Exclusiva: Tatiana Huezo prepara nuevo proyecto de ficción y podría dirigir una serie
- por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
La cineasta mexicana nacida en El Salvador, Tatiana Huezo, ganadora de dos premios Ariel y reconocida en festivales internacionales como los de Cannes, Berlín o San Sebastián, adquirió prestigio con varios documentales antes de consagrarse con su primera película de ficción, "Noche de fuego". Sin embargo, tras ese estreno, de 2021, regresó al documental con "El Eco", que lanzó en la última Berlinale. NOTICINE.com habló en exclusiva con la cineasta mientras se encontraba en Madrid, en cuyo Festival Cine por Mujeres participa, una conversación en la que avanzó que le encantaría dirigir una serie, volver a colaborar con Netflix y que su próximo proyecto será de ficción.
- "El Eco" ha sido un proyecto largamente trabajado y gestado, pero antes de acabarlo debutó en la ficción ¿Su experiencia con "Noche de fuego" influyó de alguna manera al rodar este último trabajo?
Sí, la experiencia de venir de una ficción definitivamente permeó todo el proceso creativo, formal y narrativo. Pude experimentar con una serie de herramientas que no había usado antes, que tienen que ver con la puesta en imagen y con el lenguaje cinematográfico que me emocionaba mucho traerlas hacia el documental. "El Eco" tiene mucho que ver con el lenguaje cinematográfico de la ficción y está terminada de amarrar en el montaje. Las secuencias están montadas como si fueran ficción, hay una serie de elipsis internas que potencian las situaciones y el momento que está sucediendo, y que se parecen mucho a las secuencias que normalmente vemos en la ficción. A la hora de rodar, grabábamos un montón de planos que pudieran nutrir, estábamos muy concentrados con el fotógrafo, en atrapar las reacciones que pudiéramos, porque muchas son irrepetibles. Sí, definitivamente han sido retos narrativos nuevos para mí. Desde el principio, dije: En esta película no va a haber entrevistas, no va a haber voz en off, como en mis películas documentales anteriores, y hubo una estrategia y una implementación de dispositivos nuevos, que tenían que ver con la provocación de ciertas conversaciones. Al no haber entrevistas, yo provocaba, en algunos casos, ciertas conversaciones. Por ejemplo, la conversación entre la niña y su mamá mientras están haciendo queso. Yo le dije a la niña: "Quiero que le preguntes a tu mamá lo que tú quieras sobre las cosas que hacía ella cuando tenía tu edad". En esa conversación entre ellas surge la pregunta maravillosa de la niña: "Mamá, ¿Por qué te casaste tan chiquita?". La madre se pone de mil colores y no sabe cómo responder, y surge un momento que a mí me gusta mucho en la película. Este tipo de dispositivos era algo que implementé para esta película, que no había hecho antes.
- Además de su película, este año tenemos el ejemplo de "Tótem" como otra película sobre la infancia que no habla de la violencia en su país, dentro de lo que sería un cine comprometido con la realidad. ¿Se ha dicho ya todo sobre esa violencia?
La violencia en México continúa. Se han hecho muchas películas y se ha hablado mucho de lo que está pasando. Yo los últimos años de mi carrera los he dedicado a eso, porque es un tiempo que me tocó vivir, es algo que también tocó mi vida. Pienso que la vida de México ha sido trastocada por la violencia de estos últimos años, no creo que se haya dicho todo. Pienso que van a seguir saliendo películas sobre esto, y ojalá en algún momento podamos dejar de documentar lo que está pasando. No se ha dicho todo, hay todo por decir, todavía, todo el tiempo siguen sucediendo cosas. Hay miles de historias humanas, políticas y sociales tremendas que no han sido contadas. Personalmente llevo 15 años trabajando estos temas y necesitaba una pausa y mirar hacia otros temas que son importantes, para hablar de México desde otro lugar, menos oscuro, y necesitaba descansar de estos temas que han permeado mi vida. Pienso que "El Eco" habla de algo muy esencial, una fortaleza, una luz, una capacidad de resistencia que es nuestra y que nos pertenece.
- ¿El boom de directoras mexicanas que vivimos actualmente es un espejismo o cree que vino para quedarse?
Espero que no sea un espejismo (ríe). Vino para quedarse, pienso que ha sido una larga lucha de muchas mujeres que han peleado generaciones atrás y actualmente. Es un largo camino recorrido que está llegando a un punto de madurez e igualdad que todavía no ha sido alcanzada, pero se están produciendo muchas películas en México, y gran parte de ellas están siendo dirigidas, producidas o escritas por mujeres, y esto ya no lo vamos a soltar. En las escuelas de cine también ha cambiado la situación. Cuando yo estudiaba, había más directores y la financiación se la llevaban los hombres. Desde hace unos 5 años, esto cambió, y las escuelas de cine están equilibradas, y es mitad para las mujeres y mitad para los hombres.
