Entrevista en Huelva: Flávia Neves y las adopciones interesadas en Brasil

por © Jon Apaolaza (Huelva)-NOTICINE.com
Flávia Neves
Flávia Neves
La directora brasileña Flávia Neves pasó por Huelva para competir con "Fogareu", una coproducción de su país con Francia que en un tono de realismo mágico revela el fenómeno de las adopciones de niños discapacitados o de hogares con problemas por parte de familias adineradas para en muchos casos convertirse en servidores o víctimas de abusos sexuales. NOTICINE.com habló con ella sobre un film que logró premios paralelos por su guión y fotografía en el palmarés onubense.

- ¿De dónde sale la idea, ha tenido en su familia o ha conocido algún caso parecido?
Si, yo soy de Goiás, de la región en donde he hecho la película, en una ciudad antigua capital de estado, en medio de Brasil. Cuando me fui a Río a estudiar cine un profesor, que había vivido allí, nos contaba como se habían dado casos de gente de Goiás, adoptadas, que eran personas discapacitadas, para trabajar en aquellas familias, y yo quedé muy impactada con eso, con esa historia. Y cuando volví a casa descubrí que efectivamente era verdad, y cuando la gente me cuestionaba: pero por qué no se van, son como presos... Yo pensé en mi mamá, que también fue adoptada, y que hasta hoy tiene gratitud por esas personas, y fue cuando decidí hacer una película personal. Para contarla desde el punto de vista de mi mamá.

- Supongo que mucha gente se sorprenderá, sobre todo fuera de Brasil, de esta forma, de alguna manera de esclavitud...
Si, es verdad, que yo pensaba que era muy específica del lugar, claro, explotar a gente con necesidades especiales es una forma muy cruel, pero en Brasil son comunes las adopciones, sobre todo de chicas vulnerables para trabajar en sus casas. Lo que ocurre es que la gente no habla de eso porque puede considerarse una forma de caridad, de ayudar. Nosotros planteamos la otra cara de la moneda, que es una forma de esclavitud o abuso. Entonces hay gente que se incomoda, pero la que fue explotada empezó a hablar también. Descubrimos que había una gran cantidad de casos, y que se dan no solo en mi región, sino en todo el país.

- ¿Le resultó complicado combinar un caso tan real y social con cierta forma de realismo mágico?
No, para mí fue natural, porque Goiás es un lugar muy mágico, tenemos mucho misticismo. Hay historias muy locas como la de Juan de Dios, un curandero o "sanador espiritual" que se hizo famoso en todo el mundo, pero también fue acusado de abusos sexuales. Principalmente en esta ciudad tenemos historias muy inexplicables, que la razón no capta. Entonces para mí mezclar las cosas como un gran Macondo se parecía muy normal y natural.

- Me han dicho que estudió en la escuela de San Antonio de los Baños, ¿cómo fue esa experiencia en Cuba?
Si, yo he hecho talleres de dirección de actores, y aprendí mucho y luego yo misma he transmitido esas enseñanzas a otros. Me apasioné por esta parte del oficio gracias a la escuela.

- ¿La dirección de actores es lo que más le gusta de la realización?
Si, pienso que ahora es lo que más me gusta. He descubierto eso mientras rodaba. Antes yo pensaba que lo primordial del aspecto técnico eran el encuadre y la composición, y -por supuesto- el guion, pero cuando aprendí dirección interpretativa, descubrí la pasión por los actores y pienso que ahora es mi elemento preferido.

- ¿En qué estado se encuentra el cine brasileño?
En los últimos 4 años ha sido una tragedia.... Teníamos por ley una financiación que venía de la propia industria, a través de un impuesto, pero Bolsonaro bloqueó todo el dinero para que nosotros no trabajásemos. Ha sido un verdadero sabotaje al sector del cine, porque nosotros hemos sido la voz de la oposición, una voz internacional. Ahora con el triunfo de Lula ha vuelto la esperanza, y hay perspectivas de que todo mejore gracias a las políticas públicas. Mi película, de hecho, ha sido posible gracias a las políticas de cine del anterior gobierno de Lula.

- Respecto a las plataformas ¿cuál es su relación como cineasta con ellas?
Pienso que como en los últimos 4 años no ha habido posibilidad de trabajar a partir de nuestro presupuesto público, las plataformas han aprovechado un poco de la vulnerabilidad del sector para hacer una política no muy justa. Se está pagando muy poco al sector. Creo que tenemos que mejorar, cambiar un poco para que las relaciones con las plataformas no sean tan desfavorables y se trate mejor a los profesionales. Pero, también es cierto que fue la única forma de trabajo en los últimos años para la gente. Y son una oportunidad increíble de llegar a muchos sitios inimaginables, gracias a las plataformas, entonces tenemos que equilibrar las fuerzas.

Transcripción: Jesús Sánchez

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