Carlos Vermut confirma el buen tono de la selección española en San Sebastián
- por © Carolina G. Guerrero (Cannes)-NOTICINE.com
Lo ha vuelto a hacer, pero esta vez se ha superado con creces. Después de su éxito con "Magical Girl", el español Carlos Vermut vuelve al festival donostiarra, para participar en su sección oficial con su cinta "Quién te cantara", que protagonizan estelarmente Najwa Nimri en un recuperado protagonismo fílmico, junto con Eva Llorach, Carme Elias y Natalia de Molina. Vermut ha filmado una película llena de mujeres, porque así lo requería esta historia, que se suma a "El reino" y "Yuri" en la idea de que el cine español está siendo de lo mejor en esta edición.
Haciendo honor a su título, "Quién te cantará" es una historia repleta de canciones, que nació inspirada en parte por una en concreto, con una dramática y conmovedora historia tras ella, "Alfonsina y el mar", esa que cantó Mercedes Sosa tan desgarradoramente. La pregunta se la planteamos al preguntarle si podía haber relación, y algo sorprendido respondió afirmativamente.
"Lloro cada vez que escucho esa canción", dijo a NOTICINE.com Vermut. Pero esta historia es mucho más, que un recordatorio de una muerte callada y poética que acaba en el mar. "Quién te cantará" sigue la historia de Lila Cassen, una diva de la música que lleva alejada de los escenarios mas de diez años por motivos desconocidos.
La artista vive en una apartada casa junto a una solitaria y gigantesca playa, sólo acompañada por un asistente invisible, y su representante y mujer para todo, Blanca, interpretada por Carme Elias. Lila sufre un accidente y después de ser reanimada, queda amnésica. No sabrá quien es, ni se acordará de sus éxitos ni de sus canciones.
Por otro lado no muy lejos de ese inhóspito templo donde vive confinada, esta la otra Lila, una de atrezzo, la que canta en un karaoke cuando Violeta le da vida llegando a ser clavada a su idólo.
Violeta, magistralmente interpretada por Eva Llorach, tiene una hija, Marta (Natalia de Molina), una joven de 23 años de carácter violento, nini, y seguramente con algún trastorno psíquico o de personalidad, que hace muy difícil la relación materno filial, que ya de por sí es tóxica por varios motivos.
Blanca ira en busca de Violeta, para que ésta ayude a Lila a volver a ser la estrella que siempre fue. Hasta aquí todo normal, pero lo que ocurre es que el cine de Vermut no lo es, no se quién se empeña en compararle erróneamente con Almodovar, cuando son dos mundos opuestos y los directores hablan idiomas totalmente distintos.
El de Vermut es ante todo un cine visual, apabullante, que aísla al espectador y lo zambulle en una atmósfera aparte, para desde ahí, hacerle participe de sensaciones y mensajes, llenos de fondo, muy sutiles, y a la vez muy salvajes.
El director de "Magical Girl" nos aísla en esos mundos visuales que hipnotizan, y en esa hipnosis, mostrarnos la historia tal y como él la siente y la plantea, luego ya se verá si el espectador entra o no en ese estadio de gracia, desde donde se disfruta este trabajo tan bien hecho, tan bien pensado y tan bien soñado. Sin duda esta es una cinta a tener en cuenta por parte del jurado, y que bien podría estar en el palmarés de esta 66 edición.
La segunda del día fue la esperada "Vision" de la japonesa Naomi Kawase, que protagoniza la francesa Juliette Binoche, una cinta que se estrenó, como también la de Vermut, en el festival de Toronto, donde dividió a los críticos. La nipona se mueve en un cine poético y sutil que para un espectador medio puede resultar pedante o aburrido. Presente, pasado y futuro se unen, los amantes del cine de esta directora han estado satisfechos de este trabajo, en el que Juliete Binoche interpreta un papel complicado de mil aristas.