- ¿Se ha sentido discriminada alguna vez por el hecho de ser mujer?
En mi camino como directora, no. He tenido un equipo maravilloso que son mi familia y que me han ayudado desde la primera película, que me han acompañado, a veces al abismo, y siempre me he sentido respaldada. Mis películas no son solo mías, son de todo mi equipo. Mi origen en el camino cinematográfico fue como fotógrafa, y en aquel momento, no había mujeres fotógrafas, solo una, Celiana Cárdenas, y yo no pude llegar a ejercer. Acabé ejerciendo de directora. Al final, mi camino como directora ha sido increíble, pero en ese momento fue duro darle la espalda a la fotografía.
- Los espectadores del cine de autor, al menos aquí en Europa, envejecen. En los cines o incluso en los festivales es raro ver gente joven viendo esas películas. Los chavos se han acostumbrado a los celulares, donde encuentran estímulos y ritmos diferentes. ¿Morirá por falta de espectadores el cine de autor?
Que morirá no, que la gente vaya cada vez menos a las salas, sí. Pienso que la pandemia es uno de los factores que alejó al público de las salas. Ahora todo está en plataformas, pero siento que siempre va a haber cinéfilos que quieren vivir la experiencia de lo que es ver una película en una sala, que es una experiencia única. El cine de autor va a estar presente siempre, y pienso que es un contrapunto maravilloso al ritmo, forma y contenido que dicta el algoritmo en este tiempo, que agota. Hay mucha audiencia buscando otro tipo de contenido, algo más profundo, que quede adentro. El cine de autor no creo que desaparezca.
- Hablando de algoritmos, ¿Cómo resultó su experiencia con Netflix, que le compró "Noche de fuego"? ¿La repetiría?
Definitivamente sí, al principio fue una experiencia extraña porque para mí "Noche de fuego" no era una película para Netflix. Se aleja del ritmo rápido del algoritmo, con ese tipo de cosas que venden, y "Noche de fuego" es una película muy autoral con temas fuertes que no son fáciles. Pero también es una peli muy entrañable, muy emocional y fuerte. En un principio, yo tenía muchos prejuicios.Decía que era muy visual y sonora y si la metía en plataforma ya no iba a poder estar en los cines y viajar tanto. Pero cuando llegaron las primeras cifras y vi que varios millones de personas habían visto la película en todo el mundo, fue muy impactante para mí.
- ¿No se lo esperaba?
No me lo esperaba, y el nivel de audiencia que vio esta aparentemente pequeña película en comparación con las grandes producciones que también tiene la plataforma, esos números nunca los podría haber hecho en taquilla, y la película nunca hubiera llegado a tanta gente. Me parece alucinante que la película pueda llegar a tanta gente de tantos lugares y culturas distintas.
- El año pasado, la revista Variety la incluyó en la lista de los 10 nuevos directores a seguir. ¿Le ha ayudado eso a abrir caminos en el cine de Estados Unidos?, ¿Se animaría a filmar para Hollywood?
Sí, Variety es una revista que ha acompañado en mi camino desde mi primera película. La primera crítica importante en EEUU de mi carrera la escribió Robert Coller y fue algo que marcó mi camino. Desde entonces han estado cerca, siguiendo lo que hago. Estas cosas ayudan mucho a generar una visibilidad, y después de "Noche de fuego", vinieron varias ofertas americanas. Pero yo ya estaba inmersa en "El Eco", no era el momento de enredarme con una producción norteamericana, ya estaba en una producción que me requería al 100%. Pero no descarto en un futuro llegar a hacer una película de producción estadounidense.
- ¿Qué piensa de las series, le interesan como espectadora? ¿Se animaría a crear una serie, por ejemplo, para Netflix?
Sí, totalmente. Me hace ilusión. Es un formato al que me gustaría entrar, poder experimentar, y posiblemente suceda en un futuro no muy lejano. Hay muchas series que me gustan. Me encantaría explorar por ahí.
- ¿Qué series recientes te han gustado?
Hay una que me encanta, "True Detective". Me encantan las series oscuras. Me gusta todo lo "lyncheano". Una de mis series favoritas es "Twin Peaks", que tiene muchos años pero es una serie que me enamoró. Hay otra documental que veía cuando vivía en España, "El caso de la escalera", que recientemente ha sido ficcionada. Hay varias series que me gustan.
