Hablamos con Alfredo Castro sobre "Rojo" y sus nuevos proyectos
- por © Carolina G.Guerrero (San Sebastián)-NOTICINE.com
El polifacético y afortunadamente cada vez más prolífico en diversos países iberoamericanos Alfredo Castro ha pasado por San Sebastián como uno de los protagonistas de la película del argentino Benjamín Naishtat "Rojo", que compite por la Concha de Oro. También visto recientemente en la mexicana "Museo" y otras cintas de su país natal, Chile, Argentina y Uruguay, Castro habla en esta entrevista exclusiva con NOTICINE.com de su personaje, que se mueve en el filo "del ridículo", según el propio actor.
- ¿Cómo definiría a su personaje en "Rojo"?
Es un personaje que entra pasada la mitad de la película. Se trata de un detective chileno que ha hecho televisión en Buenos Aires, un poco falso, un tipo que introduce ironía y comicidad a la película. No puedo contar más porque deben ver la película, pero es un personaje interesante que entra a investigar una situación de un hombre que ha sido cómplice pasivo de la dictadura. A mí me fascinó. Encuentro que es un personaje al borde de la comedia, al borde del ridículo que, sin embargo, logra algo muy importante en la película.
- ¿Qué le sedujo del guión y de su personaje?
Pensé que era un guion espléndidamente bien escrito. Le dije a Benjamin: "Esto es una obra de literatura". Fue mi primer enganche con la película. Parte de en un nivel dramático muy fuerte e impactante. Es una película que me interesó desde el primer día.
- ¿Cómo se preparó para un personaje tan peculiar?
Benjamín me dio unos links con ciertas cosas que yo tenía que ver. Me leí un libro sobre la situación argentina en el año 1977 durante la dictadura. Yo viví la dictadura chilena, por lo tanto, conocía el terror, el pánico de la sociedad civil frente a los militares. Me lo preparé pensando en cómo componer un rol con cierto humor.
- Benjamín Naishtat es un cineasta joven y ésta es su tercera película. ¿Qué tal la experiencia de trabajar con él?
Es un hombre muy tranquilo y creativo. Compartimos concepciones éticas de la vida y sobre la dictadura. Fue muy grato. Trabajar con Darío (Grandinetti) siempre resulta muy impactante para mí. Es un gran actor. Fue todo precioso.
- ¿Qué supondría un premio para usted y la película?
Los premios siempre son muy buenos. Estimulan. Son un honor recibirlos, dan más impulso a la película y hay más mercado y más ventas. Como actor es muy lindo estar promoviendo algo que uno hizo.
- Antes de venir a San Sebastián pasaron por Toronto. ¿Qué tal les fue allá y que comparación se le ocurre entre aquel festival y éste de San Sebastián?
Estuve dos días allí. Fue insólito lo que pasó. Un público muy receptivo y con un nivel de críticas excelente. Fue como la segunda mejor película en cuanto a crítica y comentarios publicados. Quedamos muy contentos. En cuanto a San Sebastián, es más relajado, es lindo, la gente anda más normal. Este y Cannes son dos festivales que a mí me gustan mucho. Son muy libres, muy relajados.
- Hace ya unos años en que usted saltó fronteras y ha trabajado con cineastas de México, Argentina, Uruguay... ¿Para cuándo España?
Me encantaría. He estado en Italia, Francia, Colombia, Uruguay, Argentina, y en México. En España me gustaría mucho. Aquí se hace muy buen cine.
- De todos sus personajes, ¿cuáles recuerda con más cariño?
Tengo como favoritos a Toni Manero, al cura de "El Club", y al personaje de "Los perros". Esta última me gustó mucho hacerla por la sutileza del rol que había que hacer. Benjamín fue a Chile, estuvimos dos días juntos. Me dijo que leyera el papel con acento argentino, pero no nos gustó porque era muy exagerado. Luego logramos un tono interesante. Yo me visto de un personaje y noto que algo me pasa físicamente, me convierto en otra persona. Elegimos ropa y vestuario y me pareció que el rol ya estaba.
-¿Qué futuros proyectos maneja en este momento?
Estoy filmando dos películas en Canarias, la mitad de una película chilena que transcurre allí y una película con Théo Court, un director chileno que a mí me fascina. Es su segundo largometraje y al igual que Benjamín, es un joven que viene con un poder político maravilloso. Además, que un chico tan joven como Benjamín, toque el tema de la dictadura desde el punto de vista que él toma, me pareció muy notable. Me hizo sentir que viene un buen futuro. Estamos hablando por un "nunca más" a tener una dictadura tan tremenda como aquella. Esta película también trata sobre la matanza de indios que hubo en la Patagonia chilena y argentina. Les pagaban por oreja de indio. Esa milicia horrible me muestra que Théo Court, viene con un discurso político muy potente. Otra película que estoy filmando es con una directora venezolana residente en España, Claudia Pinto. Trata sobre una estructura familiar que se derrumba por la falta de ética de los personajes burgueses acomodados. Tengo un año 2019 casi lleno de películas, estoy muy contento y agradezco profundamente que haya sucedido esto.