Lo infumable del día corrió a cargo del cine coreano y su "Illang / The Wolf Brigade", una película de "acción" y algunas reminiscencias de anime, en la que se cuenta una historia de amor y horror bastante predecible. Una secta se opone contra el gobierno, y surgen batallas entre ellos y las fuerzas especiales del estado,pero por otra parte el servicio de inteligencia pública quiere cargarse a los de las fuerzas especiales, y aquí todo entra en bucle, en una cinta que puede que tenga su público, pero que desde luego tampoco parece que este a la altura de una sección oficial en festivales como este.
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Haciendo honor a su título, "Quién te cantará" es una historia repleta de canciones, que nació inspirada en parte por una en concreto, con una dramática y conmovedora historia tras ella, "Alfonsina y el mar", esa que cantó Mercedes Sosa tan desgarradoramente. La pregunta se la planteamos al preguntarle si podía haber relación, y algo sorprendido respondió afirmativamente.
"Lloro cada vez que escucho esa canción", dijo a NOTICINE.com Vermut. Pero esta historia es mucho más, que un recordatorio de una muerte callada y poética que acaba en el mar. "Quién te cantará" sigue la historia de Lila Cassen, una diva de la música que lleva alejada de los escenarios mas de diez años por motivos desconocidos.
La artista vive en una apartada casa junto a una solitaria y gigantesca playa, sólo acompañada por un asistente invisible, y su representante y mujer para todo, Blanca, interpretada por Carme Elias. Lila sufre un accidente y después de ser reanimada, queda amnésica. No sabrá quien es, ni se acordará de sus éxitos ni de sus canciones.
Por otro lado no muy lejos de ese inhóspito templo donde vive confinada, esta la otra Lila, una de atrezzo, la que canta en un karaoke cuando Violeta le da vida llegando a ser clavada a su idólo.
Violeta, magistralmente interpretada por Eva Llorach, tiene una hija, Marta (Natalia de Molina), una joven de 23 años de carácter violento, nini, y seguramente con algún trastorno psíquico o de personalidad, que hace muy difícil la relación materno filial, que ya de por sí es tóxica por varios motivos.
Blanca ira en busca de Violeta, para que ésta ayude a Lila a volver a ser la estrella que siempre fue. Hasta aquí todo normal, pero lo que ocurre es que el cine de Vermut no lo es, no se quién se empeña en compararle erróneamente con Almodovar, cuando son dos mundos opuestos y los directores hablan idiomas totalmente distintos.
El de Vermut es ante todo un cine visual, apabullante, que aísla al espectador y lo zambulle en una atmósfera aparte, para desde ahí, hacerle participe de sensaciones y mensajes, llenos de fondo, muy sutiles, y a la vez muy salvajes.
El director de "Magical Girl" nos aísla en esos mundos visuales que hipnotizan, y en esa hipnosis, mostrarnos la historia tal y como él la siente y la plantea, luego ya se verá si el espectador entra o no en ese estadio de gracia, desde donde se disfruta este trabajo tan bien hecho, tan bien pensado y tan bien soñado. Sin duda esta es una cinta a tener en cuenta por parte del jurado, y que bien podría estar en el palmarés de esta 66 edición.
La segunda del día fue la esperada "Vision" de la japonesa Naomi Kawase, que protagoniza la francesa Juliette Binoche, una cinta que se estrenó, como también la de Vermut, en el festival de Toronto, donde dividió a los críticos. La nipona se mueve en un cine poético y sutil que para un espectador medio puede resultar pedante o aburrido. Presente, pasado y futuro se unen, los amantes del cine de esta directora han estado satisfechos de este trabajo, en el que Juliete Binoche interpreta un papel complicado de mil aristas.
Lo infumable del día corrió a cargo del cine coreano y su "Illang / The Wolf Brigade", una película de "acción" y algunas reminiscencias de anime, en la que se cuenta una historia de amor y horror bastante predecible. Una secta se opone contra el gobierno, y surgen batallas entre ellos y las fuerzas especiales del estado,pero por otra parte el servicio de inteligencia pública quiere cargarse a los de las fuerzas especiales, y aquí todo entra en bucle, en una cinta que puede que tenga su público, pero que desde luego tampoco parece que este a la altura de una sección oficial en festivales como este.
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