La huída de "Negu hurbilak", en la Seminci
- por © Jon Apaolaza (Valladolid)-NOTICINE.com
Mikel Ibarguren, Adrià Roca y Ekain Albite son tres de los cuatro miembros del colectivo Negu, formado por tres estudiantes de la ESCAC catalana y un cuarto externo (Ibarguren) que colaboró con ellos en un corto y se integró. En la sección Cineasti del Presente de Locarno lograron una mención especial con "Negu hurbilak" (El invierno que se acerca), película que sigue la huida de una joven activista, en la recta final del conflicto armado en Euskadi, ansiosa por cruzar la frontera. A más de un mes de su estreno en salas, el film se presentó en la sección Punto de Encuentro de la Seminci.
"Lo primero que nos unió fue la amistad -explica Ekain Albite-, pero también hemos aprendido a hacer cine juntos. Esta película he hemos dirigido los cuatro pero la hemos hecho entre 15 compañeros de carrera. Entramos sin idea de cómo se hacía cine y poco a poco hemos ido aprendiendo".
Sobre sus influencias y afinidades estéticas, Adriá Roca detalla que "yo no me considero tan cinéfilo. Creo que no aspiramos a una estetica concreta, sino que se pareciera a algo que nosotros quisiéramos ver y nos gustara". Su compañero Albite añade: "Se trataba de unir las sensibilidades de todos, y construir algo común, donde estamos se difuminan las referencias".
El guión era -define Ibarguren- "flexible" y fue sobre todo "una estructura", que dio lugar a la improvisación. "Tampoco fuimos a ciegas al rodaje. Estaba todo muy muy hecho. Sabíamos qué queríamos a nivel planos, localizaciones, sabíamos qué podíamos esperar de los actores profesionales y de los que no lo eran", detalla.
Se construyó ese guión a partir de numerosas entrevistas con personas que se vieron afectadas por el conflicto vasco, experiencia que resultó muy enriquecedora. La protagonista acabó siendo una mujer, explica Roca, porque "hubo un testimonio concreto, de una mujer, que caló de forma diferente que los demás. Fue como un punto y aparte y cambió el rumbo del proyecto. Para nosotros la protagonista es ella, independientemente de la actriz que la representa (Jone Laspiur)".
Sobre su paso por Locarno, el verano pasado, los Negu lo recuerdan con gran satisfaccion y un punto de sorpresa. "No sabíamos cómo se recibiría al ser una historia tan local, tan precisa en el contexto histórico, del que podrían no tener ni idea. Resultó que cada uno cuando la ve la interpreta con el bagaje que tiene personal y de conocimientos. Fue superbonito, porque las lecturas que recibíamos encajaban con cierta universalidad, sobre la soledad, el silencio o la huída", comenta Roca.
"Es un tema susceptible de varios tipos de reacciones. Somos conscientes de ello y lo tenemos en cuenta, y aceptamos cualquier tipo de comentario", dice Adriá Roca. "Nos legitima todo el trabajo que hemos hecho durante años. No es una película que nace de una voluntad politizada o ideológica, sino de recoger testimonios que nos hemos encontrado. Esa es nuestra arma y nuestra defensa", agrega Albite.
"Es una película profundamente política. El hecho de escoger este tema y contexto es una decisión política y vamos con eso a muerte", sostiene Ibarguren. "En el conflicto vasco hasta ahora no había visto nada sobre una huída, y ahí teníamos una puerta que hemos abierto, encontrándonos con las ruinas del conflicto, no solo el de Esukal Herria. Creo que hemos llegado a un camino en el que lo político se entiende en una manera universal, sentimental y emocional. Esta película pertenece a todas las personas que entrevistamos, y casi nunca hablamos con ellas de razones políticas".
"Queríamos hacer una película de ficción -añade Roca- pero creemos que todos los testimonios que recibimos están en la película cuando tu la ves. Y eso no sería posible sin todas las horas de testimonios".
El Colectivo Negu no tiene por ahora otro proyecto entre manos, pero Roca considera que es "para toda la vida", y se materializará tarde o temprano, "con otra película, un documental o un corto".
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"Lo primero que nos unió fue la amistad -explica Ekain Albite-, pero también hemos aprendido a hacer cine juntos. Esta película he hemos dirigido los cuatro pero la hemos hecho entre 15 compañeros de carrera. Entramos sin idea de cómo se hacía cine y poco a poco hemos ido aprendiendo".
Sobre sus influencias y afinidades estéticas, Adriá Roca detalla que "yo no me considero tan cinéfilo. Creo que no aspiramos a una estetica concreta, sino que se pareciera a algo que nosotros quisiéramos ver y nos gustara". Su compañero Albite añade: "Se trataba de unir las sensibilidades de todos, y construir algo común, donde estamos se difuminan las referencias".
El guión era -define Ibarguren- "flexible" y fue sobre todo "una estructura", que dio lugar a la improvisación. "Tampoco fuimos a ciegas al rodaje. Estaba todo muy muy hecho. Sabíamos qué queríamos a nivel planos, localizaciones, sabíamos qué podíamos esperar de los actores profesionales y de los que no lo eran", detalla.
Se construyó ese guión a partir de numerosas entrevistas con personas que se vieron afectadas por el conflicto vasco, experiencia que resultó muy enriquecedora. La protagonista acabó siendo una mujer, explica Roca, porque "hubo un testimonio concreto, de una mujer, que caló de forma diferente que los demás. Fue como un punto y aparte y cambió el rumbo del proyecto. Para nosotros la protagonista es ella, independientemente de la actriz que la representa (Jone Laspiur)".
Sobre su paso por Locarno, el verano pasado, los Negu lo recuerdan con gran satisfaccion y un punto de sorpresa. "No sabíamos cómo se recibiría al ser una historia tan local, tan precisa en el contexto histórico, del que podrían no tener ni idea. Resultó que cada uno cuando la ve la interpreta con el bagaje que tiene personal y de conocimientos. Fue superbonito, porque las lecturas que recibíamos encajaban con cierta universalidad, sobre la soledad, el silencio o la huída", comenta Roca.
"Es un tema susceptible de varios tipos de reacciones. Somos conscientes de ello y lo tenemos en cuenta, y aceptamos cualquier tipo de comentario", dice Adriá Roca. "Nos legitima todo el trabajo que hemos hecho durante años. No es una película que nace de una voluntad politizada o ideológica, sino de recoger testimonios que nos hemos encontrado. Esa es nuestra arma y nuestra defensa", agrega Albite.
"Es una película profundamente política. El hecho de escoger este tema y contexto es una decisión política y vamos con eso a muerte", sostiene Ibarguren. "En el conflicto vasco hasta ahora no había visto nada sobre una huída, y ahí teníamos una puerta que hemos abierto, encontrándonos con las ruinas del conflicto, no solo el de Esukal Herria. Creo que hemos llegado a un camino en el que lo político se entiende en una manera universal, sentimental y emocional. Esta película pertenece a todas las personas que entrevistamos, y casi nunca hablamos con ellas de razones políticas".
"Queríamos hacer una película de ficción -añade Roca- pero creemos que todos los testimonios que recibimos están en la película cuando tu la ves. Y eso no sería posible sin todas las horas de testimonios".
El Colectivo Negu no tiene por ahora otro proyecto entre manos, pero Roca considera que es "para toda la vida", y se materializará tarde o temprano, "con otra película, un documental o un corto".
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