Matt Dillon y el estreno español "Tu hijo" inauguraron una Seminci entregada a la variedad
- por © J.A. (Valladolid)-NOTICINE.com
Con la presencia del actor estadounidense Matt Dillon, al que se le entregó una Espiga de Honor, y el inicio de la competición con el estreno del film español "Tu hijo", de Miguel Angel Vivas, se inició el sábado la 63 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, un certamen cada vez más abierto y plural, más allá de su tradicional devoción al drama de autor.
Jose Coronado, protagonista del film inaugural fue otra de las celebridades más aplaudidas en la apertura del evento castellano, a la que también acudió el cineasta Carlos Saura, y las actrices Bárbara Lennie y Bárbara Goenaga, entre otros.
En su encuentro con la prensa, Dillon, quien aparte de recibir la recompensa por su trayectoria es el protagonista de la película que cerrará la Seminci el sábado de la próxima semana, "Head Full of Honey", dirigida por el alemán Til Schweiger (quien se ha autoplagiado para hacer una versión en inglés y con actores estadounidenses y británicos de la cinta que él mismo codirigió e interpretó hace cuatro años), se consideró afortunado por el desarrollo de una carrera que le ha llevado al cine y la televisión, las producciones independientes y de grandes estudios, y que le ha permitido "conocer a gente muy creativa".
El actor, de unos sorprendentemente bien llevados 54 años, repasó su propia aún breve carrera como director, sus más recientes trabajos, el citado que tendrá su première mundial en la Seminci el día 27, y "La casa de Jack / The House That Jack Built", de Lars von Trier, que causó controversia en Cannes el pasado mayo.
También se atrevió a comparar a su generación con la actual, y aunque resaltó que las fronteras generacionales no dejan de ser "artificiales", afirmó ver "una hipersensibilidad y autocensura" en la gente joven. "No puedes decir nada sin ofender a alguien. Creo que los jóvenes tienen miedo a decir cosas para no ofender, y ahí hay una forma de autocensura. La gente es más culta y está más informada, pero tienen menos experiencia en el mundo", sentenció.
Sobre su personificación de un frío asesino en serie en el film de Von Trier, se mostró satisfecho de la experiencia y aún afectado por ella: "Es una película oscura, difícil, que explora el mal. Pero el hacerla no había nada oscuro. Todo era buena energía, descubrimiento. Estaba aprendiendo y todo era gracias a la confianza del equipo y el director. Esa es la clave".
No esquivó comentarios sobre la realidad política de su país, Estados Unidos, y sin querer profundizar demasiado en la figura de Donald Trump, presidente al que dijo no tener demasiadas simpatías, sí destacó que frente a la crítica generalizada faltan alternativas: "No tenemos buenos líderes. Nos quejamos, pero ¿dónde está ese liderazgo? Lo que más me preocupa es que no aparece quien dé ese paso y asuma el liderazgo".
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Jose Coronado, protagonista del film inaugural fue otra de las celebridades más aplaudidas en la apertura del evento castellano, a la que también acudió el cineasta Carlos Saura, y las actrices Bárbara Lennie y Bárbara Goenaga, entre otros.
En su encuentro con la prensa, Dillon, quien aparte de recibir la recompensa por su trayectoria es el protagonista de la película que cerrará la Seminci el sábado de la próxima semana, "Head Full of Honey", dirigida por el alemán Til Schweiger (quien se ha autoplagiado para hacer una versión en inglés y con actores estadounidenses y británicos de la cinta que él mismo codirigió e interpretó hace cuatro años), se consideró afortunado por el desarrollo de una carrera que le ha llevado al cine y la televisión, las producciones independientes y de grandes estudios, y que le ha permitido "conocer a gente muy creativa".
El actor, de unos sorprendentemente bien llevados 54 años, repasó su propia aún breve carrera como director, sus más recientes trabajos, el citado que tendrá su première mundial en la Seminci el día 27, y "La casa de Jack / The House That Jack Built", de Lars von Trier, que causó controversia en Cannes el pasado mayo.
También se atrevió a comparar a su generación con la actual, y aunque resaltó que las fronteras generacionales no dejan de ser "artificiales", afirmó ver "una hipersensibilidad y autocensura" en la gente joven. "No puedes decir nada sin ofender a alguien. Creo que los jóvenes tienen miedo a decir cosas para no ofender, y ahí hay una forma de autocensura. La gente es más culta y está más informada, pero tienen menos experiencia en el mundo", sentenció.
Sobre su personificación de un frío asesino en serie en el film de Von Trier, se mostró satisfecho de la experiencia y aún afectado por ella: "Es una película oscura, difícil, que explora el mal. Pero el hacerla no había nada oscuro. Todo era buena energía, descubrimiento. Estaba aprendiendo y todo era gracias a la confianza del equipo y el director. Esa es la clave".
No esquivó comentarios sobre la realidad política de su país, Estados Unidos, y sin querer profundizar demasiado en la figura de Donald Trump, presidente al que dijo no tener demasiadas simpatías, sí destacó que frente a la crítica generalizada faltan alternativas: "No tenemos buenos líderes. Nos quejamos, pero ¿dónde está ese liderazgo? Lo que más me preocupa es que no aparece quien dé ese paso y asuma el liderazgo".
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