Hablamos en Cannes con Pablo Berger ("Robots Dreams"): "Me gusta considerar todas mis películas como si fueran la primera"
- por © Michelle Dassum (Cannes)-NOTICINE.com
El vasco Pablo Berger incursiona por primera vez en la animación con "Robots Dreams", adaptación del comic de Sara Varon sobre un perro que "adopta" a un robot para paliar su soledad. El autor de la celebrada "Blancanieves" sigue con ella una carrera marcada por el riesgo y el amor al cine. NOTICINE.com habló con él en Cannes, donde ha tenido lugar su première mundial.
- ¿Esta película es la confirmación realmente de esa pasión por el riesgo artístico que le lleva a encarar un proyecto de este calibre?
Me gusta considerar que todas las películas que hago son como si fuera la primera, y por si acaso no me dejan hacer la siguiente, intento desarrollar todas las ideas que tengo en ese momento. La buena manera es que en cada película me gusta formalmente que su aspecto sea muy diferente. Si mi primera fue "Torremolinos 73", era muy de los 70, "Blancanieves" porque era en blanco y negro, "Abracadabra" es colores chillones... y ahora es animación. Pero creo que todas tienen mi ADN, ya que soy el padre de todas, y quiero que cada una de ellas tengan emoción, humor, y quiero que tengan sorpresa.
- De hecho, esta es muy colorida y tiene una parte humana, pero es representada en un mundo animal y con un robot...
Yo, como director, siempre quiero transmitir emociones y sentimientos, y de alguna manera siempre busco eso. También quiero que haya cierta ligereza, no me gustan los géneros puros, ni dramas ni comedias. Me gusta el concepto "dramedi", que se mueve entre comedia y tragedia y es en lo que busco basarme. En este caso, considerando a los personajes de animación como si fueran actores, mostrando sus emociones verdaderas. En animación, se trabaja con los propios animadores durante mucho tiempo y cuando vemos la secuencia y veo que me emociona, digo "vale, ya la tenemos". El proceso es igual que con una película con actores de verdad, pero al mismo tiempo diferente.
- Usted es preciso con los "storyboards", y muy acertado al ponerlos en acción...
Es verdad, en todas mis películas antes de rodar pasa un año donde dibujo la historia y me sentía preparado para hacerla como animación, ya que antes de que comience ese proceso tienes que estar trabajándolo durante al menos un año. En el "storyboard" animado que hicimos estuvimos como 5 personas preparándolo durante un año, montando los estudios de animación, uno en Madrid y otro en Pamplona.
- ¿Los animadores eran todos españoles?
Eran de todo el mundo, pero había una cosa importante, que era que sí tenían que trasladarse a España. No hubo casi trabajo en remoto, todo era en un estudio grande que teníamos en Madrid o el de Pamplona.
- ¿Cuánto tiempo se demoraron en todo el proceso de producción?
El proceso fue de un año para escribir el guión, otro para hacer el "storyboard" y la acción estaba siendo de manera paralela, y luego como dos años estuvieron un montón de dibujantes plasmando todas las ideas y ha sido un proceso total de 5 años.
- ¿Ese proceso le permitió la introspección para acercarse al 'feeling' que quería transmitir en la pantalla?
Sin duda, esta es la película soñada, como director, ya que es la película que me imaginé. Esto no significa que las demás películas sean peores o algo, pero en esta es verdad que el plan y los planos de la película se rigen más a rajatabla.
- ¿Por qué escogió incursionar en la animación y en Nueva York?
Fue casual, cayó en mis manos esta novela gráfica sin palabras, la leí, me reí, me sorprendió y me conmovió. Pero pasó un tiempo, y yo hice otros proyectos, y cuando tenía que hacer otra película, ¿por qué no basarme en la historia que llegó a mí?. Al final aquí los personajes son animales, pues tenía que aprender a hacer una película de animación, pero nunca estuvo en mi plan, o en mi carrera hacer eso así. Además, hay una parte en la película que se confunde un poco, pero se entiende y se sabe que es Nueva York, y yo como viví allá 9 años quise representarlo de alguna manera.
