Tibia bendición para Lucrecia Martel en Cannes
- por © Enviado especial-NOTICINE.com
16-V-04
Ya le pasó a Almodóvar en la apertura y le ha vuelto a ocurrir a su "pupila", la cineasta argentina Lucrecia Martel, a quien ha producido su segundo largo, "La niña santa", un film que como el almodovariano "La mala educación" mezcla religión y sexo. La acogida para ambas cintas en los respectivos pases de prensa estuvo lejos de las expectativas previas, aunque en las posteriores sesiones oficiales -ya sin críticos- los aplausos se hicieron menos esquivos. Junto a "La niña santa", en una jornada dominical llena de protagonismo femenino, concursó la francesa de Agnès Jaoui "Comme une image", y -fuera de concurso- el presidente del jurado Quentin Tarantino presentó "Kill Bill-Volumen 2", junto a su actriz Uma Thurman.
En otra jornada repleta de proyecciones y actividades paralelas, más tranquila que la víspera en cuanto a enfrentamientos entre "intermitentes" del espectáculo y policía, en Una Cierta Mirada, el ecuatoriano Sebastián Cordero lanzó internacionalmente su cinta "Crónicas", protagonizada por John Leguizamo y la española Leonor Watling, y Penélope Cruz hizo lo propio con la italo-española "No te muevas", de Sergio Castellitto. También se abrió el apartado dedicado al cine brasileiro.
Después de que su opera prima -"La ciénaga"- triunfara en Berlín, Cannes no ha querido dejar escapar por segunda vez a Lucrecia Martel. La directora salteña fue respaldada por el certamen galo en su "master" de la Cinefondation, y ahora muestra en la competencia su segunda película, "La niña santa". Respaldada por los principales miembros de su elenco, Maria Alché, Mercedes Morán, Mía Maestro y Alejandro Urdapilleta, y por sus productores, Pedro y Agustín Almodóvar de parte española y Lita Stantic de la Argentina, Martel ha dicho a los periodistas que no ha querido hacer un film directamente sobre el bien contra el mal, sino sobre la dificultad a veces de distinguir uno y otro. "Las nociones abstractas como inocencia y culpabilidad, el bien y el mal, no me influyen cuando escribo un guión, ya que concibo a los personajes como organismos vivos".
"La niña santa", estrenada hace semanas en Argentina y ya vendida a medio mundo gracias al respaldo de El Deseo, es la historia -de nuevo como en "La ciénaga" ubicada en Salta- de una adolescente con vocación religiosa que se propone "salvar" el alma de un médico de provincias necesitado de sexo, alojado en el hotel que regenta su madre.
Para la francesa Agnès Jaoui, conocida sobre todo por su faceta de actriz, que aqui también exhibe, "Comme une image" es también su segunda realización. Esta comedia sobre una joven veinteañera aspirante a cantante lírica acomplejada por su físico y con problemáticas relaciones con su padre y profesores, tuvo una aceptable respuesta de la prensa, sobre todo de la nacional.
Lógicamente, buena parte de la atención mediática del día se la llevaron Tarantino y Uma Thurman, pareja muy bien avenida que se reunió de nuevo con David Carradine y Daryl Hannah para mostrar en Sección Oficial -pero fuera de competición- la segunda mitad de su violenta "Kill Bill", un guiño agradecido a quien preside este año el jurado internacional. Tarantino se mostró muy orgulloso de su obra, dijo no querer sustraerse a la categoría de permanente espectador -incluso de sus propias películas- y aseguró que la violencia de su historia está más que justificada, añadiendo que está dispuesto a hacer sin complejo alguno "la película más sangrienta o violenta de la historia del cine".
En Un Certain Regard, el principal apartado paralelo del festival, el ecuatoriano Cordero estrenó mundialmente "Crónicas", una coproducción con México, protagonizada por el colombiano-norteamericano John Leguizamo, la española Leonor Watling y el mexicano Damián Alcázar. Basada en hechos reales, la nueva obra del autor de "Ratas, ratones, rateros" cuenta la historia de la cobertura mediática de una gran cadena de TV latina radicada en Miami sobre una serie de crímenes en serie en una zona deprimida de un país latinoamericano. Sebastián Cordero ha explicado que "Crónicas" habla de arrogancia e intolerancia, y de las dos Latinoaméricas que conviven hoy en día: "La de los periodistas, que son una élite, una burbuja, un mundo un poco ideal, un porcentaje pequeñito de la Latinoamérica con recursos, de la Latinoamérica globalizada cuya capital es Miami y que convive con la otra Latinoamérica del sur, mucho más cruda, mucho más dura, mucho más real...".
Este lunes el gran protagonista será Michael Moore, con su documental sobre la política de Bush y las consecuencias del 11-S, "Fahrenheit 911".