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- ¿Cómo definiría a su personaje en "Rojo"?
Es un personaje que entra pasada la mitad de la película. Se trata de un detective chileno que ha hecho televisión en Buenos Aires, un poco falso, un tipo que introduce ironía y comicidad a la película. No puedo contar más porque deben ver la película, pero es un personaje interesante que entra a investigar una situación de un hombre que ha sido cómplice pasivo de la dictadura. A mí me fascinó. Encuentro que es un personaje al borde de la comedia, al borde del ridículo que, sin embargo, logra algo muy importante en la película.
- ¿Qué le sedujo del guión y de su personaje?
Pensé que era un guion espléndidamente bien escrito. Le dije a Benjamin: "Esto es una obra de literatura". Fue mi primer enganche con la película. Parte de en un nivel dramático muy fuerte e impactante. Es una película que me interesó desde el primer día.
- ¿Cómo se preparó para un personaje tan peculiar?
Benjamín me dio unos links con ciertas cosas que yo tenía que ver. Me leí un libro sobre la situación argentina en el año 1977 durante la dictadura. Yo viví la dictadura chilena, por lo tanto, conocía el terror, el pánico de la sociedad civil frente a los militares. Me lo preparé pensando en cómo componer un rol con cierto humor.
- Benjamín Naishtat es un cineasta joven y ésta es su tercera película. ¿Qué tal la experiencia de trabajar con él?
Es un hombre muy tranquilo y creativo. Compartimos concepciones éticas de la vida y sobre la dictadura. Fue muy grato. Trabajar con Darío (Grandinetti) siempre resulta muy impactante para mí. Es un gran actor. Fue todo precioso.
- ¿Qué supondría un premio para usted y la película?
Los premios siempre son muy buenos. Estimulan. Son un honor recibirlos, dan más impulso a la película y hay más mercado y más ventas. Como actor es muy lindo estar promoviendo algo que uno hizo.
- Antes de venir a San Sebastián pasaron por Toronto. ¿Qué tal les fue allá y que comparación se le ocurre entre aquel festival y éste de San Sebastián?
Estuve dos días allí. Fue insólito lo que pasó. Un público muy receptivo y con un nivel de críticas excelente. Fue como la segunda mejor película en cuanto a crítica y comentarios publicados. Quedamos muy contentos. En cuanto a San Sebastián, es más relajado, es lindo, la gente anda más normal. Este y Cannes son dos festivales que a mí me gustan mucho. Son muy libres, muy relajados.
- Hace ya unos años en que usted saltó fronteras y ha trabajado con cineastas de México, Argentina, Uruguay... ¿Para cuándo España?
Me encantaría. He estado en Italia, Francia, Colombia, Uruguay, Argentina, y en México. En España me gustaría mucho. Aquí se hace muy buen cine.
- De todos sus personajes, ¿cuáles recuerda con más cariño?
Tengo como favoritos a Toni Manero, al cura de "El Club", y al personaje de "Los perros". Esta última me gustó mucho hacerla por la sutileza del rol que había que hacer. Benjamín fue a Chile, estuvimos dos días juntos. Me dijo que leyera el papel con acento argentino, pero no nos gustó porque era muy exagerado. Luego logramos un tono interesante. Yo me visto de un personaje y noto que algo me pasa físicamente, me convierto en otra persona. Elegimos ropa y vestuario y me pareció que el rol ya estaba.
-¿Qué futuros proyectos maneja en este momento?
Estoy filmando dos películas en Canarias, la mitad de una película chilena que transcurre allí y una película con Théo Court, un director chileno que a mí me fascina. Es su segundo largometraje y al igual que Benjamín, es un joven que viene con un poder político maravilloso. Además, que un chico tan joven como Benjamín, toque el tema de la dictadura desde el punto de vista que él toma, me pareció muy notable. Me hizo sentir que viene un buen futuro. Estamos hablando por un "nunca más" a tener una dictadura tan tremenda como aquella. Esta película también trata sobre la matanza de indios que hubo en la Patagonia chilena y argentina. Les pagaban por oreja de indio. Esa milicia horrible me muestra que Théo Court, viene con un discurso político muy potente. Otra película que estoy filmando es con una directora venezolana residente en España, Claudia Pinto. Trata sobre una estructura familiar que se derrumba por la falta de ética de los personajes burgueses acomodados. Tengo un año 2019 casi lleno de películas, estoy muy contento y agradezco profundamente que haya sucedido esto.
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