, el crimen y una excelente ambientación e interpretaciones, "Lady Macbeth" tiene todos los mimbres no sólo para estar en el palmarés donostiarra, sino para convertirse también en una cinta taquillera.
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El talento de Rodrigo Sorogoyen, ya percibido en su primer film en solitario, "Stockholm", se confirma en la más comercial "Que Dios nos perdone", thriller sobre dos policías encargados de perseguir a un asesino psicópata que mata a ancianas, en el sofocante ambiente del verano de 2011, cuando en la capital española coinciden las protestas del movimiento de indignados anti-crisis 15-M con los cientos de miles de peregrinos que acuden a las Jornadas de la Juventud convocadas por el Papa. Ello les obliga a llevar su "caza" con el mayor de los sigilos.
Roberto Alamo y Antonio de La Torre, los dos investigadores policiales, bordan sus papeles en la cinta. El peso interpretativo se reparte entre en los dos, pero el personaje que desarrolla Alamo se encarga además de desdramatizar y dar respiro al espectador, en muchas secuencias, sobre la base de un guión -escrito por el propio Sorogoyen e Isabel Peña, pleno de giros y sorpresas. Sorogoyen pone al espectador al límite, y lo mantiene a veces en tanta tensión que hubo mas de un grito en la proyección de prensa al sorprender al público en más de una escena.
Esta historia, que se desarrolla en un caótico centro de Madrid, quiere llegar al final a una importante y cruda reflexión, nadie es tan bueno como uno mismo cree, y los héroes de las historias, en ocasiones, no se diferencian tanto de los villanos. Todo apunta a que estamos ante un film potencialmente exitoso, capaz de seducir por su suspense a amplios públicos. Si a "Que Dios nos perdone" le sumamos la previamente proyectada "El hombre de las mil caras", no se puede dudar de la buena salud creativa del cine español.
"Lady Macbeth", por su parte, es hasta el día de hoy y por lo que se escucha en el ámbito de este festival, la provisional favorita para llevarse la Concha de Oro a casa, como mejor película de este año. Se trata de una adaptación libre de la novela breve decimonónica del ruso Nikolai Leskov "Lady Macbeth de Mtsensk", cuya acción William Oldroyd traslada desde la Rusia zarista a Gran Bretaña, pero en la misma época. Sin embargo, el cineasta británico, por medio del guión de Alice Birch, renueva la historia planteando dilemas muy contemporáneos, como el clasismo y la liberación femenina.
Estamos ante una historia muy bien contada y ambientada, y sobre todo magistralmente interpretada por su protagonista a la que da vida la actriz de aún corta carrera Florence Pugh, quien interpreta en el estricto ambiente de la Inglaterra de 1865 a una joven recién casada, repudiada por su sádico e impotente esposo y maltratada psicológicamente por su suegro, que se enamora en ausencia de éstos de uno de los trabajadores de su finca. Hasta entonces sexualmente frustrada, se abrirán para ella los placeres del amor y de la carne, y así surgirá su lado oscuro. A partir de ahí arrasará con cuanto se le ponga a su paso, para conseguir sus propósitos, y no sacrificar su relación pasional. Lady Macbeth, mejor dicho Katherine, se convertirá entonces en una cruel superviviente.
Con algunos de los elementos clásicos para llenar salas, como el sexo, el crimen y una excelente ambientación e interpretaciones, "Lady Macbeth" tiene todos los mimbres no sólo para estar en el palmarés donostiarra, sino para convertirse también en una cinta taquillera.
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