- ¿Tiene algún proyecto en curso ahora mismo?
Estoy escribiendo una ficción, estoy empezando con el desarrollo. Prefiero no contar mucho más. Se están gestando dos proyectos ahora mismo. Lo único que puedo decir es que primero viene una ficción, está empezando con las primeras semillas.
Transcripción: Jaime Duque
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- "El Eco" ha sido un proyecto largamente trabajado y gestado, pero antes de acabarlo debutó en la ficción ¿Su experiencia con "Noche de fuego" influyó de alguna manera al rodar este último trabajo?
Sí, la experiencia de venir de una ficción definitivamente permeó todo el proceso creativo, formal y narrativo. Pude experimentar con una serie de herramientas que no había usado antes, que tienen que ver con la puesta en imagen y con el lenguaje cinematográfico que me emocionaba mucho traerlas hacia el documental. "El Eco" tiene mucho que ver con el lenguaje cinematográfico de la ficción y está terminada de amarrar en el montaje. Las secuencias están montadas como si fueran ficción, hay una serie de elipsis internas que potencian las situaciones y el momento que está sucediendo, y que se parecen mucho a las secuencias que normalmente vemos en la ficción. A la hora de rodar, grabábamos un montón de planos que pudieran nutrir, estábamos muy concentrados con el fotógrafo, en atrapar las reacciones que pudiéramos, porque muchas son irrepetibles. Sí, definitivamente han sido retos narrativos nuevos para mí. Desde el principio, dije: En esta película no va a haber entrevistas, no va a haber voz en off, como en mis películas documentales anteriores, y hubo una estrategia y una implementación de dispositivos nuevos, que tenían que ver con la provocación de ciertas conversaciones. Al no haber entrevistas, yo provocaba, en algunos casos, ciertas conversaciones. Por ejemplo, la conversación entre la niña y su mamá mientras están haciendo queso. Yo le dije a la niña: "Quiero que le preguntes a tu mamá lo que tú quieras sobre las cosas que hacía ella cuando tenía tu edad". En esa conversación entre ellas surge la pregunta maravillosa de la niña: "Mamá, ¿Por qué te casaste tan chiquita?". La madre se pone de mil colores y no sabe cómo responder, y surge un momento que a mí me gusta mucho en la película. Este tipo de dispositivos era algo que implementé para esta película, que no había hecho antes.
- Además de su película, este año tenemos el ejemplo de "Tótem" como otra película sobre la infancia que no habla de la violencia en su país, dentro de lo que sería un cine comprometido con la realidad. ¿Se ha dicho ya todo sobre esa violencia?
La violencia en México continúa. Se han hecho muchas películas y se ha hablado mucho de lo que está pasando. Yo los últimos años de mi carrera los he dedicado a eso, porque es un tiempo que me tocó vivir, es algo que también tocó mi vida. Pienso que la vida de México ha sido trastocada por la violencia de estos últimos años, no creo que se haya dicho todo. Pienso que van a seguir saliendo películas sobre esto, y ojalá en algún momento podamos dejar de documentar lo que está pasando. No se ha dicho todo, hay todo por decir, todavía, todo el tiempo siguen sucediendo cosas. Hay miles de historias humanas, políticas y sociales tremendas que no han sido contadas. Personalmente llevo 15 años trabajando estos temas y necesitaba una pausa y mirar hacia otros temas que son importantes, para hablar de México desde otro lugar, menos oscuro, y necesitaba descansar de estos temas que han permeado mi vida. Pienso que "El Eco" habla de algo muy esencial, una fortaleza, una luz, una capacidad de resistencia que es nuestra y que nos pertenece.
- ¿El boom de directoras mexicanas que vivimos actualmente es un espejismo o cree que vino para quedarse?
Espero que no sea un espejismo (ríe). Vino para quedarse, pienso que ha sido una larga lucha de muchas mujeres que han peleado generaciones atrás y actualmente. Es un largo camino recorrido que está llegando a un punto de madurez e igualdad que todavía no ha sido alcanzada, pero se están produciendo muchas películas en México, y gran parte de ellas están siendo dirigidas, producidas o escritas por mujeres, y esto ya no lo vamos a soltar. En las escuelas de cine también ha cambiado la situación. Cuando yo estudiaba, había más directores y la financiación se la llevaban los hombres. Desde hace unos 5 años, esto cambió, y las escuelas de cine están equilibradas, y es mitad para las mujeres y mitad para los hombres.
- ¿Se ha sentido discriminada alguna vez por el hecho de ser mujer?