- ¿Qué consejo daría para conseguir oportunidades o desarrollar una carrera como la suya?
Sé una esponja, tienes que ser muy abierto y estar muy abierto a todo. Abajo el cinismo, y cuando te digan que no puedes, tú tienes que soñar grande. Al mismo tiempo ser muy humilde también, es como una combinación entre ser humilde y hacer todo por aprender y soñar grande. Ir a todas las clases que te parezcan interesantes, y tienes que entender el proceso muy bien.
- La novela gráfica de Sara Varón, no tiene diálogos, ¿No se encontró con dificultades a la hora de convencer a los productores para prescindir de la palabra?
No, lo que pasa es que yo había hecho "Blancanieves" ya, y esa tampoco tenía diálogos y fue un éxito comercial e internacional. Entonces, la primera si fue más complicada que esta y como fue una experiencia tan buena y yo quería repetir, dijeron "mira Pablo si la financiamos, la hacemos" y 5 años más tarde, mira, está hecha.
- ¿Se plantearon ustedes venderla a alguna plataforma?
No inicialmente, lo que nosotros queríamos era intentar financiarla de la manera más tradicional al principio, que es prevendiendo o consiguiendo ayuda de diferentes países, y si no se hubiese financiado de esa manera, sí que hubiéramos contactado con plataformas. Es cierto que las plataformas nos contactaban, pero como conseguimos financiarla de una manera más tradicional, nos decidimos por allí.
- Con este éxito que ha obtenido en Cannes, tras venderla a EEUU, ¿piensa que conectará con el público?
He disfrutado muchísimo con la película, seguramente haré otra película de animación. No sé si será la siguiente o no, todavía no lo tengo claro, ahora me toca acompañar "Robot Dreams" por festivales y promocionarla por el mundo.
- ¿Va dirigida a niños, o realmente tiene algo que le aporte a los adultos?
La película no es al 100% para niños, es una película también para adultos, para todos los públicos, abierta... y no va a excluir a nadie. Me gusta llegar a todo el público posible, que la gente se reúna en un cine de diversas edades y estratos económicos y que compartan una experiencia única.
Transcripción: Ana Karina Villegas
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- ¿Esta película es la confirmación realmente de esa pasión por el riesgo artístico que le lleva a encarar un proyecto de este calibre?
Me gusta considerar que todas las películas que hago son como si fuera la primera, y por si acaso no me dejan hacer la siguiente, intento desarrollar todas las ideas que tengo en ese momento. La buena manera es que en cada película me gusta formalmente que su aspecto sea muy diferente. Si mi primera fue "Torremolinos 73", era muy de los 70, "Blancanieves" porque era en blanco y negro, "Abracadabra" es colores chillones... y ahora es animación. Pero creo que todas tienen mi ADN, ya que soy el padre de todas, y quiero que cada una de ellas tengan emoción, humor, y quiero que tengan sorpresa.
- De hecho, esta es muy colorida y tiene una parte humana, pero es representada en un mundo animal y con un robot...
Yo, como director, siempre quiero transmitir emociones y sentimientos, y de alguna manera siempre busco eso. También quiero que haya cierta ligereza, no me gustan los géneros puros, ni dramas ni comedias. Me gusta el concepto "dramedi", que se mueve entre comedia y tragedia y es en lo que busco basarme. En este caso, considerando a los personajes de animación como si fueran actores, mostrando sus emociones verdaderas. En animación, se trabaja con los propios animadores durante mucho tiempo y cuando vemos la secuencia y veo que me emociona, digo "vale, ya la tenemos". El proceso es igual que con una película con actores de verdad, pero al mismo tiempo diferente.
- Usted es preciso con los "storyboards", y muy acertado al ponerlos en acción...