Ya le pasó a Almodóvar en la apertura y le ha vuelto a ocurrir a su "pupila", la cineasta argentina Lucrecia Martel, a quien ha producido su segundo largo, "La niña santa", un film que como el almodovariano "La mala educación" mezcla religión y sexo. La acogida para ambas cintas en los respectivos pases de prensa estuvo lejos de las expectativas previas, aunque en las posteriores sesiones oficiales -ya sin críticos- los aplausos se hicieron menos esquivos. Junto a "La niña santa", en una jornada dominical llena de protagonismo femenino, concursó la francesa de Agnès Jaoui "Comme une image", y -fuera de concurso- el presidente del jurado Quentin Tarantino presentó "Kill Bill-Volumen 2", junto a su actriz Uma Thurman.
En otra jornada repleta de proyecciones y actividades paralelas, más tranquila que la víspera en cuanto a enfrentamientos entre "intermitentes" del espectáculo y policía, en Una Cierta Mirada, el ecuatoriano Sebastián Cordero lanzó internacionalmente su cinta "Crónicas", protagonizada por John Leguizamo y la española Leonor Watling, y Penélope Cruz hizo lo propio con la italo-española "No te muevas", de Sergio Castellitto. También se abrió el apartado dedicado al cine brasileiro.
Después de que su opera prima -"La ciénaga"- triunfara en Berlín, Cannes no ha querido dejar escapar por segunda vez a Lucrecia Martel. La directora salteña fue respaldada por el certamen galo en su "master" de la Cinefondation, y ahora muestra en la competencia su segunda película, "La niña santa". Respaldada por los principales miembros de su elenco, Maria Alché, Mercedes Morán, Mía Maestro y Alejandro Urdapilleta, y por sus productores, Pedro y Agustín Almodóvar de parte española y Lita Stantic de la Argentina, Martel ha dicho a los periodistas que no ha querido hacer un film directamente sobre el bien contra el mal, sino sobre la dificultad a veces de distinguir uno y otro. "Las nociones abstractas como inocencia y culpabilidad, el bien y el mal, no me influyen cuando escribo un guión, ya que concibo a los personajes como organismos vivos".
"La niña santa", estrenada hace semanas en Argentina y ya vendida a medio mundo gracias al respaldo de El Deseo, es la historia -de nuevo como en "La ciénaga" ubicada en Salta- de una adolescente con vocación religiosa que se propone "salvar" el alma de un médico de provincias necesitado de sexo, alojado en el hotel que regenta su madre.
Para la francesa Agnès Jaoui, conocida sobre todo por su faceta de actriz, que aqui también exhibe, "Comme une image" es también su segunda realización. Esta comedia sobre una joven veinteañera aspirante a cantante lírica acomplejada por su físico y con problemáticas relaciones con su padre y profesores, tuvo una aceptable respuesta de la prensa, sobre todo de la nacional.
Lógicamente, buena parte de la atención mediática del día se la llevaron Tarantino y Uma Thurman, pareja muy bien avenida que se reunió de nuevo con David Carradine y Daryl Hannah para mostrar en Sección Oficial -pero fuera de competición- la segunda mitad de su violenta "Kill Bill", un guiño agradecido a quien preside este año el jurado internacional. Tarantino se mostró muy orgulloso de su obra, dijo no querer sustraerse a la categoría de permanente espectador -incluso de sus propias películas- y aseguró que la violencia de su historia está más que justificada, añadiendo que está dispuesto a hacer sin complejo alguno "la película más sangrienta o violenta de la historia del cine".
En Un Certain Regard, el principal apartado paralelo del festival, el ecuatoriano Cordero estrenó mundialmente "Crónicas", una coproducción con México, protagonizada por el colombiano-norteamericano John Leguizamo, la española Leonor Watling y el mexicano Damián Alcázar. Basada en hechos reales, la nueva obra del autor de "Ratas, ratones, rateros" cuenta la historia de la cobertura mediática de una gran cadena de TV latina radicada en Miami sobre una serie de crímenes en serie en una zona deprimida de un país latinoamericano. Sebastián Cordero ha explicado que "Crónicas" habla de arrogancia e intolerancia, y de las dos Latinoaméricas que conviven hoy en día: "La de los periodistas, que son una élite, una burbuja, un mundo un poco ideal, un porcentaje pequeñito de la Latinoamérica con recursos, de la Latinoamérica globalizada cuya capital es Miami y que convive con la otra Latinoamérica del sur, mucho más cruda, mucho más dura, mucho más real...".
Este lunes el gran protagonista será Michael Moore, con su documental sobre la política de Bush y las consecuencias del 11-S, "Fahrenheit 911".