En mi camino como directora, no. He tenido un equipo maravilloso que son mi familia y que me han ayudado desde la primera película, que me han acompañado, a veces al abismo, y siempre me he sentido respaldada. Mis películas no son solo mías, son de todo mi equipo. Mi origen en el camino cinematográfico fue como fotógrafa, y en aquel momento, no había mujeres fotógrafas, solo una, Celiana Cárdenas, y yo no pude llegar a ejercer. Acabé ejerciendo de directora. Al final, mi camino como directora ha sido increíble, pero en ese momento fue duro darle la espalda a la fotografía.
- Los espectadores del cine de autor, al menos aquí en Europa, envejecen. En los cines o incluso en los festivales es raro ver gente joven viendo esas películas. Los chavos se han acostumbrado a los celulares, donde encuentran estímulos y ritmos diferentes. ¿Morirá por falta de espectadores el cine de autor?
Que morirá no, que la gente vaya cada vez menos a las salas, sí. Pienso que la pandemia es uno de los factores que alejó al público de las salas. Ahora todo está en plataformas, pero siento que siempre va a haber cinéfilos que quieren vivir la experiencia de lo que es ver una película en una sala, que es una experiencia única. El cine de autor va a estar presente siempre, y pienso que es un contrapunto maravilloso al ritmo, forma y contenido que dicta el algoritmo en este tiempo, que agota. Hay mucha audiencia buscando otro tipo de contenido, algo más profundo, que quede adentro. El cine de autor no creo que desaparezca.
- Hablando de algoritmos, ¿Cómo resultó su experiencia con Netflix, que le compró "Noche de fuego"? ¿La repetiría?
Definitivamente sí, al principio fue una experiencia extraña porque para mí "Noche de fuego" no era una película para Netflix. Se aleja del ritmo rápido del algoritmo, con ese tipo de cosas que venden, y "Noche de fuego" es una película muy autoral con temas fuertes que no son fáciles. Pero también es una peli muy entrañable, muy emocional y fuerte. En un principio, yo tenía muchos prejuicios.Decía que era muy visual y sonora y si la metía en plataforma ya no iba a poder estar en los cines y viajar tanto. Pero cuando llegaron las primeras cifras y vi que varios millones de personas habían visto la película en todo el mundo, fue muy impactante para mí.
- ¿No se lo esperaba?
No me lo esperaba, y el nivel de audiencia que vio esta aparentemente pequeña película en comparación con las grandes producciones que también tiene la plataforma, esos números nunca los podría haber hecho en taquilla, y la película nunca hubiera llegado a tanta gente. Me parece alucinante que la película pueda llegar a tanta gente de tantos lugares y culturas distintas.
- El año pasado, la revista Variety la incluyó en la lista de los 10 nuevos directores a seguir. ¿Le ha ayudado eso a abrir caminos en el cine de Estados Unidos?, ¿Se animaría a filmar para Hollywood?
Sí, Variety es una revista que ha acompañado en mi camino desde mi primera película. La primera crítica importante en EEUU de mi carrera la escribió Robert Coller y fue algo que marcó mi camino. Desde entonces han estado cerca, siguiendo lo que hago. Estas cosas ayudan mucho a generar una visibilidad, y después de "Noche de fuego", vinieron varias ofertas americanas. Pero yo ya estaba inmersa en "El Eco", no era el momento de enredarme con una producción norteamericana, ya estaba en una producción que me requería al 100%. Pero no descarto en un futuro llegar a hacer una película de producción estadounidense.
- ¿Qué piensa de las series, le interesan como espectadora? ¿Se animaría a crear una serie, por ejemplo, para Netflix?
Sí, totalmente. Me hace ilusión. Es un formato al que me gustaría entrar, poder experimentar, y posiblemente suceda en un futuro no muy lejano. Hay muchas series que me gustan. Me encantaría explorar por ahí.
- ¿Qué series recientes te han gustado?
Hay una que me encanta, "True Detective". Me encantan las series oscuras. Me gusta todo lo "lyncheano". Una de mis series favoritas es "Twin Peaks", que tiene muchos años pero es una serie que me enamoró. Hay otra documental que veía cuando vivía en España, "El caso de la escalera", que recientemente ha sido ficcionada. Hay varias series que me gustan.
- ¿Tiene algún proyecto en curso ahora mismo?
Estoy escribiendo una ficción, estoy empezando con el desarrollo. Prefiero no contar mucho más. Se están gestando dos proyectos ahora mismo. Lo único que puedo decir es que primero viene una ficción, está empezando con las primeras semillas.
Transcripción: Jaime Duque
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