Es verdad, en todas mis películas antes de rodar pasa un año donde dibujo la historia y me sentía preparado para hacerla como animación, ya que antes de que comience ese proceso tienes que estar trabajándolo durante al menos un año. En el "storyboard" animado que hicimos estuvimos como 5 personas preparándolo durante un año, montando los estudios de animación, uno en Madrid y otro en Pamplona.
- ¿Los animadores eran todos españoles?
Eran de todo el mundo, pero había una cosa importante, que era que sí tenían que trasladarse a España. No hubo casi trabajo en remoto, todo era en un estudio grande que teníamos en Madrid o el de Pamplona.
- ¿Cuánto tiempo se demoraron en todo el proceso de producción?
El proceso fue de un año para escribir el guión, otro para hacer el "storyboard" y la acción estaba siendo de manera paralela, y luego como dos años estuvieron un montón de dibujantes plasmando todas las ideas y ha sido un proceso total de 5 años.
- ¿Ese proceso le permitió la introspección para acercarse al 'feeling' que quería transmitir en la pantalla?
Sin duda, esta es la película soñada, como director, ya que es la película que me imaginé. Esto no significa que las demás películas sean peores o algo, pero en esta es verdad que el plan y los planos de la película se rigen más a rajatabla.
- ¿Por qué escogió incursionar en la animación y en Nueva York?
Fue casual, cayó en mis manos esta novela gráfica sin palabras, la leí, me reí, me sorprendió y me conmovió. Pero pasó un tiempo, y yo hice otros proyectos, y cuando tenía que hacer otra película, ¿por qué no basarme en la historia que llegó a mí?. Al final aquí los personajes son animales, pues tenía que aprender a hacer una película de animación, pero nunca estuvo en mi plan, o en mi carrera hacer eso así. Además, hay una parte en la película que se confunde un poco, pero se entiende y se sabe que es Nueva York, y yo como viví allá 9 años quise representarlo de alguna manera.
- ¿Qué consejo daría para conseguir oportunidades o desarrollar una carrera como la suya?
Sé una esponja, tienes que ser muy abierto y estar muy abierto a todo. Abajo el cinismo, y cuando te digan que no puedes, tú tienes que soñar grande. Al mismo tiempo ser muy humilde también, es como una combinación entre ser humilde y hacer todo por aprender y soñar grande. Ir a todas las clases que te parezcan interesantes, y tienes que entender el proceso muy bien.
- La novela gráfica de Sara Varón, no tiene diálogos, ¿No se encontró con dificultades a la hora de convencer a los productores para prescindir de la palabra?
No, lo que pasa es que yo había hecho "Blancanieves" ya, y esa tampoco tenía diálogos y fue un éxito comercial e internacional. Entonces, la primera si fue más complicada que esta y como fue una experiencia tan buena y yo quería repetir, dijeron "mira Pablo si la financiamos, la hacemos" y 5 años más tarde, mira, está hecha.
- ¿Se plantearon ustedes venderla a alguna plataforma?
No inicialmente, lo que nosotros queríamos era intentar financiarla de la manera más tradicional al principio, que es prevendiendo o consiguiendo ayuda de diferentes países, y si no se hubiese financiado de esa manera, sí que hubiéramos contactado con plataformas. Es cierto que las plataformas nos contactaban, pero como conseguimos financiarla de una manera más tradicional, nos decidimos por allí.
- Con este éxito que ha obtenido en Cannes, tras venderla a EEUU, ¿piensa que conectará con el público?
He disfrutado muchísimo con la película, seguramente haré otra película de animación. No sé si será la siguiente o no, todavía no lo tengo claro, ahora me toca acompañar "Robot Dreams" por festivales y promocionarla por el mundo.
- ¿Va dirigida a niños, o realmente tiene algo que le aporte a los adultos?
La película no es al 100% para niños, es una película también para adultos, para todos los públicos, abierta... y no va a excluir a nadie. Me gusta llegar a todo el público posible, que la gente se reúna en un cine de diversas edades y estratos económicos y que compartan una experiencia única.
Transcripción: Ana Karina Villegas
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