Guillermo Francella y Gastón Duprat presentaron "Mi obra maestra" en la Seminci
- por © J.A. (Valladolid)-NOTICINE.com
Los argentinos Gastón Duprat y Mariano Cohn, colaborando como siempre pero ahora desde posiciones diferentes, presentaron de nuevo en la Seminci de Valladolid su penúltimo trabajo, "Mi obra maestra", dos años después de "El ciudadano ilustre". Contaron con la compañía de dos de sus tres principales protagonistas, el argentino Guillermo Francella y el español Raúl Arévalo, y con el guionista Andrés Duprat. Todos conforman un equipo que en opinión de Gastón Duprat, es un heterogéneo grupo "democrático" en el que todos aportan para bien de esta comedia que ensalza la amistad y se burla de la estupidez asociada al negocio del arte.
"Mi obra maestra", que se estrenó en la Argentina en agosto y luego estuvo en la Mostra de Venecia gira en torno a dos viejos amigos que a duras penas soportan sus diferencias, un veterano y maniático pintor (Luis Brandoni) cuyos mayores momentos de gloria se desarrollaron hace más de tres décadas, y un experimentado marchante y galerista (Guillermo Francella), que intenta ayudar a su amigo sin perder de vista que el negocio siempre será lo primero. "Es un mundo interesante, sofisticado, y a la vez permeable al engaño, ideal para plantear situaciones humanas. Pero al final, en el arte, la obra es la obra. El mundo del arte hace que una cosa pueda cambiar de valor por circunstancias bastante peregrinas", comentó Gastón Duprat.
Su hermano Andrés, compañero de fatigas al igual que Mariano Cohn desde los tiempos de "El artista" y "El hombre de al lado", está vez escribe un guión en el que se burla de un mundo que conoce muy bien, el de los profesionales del arte, como creadores, opinadores o negociantes. No en vano dirige una de las instituciones artísticas más importantes de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes. Su autoridad le permite hacer caricatura desde el conocimiento.
Gastón Duprat, que concursa por la Espiga de Oro junto a otro título argentino de este mismo año, "La Quietud", de Pablo Trapero, que también estuvo en Venecia, se considera orgulloso y feliz de haber contado con el dúo Brandoni-Francella. El segundo fue el más obvio, y al primero llegaron por recomendación del protagonista de "El clan" y "El secreto de sus ojos": "Luis Brandoni es amigo personal de Francella, aunque en realidad nunca habían trabajado juntos, a pesar de la veteranía de ambos, y nos lo propuso, fue un acierto", confesó el cineasta.
"El trabajo -recordó Guillermo Francella- fue un proceso muy lindo. Me sedujo la propuesta de Gastón. Yo habia visto parte de su filmografía y con Brandoni desde los ensayos se creó un vínculo. El universo del arte es casi una anécdota. La película para mi habla de la amistad y de algo puntual, el advenimiento de lo nuevo, del paso del tiempo, de alguien que no se actualiza. Hubiera funcionado igual en cualquier otro ambiente o profesión".
Sobre esta primera experiencia bifurcada, en la que Cohn ejerce como productor y Duprat como realizador, a la que siguió inmediatamente la opuesta, "4 x 4", que se estrenará en abril en Argentina, Gastón subrayó que no se produjo ninguna ruptura o desavenencia: "Después de 'Ciudadano ilustre' teníamos dos ideas y asi filmamos una cada uno y lo hicimos en un tiempo más razonable que si las hubiéramos preparad conjuntamente. No hubo discusión. Por el modo de trabajar nuestro, que es muy horizontal, siempre estamos abiertos a incorporar los saberes de todo el mundo. El director plasma lo que ya estaba discutido antes. Son esfuerzos grupales. Quería incorporar con la experiencia de los actores. Es un formato democrático de trabajo. No es, por tanto, complicado invertir roles entre Mariano y yo", sentenció el realizador de "Mi obra maestra".
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"Mi obra maestra", que se estrenó en la Argentina en agosto y luego estuvo en la Mostra de Venecia gira en torno a dos viejos amigos que a duras penas soportan sus diferencias, un veterano y maniático pintor (Luis Brandoni) cuyos mayores momentos de gloria se desarrollaron hace más de tres décadas, y un experimentado marchante y galerista (Guillermo Francella), que intenta ayudar a su amigo sin perder de vista que el negocio siempre será lo primero. "Es un mundo interesante, sofisticado, y a la vez permeable al engaño, ideal para plantear situaciones humanas. Pero al final, en el arte, la obra es la obra. El mundo del arte hace que una cosa pueda cambiar de valor por circunstancias bastante peregrinas", comentó Gastón Duprat.
Su hermano Andrés, compañero de fatigas al igual que Mariano Cohn desde los tiempos de "El artista" y "El hombre de al lado", está vez escribe un guión en el que se burla de un mundo que conoce muy bien, el de los profesionales del arte, como creadores, opinadores o negociantes. No en vano dirige una de las instituciones artísticas más importantes de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes. Su autoridad le permite hacer caricatura desde el conocimiento.
Gastón Duprat, que concursa por la Espiga de Oro junto a otro título argentino de este mismo año, "La Quietud", de Pablo Trapero, que también estuvo en Venecia, se considera orgulloso y feliz de haber contado con el dúo Brandoni-Francella. El segundo fue el más obvio, y al primero llegaron por recomendación del protagonista de "El clan" y "El secreto de sus ojos": "Luis Brandoni es amigo personal de Francella, aunque en realidad nunca habían trabajado juntos, a pesar de la veteranía de ambos, y nos lo propuso, fue un acierto", confesó el cineasta.
"El trabajo -recordó Guillermo Francella- fue un proceso muy lindo. Me sedujo la propuesta de Gastón. Yo habia visto parte de su filmografía y con Brandoni desde los ensayos se creó un vínculo. El universo del arte es casi una anécdota. La película para mi habla de la amistad y de algo puntual, el advenimiento de lo nuevo, del paso del tiempo, de alguien que no se actualiza. Hubiera funcionado igual en cualquier otro ambiente o profesión".
Sobre esta primera experiencia bifurcada, en la que Cohn ejerce como productor y Duprat como realizador, a la que siguió inmediatamente la opuesta, "4 x 4", que se estrenará en abril en Argentina, Gastón subrayó que no se produjo ninguna ruptura o desavenencia: "Después de 'Ciudadano ilustre' teníamos dos ideas y asi filmamos una cada uno y lo hicimos en un tiempo más razonable que si las hubiéramos preparad conjuntamente. No hubo discusión. Por el modo de trabajar nuestro, que es muy horizontal, siempre estamos abiertos a incorporar los saberes de todo el mundo. El director plasma lo que ya estaba discutido antes. Son esfuerzos grupales. Quería incorporar con la experiencia de los actores. Es un formato democrático de trabajo. No es, por tanto, complicado invertir roles entre Mariano y yo", sentenció el realizador de "Mi obra maestra".
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